Hasta la Victoria Siempre Querida Lucrecia

En la madrugada del domingo 18 de febrero, en su casa de La Habana, se nos ha ido la querida compañera María del Rosario Valenzuela Sotomayor, ‘Lucrecia’, una gran revolucionaria boliviana-guatemalteca, residente en Cuba por cuatro décadas.

Su nombre de lucha Lucrecia será recordado por todos los que tuvimos el privilegio de pensar, caminar, aprender y militar junto a ella.

Lucre, como la llamábamos todos, fue una mujer de vanguardia en su tiempo. Hija de padre chileno y madre boliviana nació en La Paz, se educó en Argentina, donde conoció a Rodrigo Asturias, el mítico Comandante Gaspar Ilom de la guerrilla guatemalteca, con quien se casó y tuvo a su amado hijo Sandino Asturias Valenzuela.

Su participación en la guerrilla la llevó al exilio en México país que también amó, en el que trabajó en la Editorial Siglo XXI.

Fue secuestrada, su suegro el Nobel de Literatura Miguel Angel Asturias logró tras intensas gestiones su liberación. Ante el peligro que corría su vida recibió el apoyo Internacionalista y siempre solidario de la Revolución Cubana, que la abrazó y recibió junto a su hijo Sandino en la década de los años 70.

La historiadora cubana Miriam Quintana quien trabajó con Lucrecia en su magnífico libro ¿Por qué las armas? Desde los mayas hasta la insurgencia en Guatemala editado por Ocean Sur, nos dice: “Lucrecia dedicó su vida a la lucha por la dignidad de Guatemala y por el reconocimiento de la mayoría indígena de ese país, especialmente los pueblos mayas. Combatiente de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA) y defensora incondicional de la Revolución Cubana”.

Lucrecia, como muchos residentes extranjeros en Cuba fue atendida por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos -ICAP- , por su relación política con el proceso guatemalteco antes durante y despues de los Acuerdos de Paz, mantuvo una estrecha relación con el área de Cono Sur del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y el espacio de la OSPAAAL.

Fue una de las primeras compañeras en responder al llamado a los residentes extranjeros en Cuba para integrar el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco, del que fue una de sus fundadoras, y luego también del actual Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos.

Abrazó la Revolución Cubana, la Revolución Bolivariana de Venezuela y la causa Palestina con el mismo amor que a Guatemala y Bolivia.

Siempre la recordaremos con su sonrisa y su fe inquebrantable en la victoria de nuestros pueblos.

Reciban su querido hijo Sandino y su nieto Diego las condolencias de Abel Prieto presidente de Casa de las Américas y Jaime Gómez Triana su vicepresidente , Fernando González Llort, presidente del ICAP en nombre de los Cinco Patriotas cubanos, Olga Salanueva y Adriana Pérez, esposas de René y Gerardo, junto a las condolencias de de todos nuestros compañeros.

A quienes la cuidaron con tanto amor: los enfermeros Celso, más que un enfermero como un hijo, y Nilbia que la atendieron tras sus operaciones de cadera. A las Doctoras Patricia Cambara Rodríguez y Mylene Vázquez, que salvaron su vida durante la Covid. A sus cuidadoras en estos años complejos: Ireisy, Yanisey y Dayana, el agradecimiento más profundo por el cariño, el respeto y la dedicación.

Lucrecia será recordada por familiares, amigos y compañeros en Cuba, Guatemala, México, Nicaragua, Argentina, El Salvador, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos y Rusia.

Que sus luchas y su espíritu nos acompañen e iluminen en los nuevos desafíos.

Autora también de Mujer y Género en Guatemala, mito y realidad nos deja su lucidez y su amor, y el compromiso de editar su libro: Develar la contrainsurgencia en Guatemala, una deuda histórica.

La vamos a extrañar Siempre. ¡Hasta la Victoria Lucrecia Querida!

Resumen Latinoamericano:

Carlos Aznárez, MaríaTorrellas, Bill Hackwell, Graciela Ramírez

Foto de portada: Postal de felicitación enviada por Lucrecia el 24 de diciembre del 2023 a compañeros, familiares y amigos.