Cuba

Exposición de Irene del Río en IV Coloquio Internacional “Patria”

Resumen Latinoamericano-Cuba

La escritora e investigadora Irene del Río Iglesias presentó en el espacio de la sala de experiencias comunicativas dentro del marco del IV Coloquio Internacional Patria, que sesionó en La Habana del 17 al 19 de marzo, un análisis sobre la inteligencia artificial  (IA) como nueva red social y la importancia de que en el futuro deba centrarse en evitar el plagio.

Compartimos íntegramente su ponencia, para que nuestros lectores y todas las personas con inquietudes sobre el tema puedan consultar la propuesta de la presentadora y reflexionar junto a ella sobre la consecuencia en el futuro no muy lejano de las plataformas de IA para la humanidad

Introducción: tema general y objetivo de la presentación:

El principal objetivo de esta ponencia es reflexionar sobre la repercusión de las plataformas de IA en el futuro inmediato en la sociedad contemporánea.

Relevancia del tema para el terreno de la comunicación. Alguna cita relevante:

Voy a combinar las principales reflexiones sobre este tema de los importantes intelectuales Noam Chomsky, Atilio Borón e Ignacio Ramonet.

-Las redes sociales y la Inteligencia Artificial como forma de resistencia algorítmica.

-¿La tecnología propicia la democratización?

-Se está degradando la colaboración interpersonal y manipulando las mentes con contenidos homogéneos, que no favorecen la diversidad.

-La  alta tecnología depaupera el proceso educativo e investigativo.

-Las novedades digitales suben exponencialmente los timos y los engaños, cada vez más sofisticados.

– Los grandes cambios en la comunicación transforman las sociedades y las redes sociales modifican la política.

En el futuro inmediato, las redes sociales y la Inteligencia Artificial deben centrarse en evitar el plagio para trasmitir saber y entendimiento, como un medio de resistencia algorítmica que supere las tensiones geopolíticas y el  desarrollo nuclear descontrolado.

Estamos viviendo tiempos históricos, la Fase Tecnológica de la Comunicación. En la era de la dictadura del algoritmo y de la ciber vigilancia, tenemos que cuestionarnos si los avances tecnológicos propician la democratización o si estamos ante la presencia del fascismo digital en una guerra cognitiva. Determinados gobiernos pretenden controlar las mentes de la población a través del control de nuestros datos, del dominio del algoritmo.

Desde hace unos veinte años predominan en el mundo capitalista las tecnologías de IA, con un elevadísimo grado de aceleración tecnológica, que tienen una gran repercusión en los modelos relacionales, degradan la colaboración interpersonal y manipulan las mentes con contenidos homogéneos, que no favorecen la diversidad.

Citando a Noam Chomsky[1], la IA imita las redes neuronales del ser humano e intenta predecir los patrones del pensamiento racional pero en la práctica capitalista, resulta ser un proceso de plagio realizado por esta alta tecnología que degrada el proceso educativo e investigativo.

Las aplicaciones de IA son utilizadas en muchas actividades diarias pero todavía presentan numerosos errores, por lo que es recomendable desconfiar de lo que reproducen, aunque hayan reunido grandes cantidades de datos en la Internet. El mundo digital de Europa occidental es un escenario dominado por la alta cantidad de fake news y de manipulación mediática, con un bombardeo continuo de novedades digitales que suben exponencialmente los timos y los engaños, cada vez más sofisticados.

Las opiniones sobre la IA son variadas, aunque sus propios creadores suelen comunicar que son herramientas en desarrollo que podrían ser útiles para tareas más asertivas y avanzadas en un futuro. Por ejemplo, ChatGPT[2] y programas similares como Dall-E[3] son, por diseño, incapaces de distinguir lo posible de lo imposible. A diferencia de los humanos, que estamos dotados de una gramática universal, estos programas aprenden idiomas humanamente posibles e imposibles, con la misma facilidad.

Los avances “supuestamente revolucionarios” que presentan los desarrolladores de la IA son, por esto, motivo tanto de optimismo como de preocupación. Por una parte, pueden ser útiles para resolver ciertas problemáticas, pero también, el aprendizaje automático, como variedad más popular de la Inteligencia Artificial, puede reducir la ciencia y envilecer la ética al incorporar una concepción fundamentalmente errónea del lenguaje y del conocimiento a la tecnología.

