Venezuela: Crónica de una infamia anunciada II
Por Raúl Antonio Capote * / Colaboración Especial
Resumen Latinoamericano
La tranquilidad y la paz, conquistada con tanto esfuerzo, nos abrigó desde que llegamos a la capital de la Revolución Bolivariana de Venezuela.
No era obra de la casualidad, ni resultado de espejismos fugaces, la felicidad se integraba al paso de la gente, danzaba con ellos, se ofrecía al forastero con orgullo.
Venezuela, en el 2020, obtuvo un 99% menos de ingresos petroleros que los logrados en el 2012.
¿Cómo se sobrepuso a tamaña crisis? ¿Cómo sobrevivió a más de 900 medidas coercitivas unilaterales, al sabotaje, a la más bestial campaña de decrédito jamás organizada?
¿Cómo enfrentar al Imperio más poderoso de la historia empeñado en reconquistar sus privilegios y saquear las riquezas del país?
En agosto del 2018, el presidente, Nicolás Maduro, presentó el Plan de Recuperacion Económica; se trataba de una respuesta estratégica centrada en cuatro medidas estructurales para recuperar la economía.
- Estímulo a la producción nacional.
- Ampliación de la recaudación tributaria.
- Impulso a las exportaciones no tradicionales.
- Apoyo a los emprensedores.
Como resultado la economía creció en el primer semestre del 2024 más de un 7%, luego de una sostenida expansión.
Venezuela lidera el crecimiento de la región con un 4% de crecimiento.
Otro importante logro fue lograr reducir la inflación a un 1,0%, el índice más bajo en 39 años.
A lo que hay que agregar que el precio del USD es el más estable en 13 años, gracias a un nuevo mercado cambiario que promueve la estabilidad y favorece a el Bolívar.
Y algo que constituye un sueño para la mayoría de los países del mundo, soberanía alimentaria.
La patria de Chávez produce el 96% de los alimentos que consume.
Además el sentimiento de que lo peor ya pasó se hace palpable, la alegría ha recuperado la calle.
Sin embargo esa felicidad tiene su némesis,un peligroso plan armado durante los últimos meses, por el gobierno de EE.UU.
Un proyecto para desestabilizar el país y sembrar el caos.
Durante meses entraron a Venezuela, valiendose incluso de los vuelos de retorno de emigrantes, antiguos líderes de pandillas y nuevos reclutas fuertemente armados, acompañados por paramilitares entrenados para combatir en Ucrania.
El día de las elecciones, antes incluso del anuncio de los resultados, María Corina Machado y su títere, cantaron fraude.
Cumplida la parte fundamental del plan se activaron las guarimbas con su carga de sangre, odio y muerte.
Los satélites de Washington, como estaba previsto,más algunos “entusiastas” de la izquierdecha, no reconocieron el triunfo de Nicolás, el “gallo pinto” venerado por su pueblo.
Comenzaron a actuar los maestros del caos.
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
Foto: El Periódico
