Internacionales

La “libertad avanza” a toda prisa en Argentina

Por Raúl Antonio Capote / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Navegando en el proceloso pantano del mundo digital, encontré unas supuestas palabras dichas por Winston Churchill en Yalta (1945) “no dejemos que Argentina sea una potencia, pues arrastrará tras de sí a toda América Latina”

Churchill llamaba a corromper, a debilitar y a dividir, destruir las industrias, a humillar a Argentina.

Es difícil, en estos tiempos de posverdad y fakenews, determinar si estas palabras son ciertas, cosa que, conociendo al que le atribuyen su autoría, cuesta poner en duda que no haya nacido de su “genio” colonialista.

Los cierto es que, siempre ha sido el propósito de los imperios británico y yanqui, destruir a esa gran nación, porque lo que también es innegable, es que una Argentina soberana, desarrollada y poderosa, sería un serio obstáculo para las pretensiones hegemónicas anglosajonas en el Continente.

Junto a Brasil y el resto de naciones latinoamericanas y caribeñas, sería un puntal en el equilibrio justo del mundo. De ahí los Bolsonaros y los Milei.

Leyendo las noticias lo primero que uno se pregunta es ¿Cuál es el apuro que asiste al recién nombrado presidente? ¿Qué le aguijonea de destruir todo en el más corto plazo?

Contrario a su engañoso discurso pre electoral, cada una de las propuestas benefician a representantes significativos del poder, favorecen a la famosa “casta”, a la que tanto “atacó” y fingió convertir en el blanco de su política “libertaria”

Sin embargo, uno de los mayores “bendecidos” por anulación de la Ley de Góndolas, es uno de los representes de la casta, Alfredo Coto y su familia.

La investigación de los “Panama Papers” expuso que, Alfredo Coto, fue uno de los grandes beneficiados por la Ley de Amnistía Fiscal, que permitió a los grandes empresarios el blanqueo de capitales que usaban para la evasión, la especulación y la fuga de capitales, según refiere RT.

Macri, Blaquier, Danone, Airbnb, Luciano Benetton –el dueño de la Patagonia- y compañía salen por la puerta ancha tras estos primeros y apresurados pasos hacía la destrucción de un país.

Benetton y los demás dueños de las grandes transnacionales deben estar de fiesta con la anulación de la Ley de Tierras, los ceros que aumentarán sus fortunas pesarán sobre los otros ceros que caen sobre espaldas de los trabajadores de ese país.

Por otro lado, el 27 de diciembre, el nuevo gabinete anunció la llamada “ley ómnibus”, cuyo título oficial es Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, y que, a diferencia de las anteriores, necesitaría la aprobación del Congreso de la Nación donde la Libertad Avanza no cuenta con mayorías suficientes

De aprobarse las consecuencias políticas serían terribles, serían puntos de sutura con cables de acero, para la libertad de los argentinos, por ejemplo, en su artículo tercero, el plan declara “la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria, administrativa y social hasta el 31 de diciembre de 2025”.

No es poca cosa, ese artículo permitiría a la presidencia una acumulación de poder extraordinario, dejaría las manos libres a Milei, quien podría gobernar por decreto, además, existe la posibilidad de que sea prorrogado hasta 2027.

Qué tiene que ver la libertad, con la eliminación de facto del derecho de protesta de los beneficiarios de ayuda social, un verdadero chantaje, que amenaza con privar de la asistencia a quienes se manifiestan y coarta el derecho a las huelgas, a las manifestaciones, al disenso público.

Además, esta propuesta, declara “sujetas a privatización” a todas las empresas del sector público, hablamos de 40 compañías estatales, entre ellas la petrolera YPF, Aerolíneas Argentinas, el Banco Nación, la Casa de Moneda, la agencia de noticias Télam, Agua y Saneamientos Argentinos S.A. y Ferrocarriles Argentinos, etc.

Nada, la esclavitud avanza en Argentina, de la mano de un bando de servidores de la casta y lo más importante de las transnacionales extranjeras, que, aprovechándose del descalabro, la incertidumbre y la pobreza, hechizaron a una parte de las grandes masas con sus trepidantes discursos, que fingieron con alevosía estar del lado del pueblo humilde, para subidos sobre sus espaldas espoliar el país y ponerlo a los pies del Imperio.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto de portada: Getty Images

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