Argentina: El estreno de “Seremos millones”, una experiencia colectiva conmovedora
Por Laura Gómez.
León Gieco, Nora Cortiñas, Luisa Kuliok y los directores Diego Briata y Santiago Vivacqua, entre otros, participaron de una emotiva presentación de la película que retrata el épico regreso de Evo Morales y Alvaro García Linera a su patria un año después del sangriento golpe de Jeanine Añez.
El camino de Seremos millones empezó en noviembre del año pasado, con una emotiva proyección en el Festival de Cine de Mar del Plata que contó con la presencia de uno de los grandes protagonistas de este documental: Evo Morales. El otro gran protagonista, como él mismo afirma varias veces a lo largo del metraje, es el pueblo boliviano. La película concebida como una creación colectiva, con dirección de Diego Briata y Santiago Vivacqua, producción de Grupo Octubre junto a la brasileña Opera Mundi, y música original de León Gieco y Gustavo Santaolalla (con un rap a cargo de Miss Bolivia y el propio Evo), continuó su recorrido en otros eventos prestigiosos como el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana o el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, y este jueves llegó a la ciudad de Buenos Aires con un Gaumont estallado y el mismo fervor.
Antes de las 19.30 la fila ya llegaba a la esquina y se desviaba de la avenida Rivadavia en dirección a Rodríguez Peña; en una noche fría, los espectadores hacían la previa equipados con gorros y capuchas, al calor de la charla. Una vez comenzada la proyección, algo del espíritu colectivo de la película se trasladó a la sala: hubo aplausos efusivos para varios líderes que aparecían en pantalla (Fidel Castro, Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Lula da Silva, Cristina Fernández, Rafael Correa y, por supuesto, el propio Evo junto a Álvaro García Linera, entre otros), pero también para celebrar las conquistas populares conseguidas durante el gobierno de Morales como el nuevo texto constitucional de 2009 que reconocía el Estado Plurinacional, la nacionalización de los hidrocarburos o las viviendas a las que pudieron acceder muchos integrantes de los pueblos originarios. Las apariciones de Jeanine Áñez, Lenín Moreno o Mauricio Macri, en cambio, fueron abucheadas.
“Haber llegado a estrenar esta película en el Gaumont que está acá, en el KM 0, y que pueda expandirse hacia los otros espacios INCAA es una alegría enorme después de haber estrenado en Mar del Plata y haber pasado por los festivales de La Habana o Guadalajara. Es un sueño hecho realidad. El golpe de Estado fue el momento iniciático de este proceso porque empezamos a hacer este documental cuando Evo volvió a Bolivia. Nos montamos en esa caravana y ahí nos dimos cuenta de que esta película tenía su razón de ser”, relata Diego Briata, uno de los directores.
Desde aquel inicio pasó mucha agua bajo el puente y el realizador advierte: “Aún no está todo bien en la región: en Bolivia, en Perú y en muchos otros lugares hay sectores que siguen agazapados y tratan de disputar los recursos naturales. Es un alivio haber podido llegar hasta acá, pero también hay que seguir en alerta para que la comunicación popular, el cine comunitario y este tipo de películas sigan reflejando lo que pasa hoy en la región”. Cuando se le pregunta qué simboliza Morales para él después de haber documentado esta parte de su trayecto político, responde: “Evo es un tipo duro, de su terruño. Yo siento una gran admiración por estos líderes. Tiene todas las características de lo que conforma un héroe colectivo, un líder popular. Mi admiración tiene que ver no sólo con lo que representa para la historia de la región sino para su pueblo: es increíble el amor que la gente tiene por él, lo que significa en términos de familiaridad. Para mí es uno de los últimos bastiones de la lucha contra el imperialismo y ojalá que todas las dificultades y tensiones por las que está pasando Bolivia en este momento al interior del MAS se puedan saldar en pos de la unidad”.
