«Sin Palestina no habrá mañana»
Conmemoran en Cuba el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino
Por Yaimi Ravelo/ Resumen Latinoamericano-Cuba.
La Habana, 28 de noviembre de 2025.-«La solidaridad con el pueblo palestino para Cuba no es sólo un principio, es acción, es fidelidad a nuestra historia y a nuestros valores», expresó Fernando González Llort, Héroe de la República de Cuba y presidente del ICAP, en la ceremonia conmemorativa por el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino desde el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
La fecha, de profundo significado político y moral transcurre en un contexto de dolor e indignación. Marcada por la violación de los acuerdos de paz entre el estado sionista de «Israel» y las facciones de la resistencia Palestina en la escalada al genocidio de una guerra criminal de más de 75 años.

Más de 70 mil palestinos perdieron la vida desde el 2023 a la fecha, -la mayoría mujeres y niños-, 170 mil heridos, al menos un millón y medio de personas han sido desplazadas de la Franja de Gaza.
El genocidio en Palestina constituye el crimen más atroz del siglo XXI, viola la Carta Universal de las Naciones Unidas y las leyes del Derecho Internacional.
«Frente a este nuevo quebrantamiento de los compromisos de paz nuestras palabras deben ser claras, deben ser firmes, deben ser coherentes con los principios que nos piden. No puede haber silencio ante la injusticia, no puede haber silencio ni neutralidad entre el dolor de un pueblo sometido a una violencia sistemáticamente, desproporcionada e inhumana», demandó el presidente del ICAP.
«Condenamos con absoluta firmeza este genocidio, cuya responsabilidad recae en el gobierno de los Estados Unidos y el estado sionista de Israel, pero la historia juzgará, juzgará a los Estados Unidos que con su apoyo político, militar y económico ha contribuido con perpetuar este genocidio, denunció Fernando González Llort.



El acto como homenaje a la solidaridad de los pueblos del mundo con la causa palestina estuvo presidido también por el Exctmo.Sr. Ammar Zorba, Embajador del Estado de Palestina en la República de Cuba; Julio César Sánchez Martínez, funcionario del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCC; Armando Vergara Bueno, director para África Norte y Medio Oriente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba; Eumelio Caballero Díaz, presidente de la Asociación de Amistad Cubano-Arabe. La ceremonia fue honrada con la presencia de Haitham Arar, presidenta de la Unión General de la Mujer Palestina, la participación del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, la distinguida presencia del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, así como estudiantes y residentes palestinos que cursan estudios en centros docentes del país.

El embajador palestino en su discurso de agradecimiento por la solidaridad internacional y de Cuba consideró crucial exigir una rendición de cuentas por los crímenes de guerra basado en la Carta de las Naciones Unidas que respalda los derechos del pueblo palestino. «Los derechos inalienables a la autodeterminación y de igualdad, así mismo la responsabilidad de los Estados para lograr la justicia, la estabilidad global y la seguridad y paz internacional».
Ammar Zorba alertó que «lo que ha ocurrido en Gaza enfatiza la necesidad de una acción internacional frente a las violaciones del derecho internacional, de los derechos humanos».
El representante del Estado de Palestina en Cuba afirmó que su pueblo rechaza la situación actual de ocupación israelí y el uso de las prácticas ilegales, «seguimos en lucha para lograr nuestros objetivos».




El espíritu rebelde de la juventud se representó en las voces de estudiantes de Palestina, África y América Latina. Mohammed, Abdallah Samir, Alison Camila Benavides, Ibrahima Camara y Omaima Al Khawaja.
Mohammed interpretó la canción «Extraño el pan de mi mamá» resaltando el amor a la Patria y el dolor del exilio que vive el pueblo palestino.
«El glorioso pueblo cubano es ejemplo vivo de dignidad y resistencia, ustedes han sabido mantener en alto la llama rebelde y revolucionaria e incluso bajo el peso del bloqueo genocida que pretende ridículamente doblegar a este pueblo», expresó Abdallah Allan.
«Vivimos entre ustedes, respiramos su aire, recorremos sus calles y cada día compartimos sus luchas y esperanzas tocando con nuestras manos la luz ardiente, la esencia brillante indomable del ser humano».

«La esperanza de libertad para Palestina y la resiliencia y firmeza de Cuba son parte de una misma causa, la causa de la humanidad contra la explotación y por el comunismo. Cuando Cuba existe Palestina se fortalece, y cuando Palestina lucha, Cuba se engrandece, la victoria de uno será la victoria de todos, la derrota del imperialismo será el amanecer de la humanidad».
«Tras más de un siglo de intentos por exterminar al pueblo palestino y borrar su existencia en su propia tierra hoy nos mantenemos firmes rechazando al desarraigo, rechazando la claudicación de la renuncia a nuestros derechos de aferrarnos a nuestro fusil hasta liberar el último rincón de nuestra patria, aprendimos de la historia que la libertad no se regala, la libertad se conquista con sacrificio, con la unidad y con la fuerza sensible de la solidaridad, como dijera Maceo, ‘la libertad no se mendiga, se conquista'».

