Bolivia alerta sobre riesgo de una tercera guerra mundial ante la ONU
El presidente de Bolivia, Luis Arce, señaló que las promesas de paz han sido reemplazadas por un incremento del armamentismo, la expansión del neocolonialismo, las intervenciones militares y la persistencia del hambre y la pobreza en el Sur Global.
En el marco del 80° período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, presentó una intervención centrada en un llamado a la comunidad internacional para declarar al mundo como “territorio de paz” y avanzar hacia un nuevo orden internacional basado en la cooperación, la justicia histórica y la desmilitarización.
Arce abrió su discurso con una mirada retrospectiva sobre los objetivos fundacionales de la ONU tras la Segunda Guerra Mundial, subrayando que “ochenta años después, el mundo no está mejor, sino más dividido, más desigual y más cercano a una nueva guerra global”.
El mandatario alertó que las promesas de paz han sido reemplazadas por un incremento del armamentismo, la expansión del neocolonialismo, las intervenciones militares y la persistencia del hambre y la pobreza en el Sur Global.
El plan boliviano: declarar al mundo como Zona de Paz
Como eje central de su intervención, Arce propuso que la Asamblea General de Naciones Unidas declare formalmente al planeta como Zona de Paz, en línea con la experiencia de la CELAC que en 2014 proclamó a América Latina y el Caribe bajo ese principio.
“Es la paz, y no la guerra, lo que debe guiar nuestras relaciones internacionales”, subrayó el presidente, recordando que el Sur global ha sido históricamente el escenario de guerras impuestas desde las potencias.
El jefe de Estado boliviano denunció que la actual crisis mundial responde a la lógica destructiva del capitalismo y su fase imperialista, que prioriza la ganancia de unos pocos por encima de la vida de las mayorías.
Arce señaló particularmente la militarización del Caribe por parte de Estados Unidos, las sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, y el apoyo de Washington a las acciones de Israel en Palestina, describiéndolas como prácticas coloniales y genocidas que amenazan la paz mundial.
El mandatario planteó también la creación de una Comisión Internacional de Reparaciones por esclavitud, colonialismo y genocidio, con el fin de reconocer y reparar las deudas históricas hacia los pueblos del Sur.
Asimismo, exigió una profunda reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, denunciando que hoy el organismo “está secuestrado por las potencias y sus vetos”, lo cual convierte al multilateralismo en una estructura ineficaz frente a las crisis actuales.
En su discurso, Arce dedicó un bloque especial a la defensa de la Amazonía, planteando que proteger la selva es “defender la vida misma”, y llamó a fortalecer la cooperación internacional para frenar la depredación ambiental que ponen en riesgo la soberanía de los pueblos amazónicos y la supervivencia del planeta.
Arce señaló como una de las principales trabas a la paz las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos contra Cuba y Venezuela, señalando que constituyen violaciones al derecho internacional y a los principios de la Carta de la ONU.
“Es inaceptable que en pleno siglo XXI se mantenga un bloqueo criminal contra el pueblo cubano, que resiste desde hace más de seis décadas. De la misma manera, rechazamos las sanciones contra la República Bolivariana de Venezuela, que solo buscan asfixiar su economía y doblegar la voluntad de su pueblo”, afirmó.
El presidente boliviano también expresó su respaldo a otros pueblos que sufren la presión de las potencias occidentales.
Sobre Palestina, denunció la violencia sistemática que enfrenta su pueblo: “Palestina sigue siendo víctima del colonialismo y de la ocupación militar. El mundo no puede permanecer indiferente ante esta tragedia.”
En cuanto a Irán, Arce advirtió sobre el riesgo que representa el restablecimiento de sanciones en el marco del acuerdo nuclear (PAIC): “La amenaza de reimponer sanciones contra Irán no solo socava el diálogo, sino que constituye otra forma de imposición unilateral que atenta contra la paz y la estabilidad global.”
El mandatario boliviano fue enfático en su condena al papel de Washington en la política internacional, acusando a Estados Unidos de ser responsable de bloqueos, sanciones e intervenciones militares que han generado sufrimiento en diversas regiones del mundo.
“No se puede hablar de paz mientras existan potencias que se arrogan el derecho de castigar y someter a países soberanos. Estados Unidos debe poner fin a su política de agresiones y aprender a convivir en igualdad con los demás pueblos del mundo”, expresó Arce.
Fuente: teleSUR