Uno de los símbolos más claros de la unidad latinoamericana se sintetiza en el célebre “No al Alca” proclamado por los presidentes latinoamericanos en la cumbre organizada en Mar del Plata en 2005. El estreno del film casualmente coincidió con el 17° aniversario de aquel hecho histórico que está retratado en la película y es uno de los momentos que más aplausos despierta en el público cuando aparecen en pantalla algunos fragmentos del discurso de Néstor Kirchner, la imagen de Diego Maradona en la tribuna o el famoso “ALCA, ALCA-RAJO” de Hugo Chávez. “La mirada regional es muy importante. Hoy contamos con Lula en Brasil, con Arce en Bolivia, con Boric en Chile, con Petro en Colombia. Contamos con varios. Vamos a ver si seguimos contando con nosotros mismos después de octubre”, dice León Gieco a Página/12 en la previa de la función.
“Evo es un personaje histórico. Es la primera vez que hay un presidente indígena y eso es muy importante”, subraya el artista. “Políticamente él significa lo correcto, lo que tendría que ser en todos los países latinoamericanos: defender nuestras fuentes de energía, nuestra economía. Es un personaje muy fuerte y en este momento del mundo lo político está devaluado. Las imágenes que hay del golpe en Bolivia son muy parecidas a las que se ven ahora de Jujuy. La represión siempre tiene la misma cara, ya sabemos quiénes son y el que sufre siempre es el pueblo”. Gieco no sólo estuvo presente como espectador; fue uno de los oradores en la presentación y le regaló a los asistentes uno de los momentos más conmovedores con su interpretación de “Cinco siglos igual” a capella bajo las luces tenues de la sala, junto al coro de espectadores acompañándolo desde las butacas y todos las cámaras orientadas hacia el escenario para capturar un instante único.
“Lo pusimos a rapear a Evo y lo hicimos socio de SADAIC, pero ya teníamos experiencia porque años atrás hicimos socio al Che Guevara”, comentó entre aplausos. “Me encantó participar en esta película. Alguien me contó que a Evo le gustaba componer poesías. Las leí, me parecieron lindas y había una que era muy especial porque el título ya tenía arranque, ritmo: ‘Mama coca’. Entonces grabé un coro y compuse la canción: música mía y letra de Evo. Necesitábamos alguien que pudiera magnificarla, entonces lo llamamos a Gustavo Santaolalla; él le dio un toque muy lindo. Y también pensamos que podía insertarse un rap, entonces llamamos a Miss Bolivia y compuso una letra muy buena, así que somos cuatro autores y compositores”, explicó sobre la cocina del videoclip que se proyecta al final del film e inunda de colores la pantalla.
Una de las presencias más destacadas de la noche fue sin dudas la de Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien dijo unas palabras en la presentación y antes de retirarse del Gaumont declaró a Página/12: “Evo representa la ilusión de los pueblos y me gustaría que algún día acá tuviéramos un vuelco así: que las provincias fueran respetadas, que Jujuy se liberara, que Milagro Sala quedara en libertad y todos los argentinos pudiéramos tener trabajo y un plato de comida todos los días, que los niños pudiesen tener la felicidad de una vida digna para toda su familia. Hay que tener la ilusión y la esperanza de que lo vamos a lograr saliendo a la calle y diciendo lo que queremos y lo que no queremos nunca más”. A pocos metros, su tocaya, la periodista Nora Lafon, declaró entusiasta: “La película me pareció decididamente maravillosa, es una película tan bien hecha y tan conmovedora que es un placer verla y yo invito a que todos se acerquen porque es una experiencia increíble”.
También dijo presente la actriz Luisa Kuliok, quien la próxima semana viajará a Bolivia para hacer una función especial de la obra Juana vive. “Evo Morales es pueblo y de eso se trata Seremos millones. La lucha es cotidiana, no se puede dejar de estar en alerta”, sostiene. “Estoy encarnando a Juana Azurduy y veo la vigencia de un texto escrito hace 51 años sobre cosas que pasaron hace 200. Este tipo de producciones iluminan para que uno pueda repensarse como persona, como pueblo y comunidad. Hay que ver a estos grandes hombres que marcaron el rumbo y lo que les pasó por marcar esos rumbos. Estas películas son imprescindibles, necesitamos verlas para tener una memoria cada vez más fuerte”. Kuliok también se pronunció a favor de la ley contra el negacionismo: “La derecha está aplastando todo pero no lo va a lograr, no saben la resistencia que podemos tener los pueblos. Estar acá para mí es un honor”.
