Fotos satelitales: Israel amplía la ocupación de Gaza
Diversos pasos, como el establecimiento de nuevos puestos militares, indican que Israel estaría sentando las bases para una presencia permanente en Gaza.
Así lo revelaron imágenes satelitales analizadas por Forensic Architecture, un grupo de investigación multidisciplinario, y publicadas el sábado por el medio Drop Site News. Según la investigación, el régimen de Israel ha construido al menos 13 nuevos puestos militares dentro de la Franja de Gaza desde que entró en vigor el alto el fuego el 10 de octubre, al tiempo que acelera la expansión y permanencia de 48 puestos existentes.
Los hallazgos, que documentaron extensas obras de construcción en el asediado enclave costero palestino, sugirieron que las fuerzas israelíes no solo mantenían posiciones temporales, sino que estaban reestructurando físicamente el territorio de forma coherente con un control a largo plazo.
Al analizar las imágenes satelitales tomadas del 10 de octubre al 2 de diciembre, Forensic Architecture indicó que, ahora, Israel mantenía una densa red de infraestructura militar al este de la llamada “línea amarilla”, un supuesto límite de retirada parcial establecido en virtud del acuerdo del alto el fuego presentado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Según el estudio, actualmente, Israel controla más de la mitad de Gaza y ha continuado extendiendo dicho control mediante actividades de construcción, y demolición de viviendas y propiedades palestinas.
El régimen sionista —agrega el estudio— ha ampliado las redes de carreteras que conectan los puestos militares dentro de Gaza con bases, carreteras y asentamientos ilegales israelíes fuera del enclave, reforzando la integración logística entre las zonas ocupadas de Gaza y los territorios palestinos ocupados.
El grupo también documentó la continua construcción de una nueva carretera en la sureña ciudad de Jan Yunis, que desvía el corredor militar Magen Oz del régimen para que discurra íntegramente dentro de las zonas controladas por este. Esto acompañado de la destrucción sistemática de propiedades palestinas, especialmente en el este de Jan Yunis y en otras partes del sur de Gaza, incluyendo Rafah.
Los edificios, que no habían sido destruidos antes, han sido demolidos tras el alto el fuego, mientras que se han construido nuevos puestos y carreteras militares en las mismas zonas. Uno de los casos es un puesto israelí recién establecido en Yabaliya, en el norte de Gaza, donde se desmanteló una zona de tiendas de campaña densamente poblada y se arrasaron los edificios circundantes.
Las imágenes satelitales y fotografías terrestres mostraron la construcción de carreteras, grandes bermas militarizadas y nuevas estructuras en terrenos elevados al este de la “línea amarilla”, con vistas a las zonas donde los palestinos fueron desplazados por la fuerza.
Mouin Rabbani, exfuncionario de las Naciones Unidas y analista sénior sobre asuntos israelí-palestinos, dijo a Drop Site News que las nuevas obras de construcción israelíes en la franja palestina forman parte del enfoque histórico del régimen de crear realidades irreversibles sobre el terreno.
Conforme al experto, la entidad sionista ha adoptado sistemáticamente medidas graduales que se convertirán en permanentes, una vez que la presión internacional se disipe o los costos políticos se consideren manejables.
El frágil alto el fuego alcanzado entre Israel y el movimiento de Resistencia palestino HAMAS, que forma parte del llamado plan de 20 puntos para Gaza de Trump, entró en vigor el 10 de octubre. Según la fase inicial de la tregua, las fuerzas israelíes debían retirarse a la “línea amarilla”, dejando entre el 53 % y el 58 % de Gaza bajo control israelí, según mapas oficiales publicados por Washington y posteriormente por el ejército israelí.
Sin embargo, Forensic Architecture descubrió que, desde el alto el fuego, el régimen se había apropiado de más territorio mediante la colocación de al menos 27 marcadores físicos al oeste de la “línea amarilla” que figuraba en sus propios mapas. El plan de Trump establece que el régimen no ocupará ni anexará Gaza, y que sus fuerzas se retirarán eventualmente cuando una “fuerza internacional de estabilización” tome el control de la seguridad del enclave.
El informe concluyó que, mediante la expansión de puestos de avanzada, la integración de las redes de carreteras y la continua demolición de barrios palestinos, el régimen de Israel estaría consolidando una presencia que va más allá de las medidas de seguridad temporales y sugiere un papel permanente sobre el terreno en Gaza.
Tomado de HispanTV.

