Cuba

El Festival que los terroristas intentaron sabotear

Por Noel Domínguez, Escritor y Periodista de PL

Después del desplome del campo socialista y el pretendido fin de la historia que el enemigo trató de entronizar como filosofía desideologizadora, los objetivos de los Festivales Mundiales de las Juventudes y los Estudiantes se resintieron, hasta el punto de casi desaparecer. Solo la visión estratégica del Comandante en Jefe, aconsejó la imprescindible continuidad de los mismos para lo cual encomendó a la UJC la misión de rescatarlos. Así fue como después de los 8 años transcurridos desde el de Pyongyang en Corea del Norte, se organiza en la Habana en el verano de 1997, el XIV Festival, cuyo precedente en Cuba databa del XI de 1978, el cual constituyó el evento más grande acontecido en nuestro país hasta hoy en dia.

Los preparativos y la ejecución en función de la Seguridad y Protección del evento, se nos asignaron, disponiéndose que estuviera al frente del Grupo Ejecutivo del MININT con sus cinco Sub Centros organizados en cada una de las Villas donde se concentrarían el hospedaje, los debates políticos, las recreaciones culturales, la transportación y otras actividades tanto de los delegados nacionales como extranjeros.

Al enemigo de siempre, no podía resultarle ajeno este gran rescate de un evento político de dimensión universal que concentraría nuevamente en Cuba lo mejor de las juventudes del Mundo aunque matizada de toda su gran diversidad de opiniones e ideologías. Máxime cuando recién un grupo de antropólogos y geofísicos cubanos y argentinos, después de más de 600 días de trabajo, habían logrado recuperar el 28 de Junio, en el aeropuerto de Vallegrande en Bolivia, los restos del CHE, que a no dudar volvería a enarbolarse, aún con mayor ahínco, como bandera de ejemplo y de unión para todas las luchas revolucionarias.

Por tanto, desde hacía meses, la Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. (CIA), la Fundación Cubano Americana y el empedernido terrorista Luis Posada Carriles, apoyado en connotados mercenarios, fomentaban planes para obstaculizar el turismo hacia nuestro país que resultaba por demás, la vía fundamental de acceso al evento por parte de los participantes. El día 12 de Julio dos explosiones, motivadas por bombas y casi inmediatas en los Hoteles Capri y Nacional, estremecen el apacible y siempre seguro ambiente de nuestra capital, era el mismo día en que los rescatados restos del Guerrillero Heroico, llegaban a la base aérea de San Antonio de los Baños.

No obstante, los preparativos continuaban a todo engranaje y comenzaban a arribar los delegados extranjeros e invitados de los cinco continentes, con alrededor de 130 países de procedencia, quienes poseídos de gran entusiasmo y confianza, respaldaban el firme paso dado por la Revolución Cubana de volver a aglutinar, en su capital, a lo más esperanzador del Mundo, sus jóvenes. Al interior del país, los casi mil delegados nacionales se prestaban abordar el tren que los conduciría a la sede, también seguros de que nada ni nadie los entorpecería.

La inauguración desbordada de alegría y consignas, aunque sobria y modesta, en comparación con el de 1978, aconteció en la escalinata universitaria y sus alrededores, ante un mar de pueblo y de visitantes (en ese momento ya eran 9,494) que respaldaban con su presencia a la Revolución Cubana y su máximo líder. Fue Silvio, guitarra blandida incluida, con la canción al CHE de Carlos Puebla y su ya conocida de El Necio, quien dio el adecuado toque de apertura. Era el 28 de Julio de 1997, dos días antes Raúl había pronunciado las palabras centrales por el asalto al Moncada.

Y los visitantes continuaban arribando, cumplimentando la apretada programación que preveía visitas a algunas provincias, hasta la clausura del día 5 de Agosto en el Stadium Olímpico de Habana del Este. La cifra total de extranjeros llegó a ser de 12,335, la mayor en Cuba después del Festival de 1978.

Las provocaciones y acciones terroristas de los asalariados del imperio tampoco paraban, aunque sin alcanzar sus propósitos de amedrentar a nadie. A las 7 de la mañana del día 4 de Agosto, explotó otro artefacto dinamitero en el lobby del Hotel Cohíba y al día siguiente en las oficinas de Cubana de Aviación en Nassau, Bahamas. Todo ello obligaba a que instrumentáramos las mayores medidas de seguridad públicas y secretas en medios de transportación, hoteles y villas de hospedaje, “sin levantar desconfianza entre los delegados e invitados” tal y como nos orientara el Viceministro 1ro del MININT, en cada una de sus continuas visitas, controles, recorridos y despachos.

El desarrollo, objetivos propuestos y resultados alcanzados en el XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, sin que ocurriese incidente alguno para con los participantes ni en ninguna de las actividades, lográndose a pesar de las intenciones enemigas, el adecuado ambiente político, alegre y entusiasta de todos los jóvenes del Mundo reunidos para la ocasión, constituyó un rotundo éxito y una visión esperanzadora para la preservación de dichos eventos, posibilitando una vez más que Cuba, su Revolución y la aguda visión de nuestro invencible Comandante en Jefe perduraran, marcando el camino.

Todos los delegados e invitados cubanos y extranjeros regresaron felices a sus lugares de procedencia, cargados ideológicamente y con nuevos fortalecidos bríos.

El destacamento de refuerzo del retorno del CHE y sus compañeros a la Patria, hizo el resto.

Foto: Tomada de Granma

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