Más allá de la presión total
Por José Luis Méndez Méndez
Especial para Resumen Latinoamericano / Imagen: IA
El bravucón alcalde de Miami, Francis Suárez, quien clamaba en julio de 2021 bombardear primero e invadir después sobre las ruinas de ciudades, de manera “humanitaria” a Cuba, ahora es replicado por los desastrados demagogos estadounidenses Carlos Gimenes y la conversa María Elvira Salazar, representantes estadounidenses, quienes voz en cuello exigen desaparecer a la Isla, en aras de la paz de los sepulcros y la democracia versión Made in USA.
Todos, quienes dicen representar a la llamada comunidad cubana en el exterior, sin excepción, han dado la espalda a sus electores, votantes, y patrocinadores de origen cubano, por temor a contradecir al mandón laqueado y ser alcanzados por alguna medida del terrorismo de Estado, que se vive en el país de las oportunidades perdidas y el fenecido “sueño americano”.
Un aluvión de medidas coercitivas unilaterales surge cada día, es una abierta competencia para posesionarse de la cima de quién estrangula más a la sitiada, bloqueada, calumniada y amenazada Isla.
El aspirante presidencial republicano y gobernador de Florida Ron DeSantis, hace sus aportes a la asfixia, desde mayo pasado aprobó una ley que restringe las relaciones comerciales con países considerados “amenazas” para su estado, en particular para Cuba y Venezuela, ya calificados por Donald Trump como parte del “eje del mal”.
Según el texto de la titulada CS/CS/SB 768 o “Países Extranjeros de Preocupación”, vigente desde el 1 de junio y que regula el uso de tecnología extranjera en laboratorios del estado. La ley modifica el artículo 408.810 y añade el 381.0202, en el cual se establece: “Bajo esta sección se prohíbe el uso de cualquier software operativo o de investigación realizado por un organismo, o empresa, de países extranjeros de preocupación”. La ordenanza afecta también a otros países que han mantenido “históricas tensiones” con Estados Unidos, en particular bajo la administración del casi octogenario presidente republicano actual,
La ley no solo veta el empleo de esos medios tecnológicos, se ensaña además contra los laboratorios farmacéuticos de Florida que en adelante tendrán que certificar y verificar que su personal no tenga vínculos de ningún tipo con los países castigados.
Para el violador está concebido un paquete de medidas punitivas, entre estas: revocar licencias, eliminar financiamiento estatal, permisos para ejercer, certificados de operación e incluso imponer cargos penales.
La legislación, es genérica, además de lo farmacéutico, esta cierra todo posibilidad de vínculos comerciales con esos países proscritos y así se norma: “Cualquier negocio en Florida deberá limitar o cortar tratos con empresas o individuos vinculados a los indilgados “Países Extranjeros de Preocupación”.
El regente DeSantis, se sintoniza y alinea a Florida con las restrictivas políticas comerciales y anti migratorias de la administración federal, en particular para incrementar la presión total contra Cuba, donde aumentan negocios privados que dependen del mínimo comercio establecido con proveedores floridanos, dada la cercanía.
Ahora, los exiguos nexos de mutuo beneficio, establecidos entre científicos y comerciantes de ambas orillas del Estrecho de la Florida, tendrán que esperar que se abran las grandes alamedas y la pesadilla barnizada haya pasado.
25 de junio de 2025


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