Brasil: Cuando la cautela se parece a la injerencia hacia Venezuela

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió este jueves en mantener una “posición cauta” sobre Venezuela, mientras siguen en conversaciones diplomáticas con su par de Colombia, Gustavo Petro.

“Yo no me quiero comportar de forma apasionada o precipitada [sobre la cuestión de Venezuela]”, dijo Lula, en una conversación con Radio T, que fue transmitida en vivo por redes sociales.

Según el mandatario brasileño, “defiende el respeto a los asuntos internos de cada país” a pesar de exigir públicamente posterior a las elecciones el 28J, las actas del escutrinio al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Lula dice estar preocupado por el pueblo venezolano, declaró que su objetivo principal en las negociaciones es que se encuentre una solución política a la crisis que se desató tras las elecciones del pasado 28 de julio, en las que el CNE único organismo facultado constitucionalmente en Venezuela, certificó el triunfo del actual presidente, Nicolás Maduro.

En vista de que la oposición radical ha desconocido el resultado y alega un supuesto “fraude”, su vocería quiere proclamar como “presidente electo” al opositor Edmundo González, quien quedó segundo en la contienda, según los datos del CNE.

Sorprende que el presidente de Brasil se adjudique el derecho de poner sobre la mesa varias opciones entre las partes, como la posible constitución de un “gobierno de coalición”, que integre a miembros del gobierno actual y de la oposición; e incluso la repetición de los comicios.

A pesar de las evidencias demostradas internacionalmente en transmisión directa desde la sala del STJ y confirmadas por el CNE que arrojan un 9 por ciento (más de un millón de votos) a favor del presidente reelecto Nicolás Maduro, Brasil mantiene inamovible su petición de que las autoridades electorales de Venezuela esclarezcan cualquier duda sobre el resultado. Lamentablemente reitera el guión elaborado por Washington y la ultraderecha venezolana: “Es importante que la gente tenga la data”, apuntó.

Siguiendo la línea del duscurso que le dicta Celso Amorin, Jefe de la Asesoría Especial de la Presidencia de la República Federativa de Brasil desde 2023, Lula sostiene que hasta que no se dilucide este asunto, no procederá a reconocer a nadie como presidente de Venezuela para el período 2025-2031. “Yo no puedo decir que la oposición salió victoriosa porque no tengo los datos, y mucho menos puedo decir que Maduro ganó porque tampoco tengo los datos”, sostuvo.

Finalmente, Lula reveló que el miércoles había mantenido una reunión con el presidente de Colombia Guatavo Petro sobre el tema, pero dejó claro que no era momento de “ser precipitado y tomar una decisión” al respecto. “De la misma forma que yo quiero que se respete a Brasil, tengo que respetar al resto de los países”, actitud contradictoria con la que se aleja de la unidad e integración en la región junto al presidente colombiano.

Tras las elecciones, ante la campaña internacional difamatoria y la violencia desatada por la ultraderecha, el reelecto presidente de Venezuela con más de 6 millones de votos de su pueblo validados por el CNE, Nicolás Maduro Moros, interpuso un recurso ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que realice un peritaje de los comicios y certifique los resultados. La justicia llamó a declarar a todos los participantes en los comicios para que presentaran sus actas, pero el único ausente de las comparecencias fue el aspirante de la oposición radical, el hombre que actuó bajo la sombra del Plan Cóndor para perseguir y exterminar a los Jesuitas españoles durante los años 80 en El Salvador, denunciado por organismos de Derechos Humanos, el candidato Edmundo González Urrutia, ahora en desacato.

“Yo he dado la cara, siempre la voy a dar”, expresó Maduro el viernes pasado, tras responder al “interrogatorio” que le hicieron los jueces y magistrados de la Sala Electoral. “No he rehuido ninguna pregunta (…) “Lo que diga el TSJ será santa sentencia”, alegó.

Con información de RT y Agencias.