Los nuevos tiempos y la marcha fascista por el mundo
Por Raúl Antonio Capote
La lucha por los mercados y las diferencias en la concepción de las relaciones internacionales dan lugar a una ruptura del equilibrio mundial que se expresa, fundamentalmente, en un incremento cualitativo de la carrera armamentista y de las corrientes ultraderechistas.
Las raíces del fascismo se hunden profundo en la historia del desarrollo del capitalismo, del seno de ese sistema nació el nazismo, el supremacismo, el sionismo, el colonialismo y su legado de esclavitud y saqueo. Derrotado en la Segunda Guerra Mundial y aparentemente desaparecido, sus vestigios han sido desenterrados y adaptados a los nuevos tiempos. La glorificación de la violencia, el desinterés por el estado de derecho y la xenofobia, cobran fuerza y se expanden de la mano de las mega trasnacio – nales que sueñan con controlar al mundo, las mismas que en el siglo pasado armaron y financiaron a las fuerzas de Hitler y Mussolini.
Algo que parecía imposible hace unos años, en algunos lugares del mun – do, se hace habitual. Mientras los monumentos en recordación de la victo – ria sobre el fascismo son vandalizados, se glorifica a los nazis y se reescribe la historia, presentando como héroes a culpables de incontables crímenes y abusos. En Canadá, aliado en la lucha contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial, recientemente el Parlamento rindió “sentido homenaje” a Yaroslavl Hunka, de 98 años, quien luchó en la 14va. división de Granaderos Waffen-SS o División Galizien, conocida por haber cometido crímenes de guerra contra miles de civiles polacos y judíos durante la Segunda Guerra Mundial. 121 Hunka fue invitado por el presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, quien lo presentó como “un héroe ucraniano y canadiense”, que “luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos”, suceso que levantó una ola de indignación en todo el mundo. En ese orden de cosas hoy las extremas derechas se articulan a nivel global en una verdadera “Internacional Reaccionaria”.
El 17 de diciembre de 2021, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) adoptó por mayoría de 130 votos una resolución promovida por Rusia que condena la glorificación del nazismo. Sin embargo, EE.UU. y Ucrania votaron en contra. Resulta altamente significativo que 49 Estados se abstuvieran, entre ellos Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Reino Unido, Canadá y Japón. Es apreciable la “ceguera” mostrada por Occidente, con relación a las formaciones abiertamente fascistas en Ucrania, el uso descarnado de símbolos nazis y el discurso de sus principales dirigentes políticos que hablan de una “gran Ucrania” salvadora de la raza Aria. Recordemos que, tras la desaparición del campo socialista, las asociaciones ucranianas ultranacionalistas comenzaron a regresar al país.
Por ejemplo, en 1992, la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) se transformó en el partido Congreso de Nacionalistas Ucranianos, integrante de la coalición de partidos del bloque Nuestra Ucrania, de Víktor Yuschenko. Los seguidores de Estepan Bandera, crearon grupo de veteranos de las Waffen SS y comenzaron con absoluta impunidad a celebrar marchas y mítines glorificando las acciones de los colaboradores nazis. Todo eso ante los ojos y el aplauso de Estados Unidos y Europa, donde comenzaron a revitalizar la idea de revivir al fascismo y lanzarlo contra Rusia. En 2004, la principal agrupación de ultraderecha el Partido Social Nacional de Ucrania, cambió su nombre a Partido de la Unión Panucraniana Svoboda, organización que fundó en el 2010, su ala juvenil nombrada C14. Otra de las agrupaciones de extrema surgidas fue Sector Derecho (SD), creado en 2013. Durante las protestas de la plaza Maidán en 2014, SD lideró las manifestaciones contra el Gobierno actuando con suma violencia. Las bandas de SD realizaron ataques contra sinagogas de Kiev, lanzaron cocteles molotov y fueron autores de decenas de antorchas humanas, durante las protestas sus miembros repartieron ejemplares del Mein Kampf de Adolf Hitler. La masacre contra los habitantes del Donbas, opuestos al golpe gestado en el Maidán, masacre de la que aún no se conocen en toda su magnitud las dimensiones que alcanzó, transcurrió ante la ignorancia del mundo y la complicidad de Europa y EE.UU. En toda Ucrania existen movimientos juveniles y paramilitares, llamados titushki, reclutados en su mayoría mediante redes sociales como Facebook y Whatsapp, entrenados para ejercer la violencia contra las minorías étnicas, grupos pro rusos y opositores políticos. Qué decir del batallón de Azov, la principal fuerza neonazi, surgida en 2014, plenamente identificado con las Waffen-SS, integrada como unidad de propósito especial del Ministerio del Interior y reasignada después a la Guardia Nacional de dicha institución.
