Graduados de Estados Unidos en la ELAM: ¡Gracias Cuba!
Por Iliana García Giraldino
La celebración de la graduación de 11 nuevos jóvenes estadounidenses de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) resultó una amalgama de emociones, humanismo, espiritualidad, compromiso social, energía ante los próximos desafíos y agradecimiento a Cuba, que los felicita con la seguridad de que a la vuelta a sus comunidades cumplirán con sus deberes: servicios médicos sanadores, integrales, solidarios y no mercantiles.
Fue una fiesta de hermandad, una nueva etapa del proyecto del Comandante en Jefe Fidel Castro (1926 -2016) y el reverendo Lucius Walker (1930-2010), fundador de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO), a quienes se rindió homenaje en el acto al que asistieron los egresados y familiares, profesores y representantes de instituciones vinculadas al programa.
La ELAM ha graduado a más de 31 mil 200 alumnos de 122 países (siendo de EE.UU. 244) desde su inauguración en 1999 ocasión en la que Fidel, su creador, afirmó: “Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano…”
El legado de dos grandes hombres

En el acto, efectuado este miércoles en la Casa de la Amistad, Fernando González Llort, presidente del ICAP, evocaba a Fidel y a Lucius, y dirigiéndose a los graduados afirmaba: en ustedes, en la formación que han recibido y en el servicio que prestarán está el legado de esos dos grandes hombres sin los cuales hubiera sido imposible este proyecto.
Felicitó en nombre del ICAP a los jóvenes que terminaron sus estudios y a sus familiares, resaltó que culminan una etapa de años de esfuerzo y sacrifico alejados de sus seres queridos aseverando que la capacitación, conocimientos y habilidades adquiridos les brinda seguridad para acometer el trabajo al regreso a su país.
Con una especial alegría la rectora de la ELAM, Yoandra Muro Valle, rememoró la entrañable amistad entre Fidel y Lucius expresando a los jóvenes médicos “tenemos total confianza en todo lo que harán a partir de ahora, reciban un gran abrazo de los profesores y de cada cubano que tocó el alma y el corazón de ustedes”.
Atención médica: derecho, no mercancía
Samira Addrey, coordinadora en IFCO del programa de formación de médicos en la ELAM y graduada de ese centro, daba inicio en nombre de ambas instituciones a esta celebración “de amor, lucha y solidaridad, festejamos el camino recorrido por los 11 graduados, cada uno un puente entre comunidades, un fruto de la solidaridad y un médico para el mundo”, señaló, y dio paso a la bendición de la noche a cargo de la líder ecuménica reverenda Izett Sama, del centro memorial Martin Luther King Jr.
Claudia de la Cruz, directora ejecutiva de IFCO, al intervenir en el encuentro resaltaba “más que un logro académico celebramos un profundo proceso de transformación y compromiso, una opción de aprender medicina no al servicio del lucro sino inmersos en la vibrante, resiliente y profundamente humana sociedad cubana. En la ELAM no solo estudiaron anatomía y farmacología, vivieron el principio revolucionario de que la atención medica es un derecho no una mercancía”.

Aseguro a los jóvenes: aprendieron en el mejor lugar; “en barrios agobiados por un bloqueo impuesto por Estados Unidos que tiene nefastas consecuencias para la población, y en este contexto, puntualizó, conocieron sobre la ternura, la determinación y creatividad del pueblo cubano a pesar de su lucha por resistir, agregó, remarcando “nuestra esperanza es que ustedes lleven esa determinación consigo a donde quiera que vayan”.
Denunció: las mismas fuerzas que dañan a nuestras comunidades negras, inmigrantes pobres y trabajadoras son las mismas que intentan aplastar el espíritu revolucionario y la voluntad del pueblo cubano.
La directora ejecutiva de IFCO dijo a los graduados: han aprendido que la medicina practicada con amor revolucionario, con raíces comunitarias profundas y con un compromiso feroz con la justicia no solo es posible sino es esencial.
Ustedes llevan el legado de los doctores revolucionarios y la profunda comprensión de que la salud es un campo de batalla en el que se libra todos los días la lucha por un futuro más justo, equitativo y socialista, enfatizó, concluyendo sus palabras con un llamado: regresen a sus comunidades, practiquen la medicina no solo como una ciencia sino como un acto de profunda solidaridad humana.

Mensaje de un congresista estadounidense
El congresista Bennie Thompson, representante del estado de Mississippi y miembro del Caucus Negro del Congreso, envió un mensaje a la celebración: Ustedes no solo son graduados, son agentes de cambio, los felicito. Regresarán a sus vecindarios, clínicas y a su gente, y recuerden: están entrenados en un sistema que ve la medicina como un deber moral.
De los 244 graduados de EE.UU. en la ELAM, un centenar está trabajando en salud pública, educación, medicina integradora, investigación y sectores sin fines de lucro; otros 144 están completando la residencia o tienen licencia completa y practican en más de 30 estados, informó.
“Han estudiado medicina en un sistema que ve la curación no solo como ciencia sino como vocación, han aprendido a servir no donde sea conveniente sino donde más se necesita”, insistió.
En el acto los egresados recibieron certificados y respaldaron el Juramento Médico -compromiso de servir con conciencia, humildad y amor- el cual fue leído por Gail Walker, continuadora del legado de su padre Lucius, una de las líderes clave que ayudó a expandir el programa becas de la ELAM para estudiantes estadounidenses.
También los jóvenes fueron felicitados por miembros del Comité Asesor Médico IFCO-ELAM que los han apoyado a lo largo de los años de estudio, los doctores Mary Louise Patterson, Maxine Orris, Rob Andrews y Michele Frank.
Tomado de Siempre con Cuba (Portal Web del ICAP) / Fotos: Orlando Perera



