Internacionales

Puerto marítimo en Gaza o un enclave colonial

Por Hedelberto López Blanch * / Colaboración Especial

Después de permitir que el régimen sionista de Israel cometiera contra los palestinos el genocidio más grande después de la II Guerra Mundial, Estados Unidos anunció que  construyó un puerto (muelle) en la costa de Gaza para llevar “ayuda humanitaria” a esa diezmada población. 

La comunidad internacional conoce que el principal responsable del genocidio que se está cometiendo contra el pueblo palestino es Estados Unidos que armó a las fuerzas sionistas de Israel, le ha entregado miles de millones de dólares desde su creación, ha vetado en el Consejo de Seguridad numerosas resoluciones de condena a Tel Aviv y frenó en varias ocasiones un alto al fuego en Gaza y Cisjordania donde el ejército israelí comete un alevoso exterminio contra la población civil.

La táctica israelí de “Tierra Arrasada”ha destruido toda las instalaciones de Gaza, incluyendo hospitales, escuelas, viviendas y ha provocado la muerte a 37 400 palestinos (la mayoría niñosy mujeres) y cerca de 100 000 heridos.

Pero ahora el lobo se viste de oveja: A principios de mayo, el presidente Joe Biden anunció la construcción de un puerto temporal frente a Gaza con el objetivo de llevar ayuda humanitaria a la Franja por vía marítima: ¿será el principio de un enclave colonial?

El Pentágono informó que el costo del muelle se calcula en 320 millones de dólares y en su construcción participaron mil soldados estadounidenses, del Ejército y de la Marina, con el “bondadoso” objetivo de servir de acceso a barcos que transportan suministros a través de la isla de Chipre.

Los palestinos inmediatamente apuntaron que detrás del gesto existían oscuros intereses y denunciaron que para su construcción se utilizaron miles de toneladas de escombros de sus casas demolidas por los ataques israelíes junto con partes de cadáveres de sus seres queridos.

Como para esclarecer de qué lado se encuentra Estados Unidos, el Pentágono admitió que la operación solo dependería de la colaboración de Israel, o sea, trabajar con el mismo país atacante que bloquea la ayuda de alimentos a Gaza.

Expertos sobre el Medio Oriente indicaron que uno de los objetivos es utilizar el puerto como parte de la estrategia de eliminación de la soberanía de Gaza, pues al neutralizar Israel con los bombardeos el cruce de Rafah, se elimina la conexión clave entre la Franja y resto del mundo a través de Egipto.

Ante esa situación, Tel Aviv estaría de hecho, controlando la totalidad de las fronteras de Gaza.

Asimismo, las aguas donde se asienta el puerto (se concluyó a mediados de mayo) son muy anheladas pues se estima que las costas de Gaza tienen alrededor de 28 millones de pies cúbicos de gas natural, más de lo que se necesita para alimentar los territorios palestinos y que sus nacionales no han podido disfrutar por la ocupación israelí.

El puerto podría utilizarse como avanzadilla para Estados Unidos, táctica que Washington ha usado en numerosas ocasiones bajo la propaganda de una efectiva “ayuda humanitaria”.

Según informó el vicealmirante de la Armada, Brad Cooper, subcomandante del Comando Central del ejército estadounidense, las fuerzas israelíes estarán a cargo de la seguridad en la costa, pero también hay dos buques de guerra norteamericanos cerca del área, el USS Arleigh Burke y el USS Paul Ignatius. Ambos son destructores equipados con una amplia variedad de armas y capacidades para proteger a las tropas estadounidenses en el mar y a los aliados en la playa.

Pocos días después, la denuncia palestina se hizo realidad: La revista en línea The Cradle.co reveló que Israel utilizó el muelle para realizar el operativo en el campamento de refugiados de Al-Nuseirat que dejó 210 muertos y más de 400 heridos.

El ejército israelí lanzó el 8 de junio indiscriminados bombardeos aéreos y ataques con artillería pasada contra el campamento de refugiados de Al-Nuseirat, ubicado en el centro de la Franja de Gaza, para liberar a cuatro israelíes retenidos por la Resistencia Palestina.

The Cradle informó que las tropas terrestres que atacaron directamente a civiles, incluidos niños, durante la “bárbara y brutal agresión”, fueron sacadas de Gaza desde helicópteros que utilizaron como base el muelle estadounidense.

Con semejante acción se comprobó que el puerto no ha servido para llevar ayuda alimentaria a Gaza pero sí ha fortalecido la conexión sionista-estadounidense para continuar el genocidio contra los gazatíes.

(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.

Imagen: Adán Iglesias Toledo.

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