Después de la proyección, el periodista y músico Claudio Kleiman manifestó sus impresiones sobre el documental: “Quedé muy conmovido. Por un lado, por la épica de la lucha de un pueblo que restituye a Evo Morales en el lugar que nunca debió dejar. Por otro lado, cinematográficamente la película es extraordinaria, una especie de thriller que no afloja el ritmo en ningún momento y te tiene atrapado. Es una gesta muy conmovedora, sobre todo teniendo en cuenta que algunos años atrás ciertas cosas eran impensables: por ejemplo, que un indígena gobernara Bolivia y provocara semejante transformación. Y un punto aparte para la música: la participación de León en persona le dio un condimento muy emotivo, la música de él y de Gustavo para el documental es extraordinaria”.
“Esta película muestra la verdadera epopeya que significó el acceso de Evo al gobierno de Bolivia representando los intereses de su gente, de los campesinos, de los pueblos originarios. También es una clase magistral de las estrategias de dominación que se da el poder para derrocar a los gobiernos populares que representan los intereses de la gente. Es una película que hay que ver porque reivindica los gobiernos populares de la Patria Grande, muestra cómo los pueblos que están luchando pueden recuperar la representación y defensa de sus intereses”, dice Ana María Careaga, ex detenida desaparecida y miembro del Instituto Espacio para la Memoria.
Marylin Partes es abogada y economista, y se desempeñó como diputada durante el segundo mandato de Morales. En algunos momentos de la proyección captura imágenes de la pantalla con su celular. Cuando se le pregunta por qué está en el Gaumont, recuerda su experiencia en primera persona: “Durante el golpe de Estado muchos abogados no hemos podido asumir defensa. Evidentemente era un Estado que no respetaba la norma: se vulneraron muchos derechos constitucionales de los bolivianos. Además de los genocidios, hubo detenciones ilegales incluso de colegas. Si uno defendía a los compañeros dirigentes, inmediatamente era detenido. Quise venir aquí porque tengo la inquietud de profundizar sobre temas de derechos humanos; sabemos que no estamos lejos de volver a entrar tal vez en una etapa similar, pero como se ve en la película lo bueno de Bolivia es que siempre estamos organizados y movilizados”. Por otra parte, señaló la necesidad de generar cambios profundos en el sistema académico universitario en pos de una mayor conciencia de clase y transformaciones sustanciales al interior de la justicia.
Hugo Soriani, director general de Página/12, recuerda que la producción comenzó en tiempos de pandemia, con Evo exiliado en Argentina: “En sus charlas él nos transmitía fe y una gran capacidad de lucha y compromiso. Evo decía que en un año iba a volver al gobierno y nosotros éramos un poco más escépticos. Fue el triunfo de la voluntad contra el pesimismo de la razón. Nada indicaba en ese momento de soledad y derrota que tan rápidamente iba a poder revertir la situación, pero cuando hay resistencia colectiva, construcción política y un líder indiscutido, todo es posible, incluso estas epopeyas luego de tanta sangre y tanta represión. Aún contra los intereses de los Estados Unidos, cuya embajada participó directamente en el golpe. Esto también es una lección de vida, de construcción política y voluntad de lucha: sin eso es imposible cualquier epopeya liberadora. La experiencia boliviana es un ejemplo que deberíamos mirar más seguido: su pueblo, Evo, Lucho Arce y García Linera son un ejemplo. Desde el Grupo Octubre y Página/12 es muy importante haber participado de esta producción porque tiene que ver con nuestras más profundas convicciones. En sus 36 años, el diario mantuvo firme su compromiso con el proceso de memoria, verdad y justicia”.
Los responsables del film, Nora Cortiñas, León Gieco, Tristán Bauer, en una noche especial/ Foto: Leandro Teysseire
Tomado de Página/12.