El negocio de Rubio con el traficante Orlando Hernández
Por Hedelberto López blanch / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Con el indulto que otorgó el convicto presidente estadounidense Donald Trump al narcotraficante y expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, vuelven a salir a flote otras sucias artimañas archivadas en el historial del jefe del Departamento de Estado, Marco Rubio.
Congresistas demócratas y expertos en política estadounidense aseguran que la liberación del narcotraficante hondureño fue propuesta a Trump por el corrupto jefe del Departamento de Estado, Marco Rubio.
Después de darle el indulto y tras el rechazo internacional por la absolución de Hernández, el propio Trump afirmó que no sabía ni tenía mucho conocimiento de quién era en realidad ese sujeto. Claro, el que lo conocía bien era Rubio.
Recordemos que Hernández estaba preso en Estados Unidos con una sentencia firme de 45 años de cárcel impuesta por jueces del distrito sur de Nueva York, por el delito de exportar e introducir 400 toneladas de cocaína en territorio estadounidense.
En tamaña contradicción y escasa moral política, Trump acusa sin pruebas al presidente constitucional venezolano Nicolás Maduro de liderar un cártel del narcotráfico y ha lanzado una guerra contra esa nación con el ya declarado interés de apoderarse de todas las riquezas petroleras y minerales de ese país.
Pero volvamos a Marco Rubio que desde hace años se ha ido documentando su relación con el exmandatario hondureño y la poderosa firma de lobby BGR Group.
Un trabajo de investigación de la revista VICE denunció que Juan Orlando suscribió a inicios de 2020 un contrato con la firma de cabildeo BGR Group, fundada por el millonario republicano Haley Barbour, por un total de 660 000 dólares, con el objetivo de reforzar su imagen en Washington como un aliado confiable y un combatiente del crimen organizado. VICE es una revista fundada en 1994 en Montreal, Canadá, y actualmente instalada en Nueva York
En aquel momento el entorno judicial del mandatario comenzaba a desmoronarse pues su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández, quedó sentenciado a cadena perpetua por traficar toneladas de cocaína hacia Estados Unidos durante más de una década.
Aunque Juan Orlando negó las acusaciones que surgieron en ese y otros juicios, los testimonios recogidos por fiscales estadounidenses señalaron que el entonces presidente no solo sabía, sino que participaba y recibía sobornos para financiar sus campañas.
En ese entorno, la BGR Group lanzó toda una maquinaria publicitaria a favor del mandatario hondureño para lo cual contactó a personal del Congreso, distribuyó comunicados de prensa, organizó acercamientos y reforzó la percepción de Hernández como un socio confiable de Washington.
Y aquí aparece nuevamente el nombre de Marco Rubio quien, señala el reportaje de VICE, es históricamente, uno de los principales beneficiarios de las contribuciones políticas de BGR Group.
La firma organizó eventos de recaudación para Rubio en sus campañas al Senado de 2010 y 2016, así como en su corta campaña presidencial. Tras la suscripción del contrato con Honduras, BGR contactó a 11 empleados del Congreso; tres habían trabajado directamente con Rubio.
O sea, el gobierno de Hernández pagó a una firma estrechamente vinculada a un político que hoy, desde el Departamento de Estado, participa en la definición de la política exterior hacia América latina en la que trata de instalar la nefasta Doctrina Monroe.
Ya en abril de 2018, Rubio, entonces senador de Florida, tuiteó, «gracias al presidente hondureño Juan Orlando Hernández por dirigir a los narcotraficantes», donde debajo aparecía una foto de los dos hombres juntos.
El actual canciller estadounidense era un asiduo visitante del narcotraficante cuando este ejercía su segundo mandato, obtenido de manera fraudulenta pero con el aval de la Organización de Estados Americanos (OEA), dirigida entonces por el ultraderechista Luis Almagro. Durante una de sus visitas, Rubio felicitaba la «lucha contra las drogas» que libraba el gobierno de Hernández, mientras su hermano, Juan Antonio, inundaba con toneladas de drogas a Estados Unidos.
Las felicitaciones de Rubio a Juan Orlando por su lucha contra las drogas no pueden achacarse a la mera ingenuidad, porque la vida del político de extrema derecha está íntimamente ligada al narcotráfico.
Cuando Rubio tenía 16 años su cuñado Orlando Cicilia fue detenido en 1987 por traficar un enorme cargamento de drogas valorado en 15 millones de dólares. Éste vivía con Bárbara, hermana de Rubio, muy cercano a la casa donde residía Marco con sus padres. En el juicio celebrado en 1989, Rubio ya con 18 años, se negó a declarar si él o su familia habían recibido dinero de Cicilia.
El narcotraficante que resultó condenado a 25 años de prisión, salió después de 12 años tras un acuerdo con la fiscalía e inmediatamente, su cuñado que ya era miembro de la Cámara de Representante de la Florida utilizó su cargo para que le otorgaran a Cicilia una licencia de bienes y raíces. Esas enredadas relaciones lo llevan a que en Miami sea conocido como Narco Rubio.
Por eso su negocio y amistad con el narcotraficante Juan Orlando Hernández se considera una operación más en su larga trayectoria de mentiras, corrupción y relaciones con capos de la droga.

