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Cuarta etapa de La Desbandá: la marcha desde Almuñécar a Salobreña va sumando participantes

CUARTA ETAPA DE LA DESBANDÁ -09/02/2025
QUIM Y MIGUEL

Comenzamos la etapa en el Parque del Mediterráneo de Almuñécar, donde hay una placa, en honor a la Desbandá de 1937, que suele ser destruida casi todos los años, pero siempre es repuesta. Antiguamente este parque era conocido como la Galera, y en su cercanía hubo un edificio, donde se torturó y se fusiló a personas que defendían la legalidad republicana. Al lado de la placa, toman la palabra, Fermín, compañero de Almuñécar que habitualmente lo hace en cada marcha desde sus inicios y Lola Sierra, vicepresidenta de la Asociación de la Desbandá, que informa de la presencia en la marcha de Carmen Negrín, nieta del último presidente del Consejo de ministros de la II República.

La marcha la hacen 521 personas, de ellas 248 hombres y 273 mujeres. Aunque estamos muy contentos con esa participación y comentamos que la Desbandá va creciendo, la realidad es que el año pasado, en el primer cuenteo, había 271 mujeres, dos menos que este año, y 266 hombres, 18 más que el año pasado, en total 537 personas, algo más que este año. En realidad, la cifra es similar, ya que, a lo largo de la marcha desde Almuñécar a Salobreña, se van incorporando más personas, y luego aún más en el pueblo de Salobreña, cuando la marcha es una manifestación donde no contamos a la gente, pero que, a ojo de buen cubero, consideramos que alcanzan el número de 700 personas en ambos años. Pero quizá lo más importante, es que muchas de esas personas vienen por primera vez y les parece un espectáculo impresionante, la larga fila de personas que se pierden de vista en la carretera, en una marcha en fila de a uno, jalonada de banderas republicanas, sindicales y políticas.

En la parada de avituallamiento que hacemos diariamente, a mitad de la marcha de la mañana, donde repostamos agua, y tomamos fruta fresca y frutos secos, la Asociación de Amistad con Cuba, Almuñécar-Baracoa, han colocado, un puesto de bocadillos de guacamole, de aguacates ecológicos y zumos de fruta tropical también ecológicos. El dinero que se recoge, es para proyectos de ayuda solidaria a Cuba, la isla bloqueada y asediada por EEUU desde que comenzó su revolución hace 66 años, pero que empeoró notablemente con Trump en su primer mandato y promete empeorar aún más, desde que este presidente boca chanclas, se dedica a amenazar y asustar a los pueblos del mundo con sus amenazas.

Este tiempo de descanso lo hemos aprovechado también para hacer un pequeño homenaje a dos de nuestros caminantes. Uno de ellos es Quim, un chico de 12 años, que ha participado en su primera marcha. Para ello su familia pidió permiso en el Instituto para faltar a clase miércoles, jueves y viernes, permiso que le concedieron por su brillante expediente académico. Los culpables de que haya venido la tienes sus abuelos, Tana y Pere, una pareja de las veteranas de la Desbandá y que viven en Mallorca. Pere es nieto del último alcalde republicano de Pollensa en Mallorca, y por tanto Quim, su nieto, es el tataranieto. Quim se ha mantenido en estas primera cuatro etapas, en cabeza de la marcha, estando dispuesto siempre, a ayudar a las personas mayores que le rodeaban en la marcha. Su abuela Tana, les explica a todos sus nietos las historias de la Desbandá, pero es Quim, quien ha mostrado siempre más interés en su conocimiento.

El otro homenajeado es Miguel de Concentaina, pueblecito de Alicante, pero de origen andaluz, que viene siempre con su bandera banca y verde. La característica de Miguel es que la semana que viene cumple 87 años, y a pesar de ello, sigue siendo un gran marchador, al que hay que frenar para que no se despegue del grupo de cabeza. Al marchador, más joven (en el sentido de autonomía, porque otra familia sevillana, de Morón de la Frontera, suele venir con dos niñas pequeñas) y al más veterano, le hemos regalado una camiseta de la Desbandá y hemos felicitado por su participación. Ambos han tomado la palabra para agradecer el gesto, Miguel con lágrimas en los ojos y Quim con simpatía y desparpajo.