Leamos la declaración de su primer comandante, Andriy Biletsky “Ucrania está destinada a liderar las razas blancas del mundo en una cruzada final contra los Untermenschen (subhumanos) dirigidos por los semitas” Sus miembros han sido entrenados en Francia, el Reino Unido, Canadá, EE.UU., Alemania y Polonia, según datos del Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI) se estima que aproximadamente 17 000 combatientes extranjeros de 50 países forman parte de su estructura. Algunos de los veteranos de Azov fundaron en 2016 el partido Corpus Nacional. Otros grupos militares de neonazis ucranianos son Corpus de Voluntarios Ucranianos “Kiev-2” del Sector Derecho, el Batallón OUN en la ciudad de Nizhyn, el Batallón UNSO entre otros. Además de los batallones “Aidar”, “Shakhtyorsk” y “Tornado”, así como en varias subunidades de la Guardia Nacional. No solo en Ucrania eclosionan los huevos de la serpiente 122 En el año 2021, representantes de partidos políticos y de organizaciones no gubernamentales, académicos, exmilitares y líderes religiosos de diversas regiones de América Latina, realizaron una reunión virtual con el objetivo de crear el ultraderechista Frente Hemisférico por la Libertad (FHL) La reunión, presidida por el ex senador y actual presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, René Bolio y el diputado costarricense Dragos Dolanescu, tuvo como propósito central coordinar las “fuerzas anticomunistas del Continente y a los grupos de pro libertad y democracia”, para enfrentar con “firmeza a las nuevas corrientes “totalitarias”, “antidemocráticas” y “neo populistas”. El Acta de Constitución de la organización planteó la necesidad de enfrentar a los “regímenes” comunistas de Cuba, Nicaragua y Venezuela, aliados de China, Rusia e Irán y señalan como evidencia de esa alianza el Foro de Sao Pablo, creado según ellos, para desestabilizar a los gobiernos de la región. Resultó electo como secretario general Dragos Dolanescu y el contrarrevolucionario cubano Orlando Gutiérrez Boronat, líder del denominado Directorio Democrático Cubano, terrorista de vieja data, como coordinador.
Boronat ha militado en las organizaciones terroristas Abdala, Frente de Liberación Nacional Cubano, Organización para la Liberación de Cuba y Jóvenes de la Estrella, esta última autora de la colocación de decenas de bombas en Miami. Así mismo, está vinculado con los servicios de inteligencia estadounidenses. Una de las tareas en las que trabaja el FHL, es la contribuir a extender el esquema subversivo diseñado para Cuba por el Gobierno de EE. UU, Bolivia, víctima reciente de un intento de golpe de Estado, encabeza la lista de naciones donde, según la Casa Blanca, debe aplicarse el patrón subversivo. Una ONG argentina llamada Cultura Democrática sirve de plataforma para su implementación. Así lo prueba un documento de esa organización titulado “Apoyo a la Sociedad Civil cubana como método de presión a gobiernos totalitarios. Su posible aplicación a Bolivia”, el cual pone de relieve su papel en esta trama. El documento señala que “a partir del análisis del enfoque político de EE. UU. en el fortalecimiento de la democracia y el uso legítimo de los agentes de cambio en la sociedad cubana, donde la cultura democrática juega un papel significativo en el apoyo a la oposición cubana, proponemos una visión similar para su aplicación en Bolivia”. El engendro subversivo describe con detalles la manera en que, desde la alta dirección política estadounidense, se organiza y promueve, contra Cuba, el sistema de medidas financieras y económicas del bloqueo, la formación de agentes de cambio, el trabajo contra la juventud, etc…, y lo útil que sería aplicar esta experiencia contra otros países de la región. Por otro lado, menciona a los implicados directos, o sea, a algunos de los operadores de “experiencia”, como Orlando Gutiérrez y Micaela Hierro, esta última fundadora y presidenta de la asociación Cultura Democrática.
La relación de este proyecto con el intento de derribar por la fuerza, al Gobierno de Luis Arce en Bolivia, las acciones violentas contra el proceso electoral en Venezuela y otras acciones similares ocurridas en los últimos años, que involucran a los mismos operadores que trabajan contra Cuba, puede que a algunos les parezca casual; sin embargo, no podemos pasar por alto que la extrema derecha Continental ha creado un frente único, para actuar contra los países a los que considera enemigos de la “democracia” El FHL, además, ha establecido alianzas con grupos de extrema derecha en muchas regiones del mundo, con “militantes anticomunistas” estadounidenses, taiwaneses, ucranianos, de los países bálticos, noruegos, suecos y finlandeses.
Fascistas por los caminos del mundo
En los EE.UU. una de las potencias aliadas en la lucha contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, existen centenares de organizaciones de corte neonazi. Entre ellos se destaca la Orden del Sol Negro, Blood Tribe y Goyim Defense League, Vinland Rebels Fascist Action, NSC-131. En una marcha reciente de estos grupos, en Altamonte Springs, Orlando, Florida, los asistentes vestían camisas rojas, llevaban máscaras negras y portaban una gran bandera con la cruz gamada. Florida, en particular, tiene una presencia neonazi activa, integrada por organizaciones pequeñas que Blood Tribe espera integrar, ellos “ven la energía” allí. Muchos grupos de importancia nacional se 123 han mudado a ese Estado debido al clima político favorable creado por el gobernador republicano, Ron DeSantis.