Siguiendo a Chomsky, y cito: “Por muy útiles que puedan ser estos programas en algunos ámbitos concretos, sabemos por la ciencia de la lingüística y la filosofía del conocimiento que difieren profundamente de la forma en que los seres humanos razonan y utilizan el lenguaje. Los programas que funcionan con IA  son completamente distintos al de un programa humano de aprendizaje automático. Estas aplicaciones no son realmente “inteligentes”, debido a que carecen de capacidad crítica, no saben pensar ni dan explicaciones causales»[4].

Otro factor importante que plantea el académico es que los sistemas de IA carecen de razonamiento desde una perspectiva moral, por lo que son incapaces de distinguir bajo marcos éticos lo que se debe o no hacer. ChatGPT y programas semejantes son incapaces de equilibrar la creatividad con la restricción. O bien sobre generan y producen por igual tanto verdades como falsedades, respaldando tanto decisiones éticas como no éticas, o bien infra generan y muestran falta de compromiso con cualquier decisión e indiferencia ante las consecuencias.

En la página web de Open AI, compañía estadounidense desarrolladora de aplicaciones, fundada en 2015 por un grupo de conocidos empresarios tecnológicos como Elon Musk y Sam Altman[5], se define a sí misma como “una empresa de investigación y despliegue de IA, con la misión general de garantizar que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad”. Altman ha llegado a decir que “o esclavizamos a la inteligencia artificial o ella nos esclavizará a nosotros”.

Por otra parte, estamos en ausencia de marcos regulatorios para el auge de la investigación genética, de las armas biológicas y de las diferentes plataformas de streaming.

En opinión de Ignacio Ramonet[6], es fundamental que América Latina se integre en la investigación tecnológica pero desarrollando aplicaciones propias que no compartan nuestros datos con las empresas estadounidenses de software de IA.

 Es en el ciberespacio en donde la guerra ideológica se agudiza cada día todavía más. Atilio Borón[7] llama a los jóvenes, en específico, a convertirse en “guerrilleros y guerrileras digitales” y a contar su propia historia en el futuro a través de las diferentes plataformas.

Asimismo subraya que Cuba tiene dos vías para enfrentar la administración de Donald Trump: La primera es seguireducando e informando minuciosamente al pueblo. La segunda espotenciar y reactivar la organización popular, para superar la impresionante campaña de difamación a la que está sometida la Isla, labor en que las redes sociales desempeñan un papel fundamental.

El Cuarto Poder, la opinión pública, está totalmente manipulada en la actualidad, principalmente por las redes sociales digitales que marcan el modo de sentir y de pensar. Según Ignacio Ramonet, estas aglutinan y masifican, cambiando el concepto de emisor y receptor. Nosotrxs mismxs somos redes que emitimos y al compartir un mensaje o una imagen, lxs receptorxs se convierten en emisorxs.

La noticia ya no existe, la verdad ya no es lo importante. Prima la subjetividad y el mensaje psicológico. La mentira impacta más que la verdad, por eso no se verifica la verdad de una noticia y así pueden triunfar los mensajes de odio.

En conclusión, no debemos olvidar que los grandes cambios en la comunicación transforman las sociedades y que las redes sociales influyen en la política. En la era de la tecno política, la interactividad es la novedad. El periodismo de hoy, y del futuro, debe saber discernir la verdad de la mentira. Debemos luchar con todas nuestras fuerzas para que la verdad y la información triunfen a través de un uso racional de las nuevas tecnologías.

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[1] https://www.latercera.com «La inquietante opinión de Noam Chomsky sobre la Inteligencia Artificial», 19 de junio de 2024. Chomsky y sus colaboradores Ian Roberts y Jeffrey Watumull.

[2] Es capaz de redactar ideas a partir de indicaciones que le dan los usuarios, entre otras funciones.

[3] Programa que crea imágenes mediante descripciones textuales.

[4] Opus cit., Chomsky, Noam.

[5] Quien actualmente dirige la firma.

[6] http://www.cubadebate.cu Ignacio Ramonet: «La información y la verdad están en crisis», 29 de enero de 2025.

[7] http://www.cubadebate.cu «Atilio Borón a jóvenes intelectuales cubanos: Educación y movimiento popular para enfrentar las presiones de Trump», 3 de febrero de 2025.

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