María de Gaza / Autor: Ibrahim Nasrallah
Poema interpretado por Omaima Al Khawaja
La paz de la tierra no es con nosotros
ni con mi hijo o el tuyo,
María le dijo a María…
Hermana de mi tierra y mis pasos sobre ella,
mi hermana de espíritu y oración
hermana del alba al clarear, de este aniquilamiento
y de la muerte y la vida que aún nos queden
La paz de la tierra no es con nosotros
Este cielo de ahí arriba
¿no nos ve?
¿O es que la cruz que cargamos a la espalda
por tantos campos de sangre amarga nos oculta?
La paz de la tierra no es con nosotros
La paz es con nuestros enemigos, Señor,
con los aviones y con la muerte descendiendo,
la muerte ascendiendo,
la muerte hablando, mintiendo, bailando
Nada le basta
Ni nuestra sangre de luto
o nuestra sangre de fiesta
Ni nuestra sangre en el mar, el valle o la montaña
Ni nuestra sangre en el barro o la arena
Ni nuestra sangre en la respuesta o la pregunta
Ni nuestra sangre en el Norte o en el Sur
Ni nuestra sangre en la paz o la guerra
La paz es con nuestros enemigos, Señor
Con sus guardianes en países lejanos
Con sus guardianes en países vecinos
Con cada hermano que como un enemigo nos sitia
Con cada hermano que pasa por encima de nuestra muerte
para después asentar su trono sobre nuestras ruinas
No hay sitio para la mariposa donde una niña perdió los pies
Ni para un enamorado muerto por amor, no por los aviones,
Ni para que el poema se gloríe del poeta que escribió
«Cuando yo muera, tú has de vivir para contar mi historia»
El mar no es para los pájaros o las amadas,
y el cielo nos ha dado la espalda, como los países extranjeros
La paz de la tierra no es con nosotros
La paz es con los demás y con los hijos de otros
Con el silencio después de que nos masacren
Con el silencio antes de que nos masacren
Con el silencio mientras nos masacran
Con el silencio si gritábamos
Con el silencio si callábamos
Con la voz cuando nos apuntan:
Matadlos, y con silencio nos matan
La paz de la tierra no es con nosotros
Es con los tiranos, los gobernantes gallitos y todos los ejércitos de polvo
Con la devastación y los fantasmas de quienes mataron a pequeños o grandes…
Con los soldados y quienes pusieron grilletes al horizonte
Con los que hicieron correr la sangre, odiaron a la víctima y mataron a los testigos
La paz es con un tirano por aquí…
y otro por allí
La paz es con colas ladrando por acá…
con silbidos de mil armas por allá
La paz es con quien ahora me arranca los ojos para que
no te vea
Señor, llévate todo y deja aquí mismo, junto a nuestro
mar, las tumbas de los que amamos y nuestras casas
No desapareceremos, nos quedaremos juntos…
O llévanos si quieres… o déjanos
Haz lo que quieras cuando quieras
Nos tienes cerca del ojo de Tu corazón
O… Señor, sé nuestra fortaleza, no huiremos —si cae la
noche— de nuestra muerte
Déjanos, Señor, a las puertas de Tu espíritu:
de la iglesia, la mezquita y el mar;
del barro y las palmeras;
de la vida, si vida sigue existiendo aquí
O… Llévanos, Señor, y deja algo de nuestro espíritu aquí
mismo,
como despojos junto a las ruinas de las escaleras de
nuestras casas
Y que la paz sea con la tierra que no es nuestra
La paz que anhelamos, que amamos, que soñamos, que
deseamos… no es con nosotros
La paz tan sencilla como las lágrimas de mi madre en las
bodas y los duelos no es con nosotros
La paz que como una pluma vuela
La paz que como una pluma se posa
La paz tan bella como una canción,
tan dulce como como nuestras risas
y como nuestra gata antes de que la mataran…
Pero, ay, Señor, desde que murió nos sigue hambrienta,
maullando y asustada,
desde una habitación en el Norte a los campamentos del Sur
La paz de la tierra no es con nosotros
No es con Gaza cuando en primavera es tan feliz como los niños
Ni con Acre, mil años en vela, guardándonos como una abuela
Ni con Yaffa la Bella
Ni con Jesús, sangre de nuestra sangre, carne de nuestra
carne, tierra de nuestra tierra, resucitado de nuestras resurrecciones
La paz de la tierra no es con nosotros
La paz de la tierra no es con nosotros ni con Tu
Jerusalén, ensalzada por el Profeta y nuestro Corán
*
La paz de la tierra tiene que ser conmigo, Señor, conmigo
y luego contigo
Con las mariposas que revolotean entre los dedos de mis
hijos del alma,
que ascendieron a los cielos contigo
y solo me quedan sus despojos, un día que gime
y plumas de paloma sobre sus nombres y las escaleras
Sus dedos son el sol de estas mariposas y la herida del horizonte
Nada les he dicho a las mariposas
Las he dejado revolotear como si fueran mi espíritu,
viajando entre la ceniza y el rocío
A ellos les cantaré en nombre de los veinte… treinta mil…
que sobre nuestra tierra vivieron…
Jamás diré: La paz sea con quienes asesinan,
desarraigan, incendian
La paz de esta tierra fue con nosotros antes de que ellos llegaran
Y la paz de esta tierra será con nosotros cuando se vayan
Que la paz sea con nosotros… Con nosotros







