Venezuela: Un país donde las viviendas, la salud, la educación y las armas son del pueblo
Por Carlos Aznárez, desde Caracas/ Resumen Latinoamericano
7 de enero de 2025
En tiempos de continuas malas noticias bien vale acudir adonde todavía hay gente del pueblo que con sus avances concretos generan esperanzas de que ese “otro mundo es posible”, y no solo una linda frase de ocasión. Allí están las comunas bolivarianas y socialistas para demostrar que si se tiene un gobierno revolucionario y un conjunto de hombres y mujeres dispuestos a construir poder popular, gran parte del camino a recorrer está despejado.
Esta vez toca hablar y describir a vuelo de pájaro lo que significa que un país bloqueado a cal y canto por el imperio y sus acólitos, logre la milagrosa cifra de 5 millones 200 mil viviendas construidas, y va por más.
Cuando se habla del habitat en países del continente, se sabe que salvo alguna rara excepción, el déficit es brutal. De allí que, incluso en países que otrora gozaban de un nivel de vida respetable, hoy muestran sus calles atestadas de colchones donde malviven familias enteras.
Por eso, lo de Venezuela y sus Consejos Comunales urbanos es algo que asombra y provoca admiración. Como siempre hace falta un ejemplo, hoy se trata de hablar de la experiencia victoriosa del Consejo comunal “Ciudad Tiuna”, donde se levantan imponentes 56 edificios en torre, en los que habitan 70 mil personas, de clase media y media baja.
Pero lo más importante de este tipo de iniciativas de la Misión Vivienda, que se iniciara en el mandato del presidente Hugo Chávez y continúa hasta el presente el gobierno de Nicolás Maduro, reside en que cada uno de esos pisos construidos, de una, dos, tres y hasta cuatro habitaciones, están pensadas en la idea de tratar a los habitantes que los reciben como seres humanos y no como desechos, que es lo que habitualmente se ve en muchos países de Nuestramérica. Esos ejemplos que tan bien retratara Alí Primera con su tema “Casa de cartón”. Al contrario, estas viviendas son cómodas, impiden el hacinamiento, muchas de ellas cuentan al momento de la entrega con todos los electrodomésticos necesarios para el uso de una familia. Y el sitio donde están enclavadas goza de una parquización que respeta la naturaleza, contiene juegos para niños y niñas, y espacios de disfrute colectivo, donde los vecinos y vecinas realizan desde comidas comunitarias hasta asambleas formativas sobre el buen uso del espacio ambiental.
Obviamente, suena a que lo que se está relatando es “el mundo del revés”, pero no, precisamente al revés están los demás países dominados por el capitalismo, donde el consumo desquiciante de los que tienen dinero choca a diario con la extrema miseria de los que son marginados por quienes los explotan y maltratan. Venezuela es un país en Revolución y eso, no solo para hablar de viviendas construidas sino también de educación, salud, trabajo, deportes y espacios de disfrute, significa, que lo puesto en marcha allá por diciembre de 1998 con la victoria de Chávez perdura y está dispuesto a seguir creciendo.
Esta tarde soleada de enero, a pocas horas que “Nicolás” (como llama el pueblo al presidente Maduro) vuelva a asumir su cargo, quien esto escribe visitó el sector “Simón Bolívar”, del Consejo Comunal Ciudad Tiuna, y puso el oído a un grupo de vecinas comuneras que, entusiasmadas, relataban su felicidad por todo lo que significa “tener una casa propia, siendo humildes como la mayoría de los que aquí vivimos”, o escuchar de boca de la viceministra de Vivienda, Carolina Cestari, que “todos los jueves nos reunimos para anunciar la entrega de nuevas viviendas, a pesar del bloqueo existente”. O ver el entusiasmo del Mayor General Dilio Rodríguez, explicando a delegados y delegadas de varios países, que “nuestros enemigos no entendieron nunca lo que este pueblo siente por la Revolución, por su gestor el comandante Chávez y por su continuador el presidente Maduro, por eso van a seguir fracasando.
“Es algo maravillosamente conmocionante”, se escuchó decir a muchos visitantes, “lo que ocurre en Venezuela”, porque más allá de las contingencias durísimas del bloqueo y las patrañas urdidas por quienes adversan al gobierno, la fuerza que se siente abajo es terminante para saber que ni el mequetrefe de (In)mundo González ni sus protectores podrán torcer el camino de la historia. Una última píldora para levantar los ánimos, sobre todo de aquellos que crean que todo está perdido a escala planetaria: en la mañana de este mismo día, a escasos metros donde se encuentra el féretro del comandante Chávez (en el Cuartel de la Montaña), miles de trabajadores y trabajadoras de empresas estatales, varios de ellos “pueblo combatiente”, luciendo los uniformes de trabajo y otros los de las Milicias populares, la gran mayoría con fusiles de entrenamiento, y otros con banderas alusivas, participaron de una gran concentración reafirmando la fusión de pueblo y milicia. La ecuación perfecta para defender un proceso revolucionario de la valía del venezolano.
Esta es la realidad, lo demás son solo rumores, noticias mentirosas, expresiones de malos deseos de la derecha. No se equivoquen, y sigan apostando a la defensa irrestricta de Venezuela bolivariana y socialista, que es algo parecido a reivindicar los mejores sueños aún pendientes.
Foto: Ciudad Tiuna, Caracas