Una de las organizaciones neonazis que se mudó a Florida, es La Liga de Defensa de los Goyim, surgida en 2018. La Liga usa como símbolo, la cifra 88, el alfa numérico de “Heil Hitler” No podemos dejar de mencionar a Patriot Front, de la alt-right, que trabaja con mucha habilidad los símbolos nacionales estadounidenses para atraer al público y buscar alianzas en organizaciones de extrema derecha que se consideran no nazis. Alt-Right (alternative right) es un movimiento relativamente heterogéneo de la derecha radical y nacionalista blanco, que ha ganado prominencia en Estados Unidos en los últimos años.
Al contrario que los grupos neo nazis precedentes, o del movimiento del Tea Party, sus líderes pretenden apropiarse del discurso de la izquierda alternativa de los años 60, transformando el discurso antiglobalización y las defensas identitarias de los movimientos progresistas, en bandera del nacionalismo de extrema derecha. Además, intenta camuflarse como una suerte de liberalismo político, pero es neo-fascista y ve en la figura y labor política de Donald Trump, una oportunidad para crecer y alcanzar cuotas de poder. Por otro lado, una denuncia realizada en el 2023 por The Guadian, muestra evidencias de la participación de militares estadounidenses en los grupos neonazis, específicamente en Clockwork Crew. Jeff Tischauser, investigador principal del Southern Poverty Law Center (SPLC), expresó que “Grupos como el Clockwork Crew están más dispuestos a llevar su odio a los espacios públicos” La vieja Europa por los caminos del fascismo
En todo el viejo Continente se estiman que existen unas 410 organizaciones fascistas. Se trata de entidades neonazis, conformadas por partidos políticos, organizaciones sociales o personas concretas, según refiere Antifascist Europe. Entre ellos se distingue el Movimiento de Resistencia Nórdico (NMR) el más grande de Suecia, con filiales en Noruega, Dinamarca, Islandia y Finlandia. La organización Counter Extremism Project (CEP), con sede en Bruselas, situó a ese grupo entre los más extremistas y peligrosos del mundo por sus acciones violentas contra la comunidad musulmana y judía. En el norte de Baviera, el grupo neonazi “Tercera Vía” se reúne para conmemorar a Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler y recorren las calles portando antorchas encendidas, mientras lanzan amenazas a los “no blancos” y prometen el retorno del III Reich. Estas organizaciones europeas forman una amplia red muy bien conectada con el resto de sus similares en el mundo. Comparten recursos financieros, se organizan, entrenan y convocan a sus “militantes” para pelear contra Rusia en Ucrania. Sueñan con una Europa étnicamente pura, constituyen una gran amenaza. Mientras, una especie de febril locura parece contagiar a los líderes del Viejo Mundo, olvidados ya de la historia y avatares de las dos guerras mundiales, de las cuales fueron escenarios protagónicos. El humo de los crematorios que anunciaba el destino fatal de las víctimas de la deshumanización y la locura, en Auschwitz-Birkenau, Belzec, Chelmno (Kulmhof), Majdanek, Sobibor, Treblinka, etc., donde nunca se detenían las cámaras de gas; se disipa en la mente de muchos, que parecen no recordar.
No es un cuento de horror, es el fascismo que floreció al amparo de la ambición, el anticomunismo, el odio y las apetencias, siempre incontrolables, del capitalismo, que nació de la ignorancia y de la deshumanización de capas amplias de naciones “cultas”, movilizadas por la xenofobia, el miedo y la propaganda sabiamente administrada. Parecía que la bestia había sido exterminada para siempre. Sin embargo, los huevos de la serpiente fueron incubados en el regazo de la revancha y el olvido. Renace el fascismo de la matriz generadora, levanta cabeza ante la complicidad de los mismos de antaño, esos que de nuevo asumen la política del avestruz, por connivencia y por conveniencia. Desfilan con sus estandartes y entonan sus viejos himnos de odio, derriban los monumentos de la lucha contra el fascismo, rescriben la historia convirtiendo en héroes a carniceros sin alma, mientras amenazan al resto de la humanidad, a nombre de una «superioridad étnica» de la que creen ser representantes.
La desmemoria llega a tanto que, incluso, algunas víctimas hoy rinden homenaje a sus antiguos verdugos. En estos días la humanidad contempla con horror la masacre israelí contra los palestinos en Gaza. El ejército sionista no respeta hospitales, ambulancias, escuelas, ni distingue entre mujeres, niños y ancianos. Las atrocidades cometidas por el ejército israelí resultan inauditas; solo comparables a los crímenes cometidos por el nazismo contra soviéticos, polacos, húngaros, gitanos, judíos y otros, en aquella bacanal de odio y sangre que convirtió a Europa en un cementerio. Cuando hoy los fascistas venezolanos llaman a la muerte de todo aquel parezca chavista, y piden como sus homólogos de la contrarrevolución cubana, bombardear a su pueblo, cuando la ultraderecha continental como un todo se alza para someter a un continente y clama sangre y venganza, no podemos olvidar cuanto sacrificio costó vencerlos.
Fuente: REDH
Foto: Paul Hackett / Reuters