La entrada en Salobreña, con parada en la plaza del ayuntamiento ha sido emotiva. Después de reagrupar a toda la marcha, ya tomando toda la calle, en modo manifestación hemos llegado a la desembocadura del rio Guadalfeo, donde se hace el acto central institucional de la marcha. Han tomado la palabra, Antonio Maíllo, coordinador de Izquierda Unida, Amparo Sánchez, superviviente de la retirada de Cataluña, en febrero de 1939, y que, con menos de un año, estuvo en el campo de concentración de Argelès sur Mer, en Francia, Gloria, una mujer de 95 años, que también vivió la Desbandá, Marta Morán como representante del Partido de la Izquierda Europea, y la representación institucional del Ayuntamiento de Salobreña.
El paso del rio Guadalfeo fue trágico para las personas que huían en la Desbandá. El día 10 de febrero de 1937, estaba lloviendo fuerte, y como en toda la zona, el agua bajaba con fuerza desde las montañas. El puente habitual había sido destruido, para obstaculizar la entrada de las tanquetas italianas, y había que buscar, rio arriba, donde hubiera vados asequibles para pasar. Muchas personas, en su desesperación, pensaron que podrían pasar y perecieron ahogadas. Otras desistieron de la huida y se volvieron atrás, también familias que decidieron dividirse y mientras, los miembros que corrían más peligro si se quedaban, normalmente hombres, seguían la huida, las mujeres, niños y ancianos se volvían. Una vez pasado el Guadalfeo, las personas que lo consiguieron, ya no tuvieron más obstáculos para seguir, que las bombas y ráfagas asesinas de los barcos y aviones fascistas. Ya nadie volvió atrás, y en el éxodo miles llegaron a Francia, otros miles volvieron a Andalucía al acabar la guerra, y también hubo quien quedó instalado en distintas zonas de la costa mediterránea levantina.

Uno de los medios de información digitales que está publicando las crónicas de la Desbandá, es cubaenresumen.org; Ello ya es importante, pero lo es todavía más, porque la responsable de ello es la periodista y escritora, Graciela Ramírez, nacida en Argentina, es descendiente de familia que huyó de Málaga con la Desbandá en 1937 y emigraron hacia allí, donde nació ella y sus dos hermanos.

Toda su familia era de Málaga. Su abuelo materno Francisco Cruz Molina era del Cuartel de Carabineros, y allí nacieron su madre y sus dos hermanas. Según cuenta, cuando entraron los fascistas de Mussolini, los de la Legión Extranjera, y la aviación de Hitler, su abuelo, mandó al campo a su abuela, y a sus tres hijas, una de ellas madre de Graciela. Las cuatro mujeres fueron andando tres días, con sus noches, campo a través y muertas de miedo, de hambre y con llagas en los pies, a casa de unos familiares. Consiguieron llegar y las pusieron a salvo. Un primo de su padre, perdió una pierna en un bombardeo y unos tíos de su padre, muy jóvenes ambos, murieron. A él lo mataron los fascistas y ella con 23 años quedó con tal tristeza en una situación de hambre y desamparo, que murió varios meses después de tuberculosis.

Graciela volvió a España, en los años 80 y vivió en Madrid colaborando con el movimiento de Memoria Histórica en su vertiente de desaparecidos de la dictadura de Argentina y contra la ley de punto final. En el 94, se fue a vivir a la Habana, con un cubano con quien se había unido sentimentalmente en Madrid dos años antes.

La actividad que hemos tenido por la tarde ha sido la entrega de premios del primer certamen de relatos cortos y poesías de la Desbandá, y a continuación hemos disfrutado de un gran concierto de Luis Pastor.

Mañana, la etapa transcurre entre Torrenueva, municipio lindante con Motril por la costa, y Castell de Ferro, con un recorrido de unos 17 km.

Foto: @juanjtortosa / X

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