Los 60 de la UPEC

Por Graciela Ramírez, Resumen Latinoamericano-Cuba 

A la memoria de Marta Rojas, Ana María Radaelli, Guillermo Cabrera Álvarez, Lázaro Barredo, Antonio Moltó, Iroel Sánchez, cronistas de la Revolución.

Se dice en pocas palabras: Aniversario 60 de la UPEC…pero significa tanto celebrar estas seis décadas de la Unión de Periodistas de Cuba, fundada el 15 de julio de 1963.

Un acto emotivo y profundo lo reflejó este viernes, cuando se abrieron las puertas del hermoso teatro Martí y comenzó a llenarse de periodistas de generaciones anteriores y actuales.

Fue conmovedor ver algunos con el paso más lento o ayudados por un bastón, pero con tanto brillo joven y orgullo en la mirada, aquellos que han dedicado casi medio siglo de sus vidas a la ética de la verdad.

Tubal Páez presidente de honor de la institución, junto a otros legendarios periodistas, fueron honrados por la presidencia de la UPEC con la Moneda 60 Aniversario y el aplauso caluroso de sus colegas. La presencia de altos dirigentes del Gobierno, el Partido, el presidente de la Asamblea Nacional Estéban Lazo, la Central de Trabajadores Cubanos -CTC-, la Federación de Mujeres Cubanas -FMC- marcó la importancia de la conmemoración y el alto significado del rol de la prensa cubana para la nación.

Ricardo Ronquillo, presidente de la UPEC recibió el testimonio del respeto y agradecimiento de la CTC, la FMC y el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Mientras escribo estas líneas un Twitt del Primer Ministro Marrero Cruz felicita a la prensa cubana.

Rogelio Polanco, quien fuera director de Juventud Rebelde, hoy miembro del Secretariado del Comité Central y Jefe de su Departamento Ideológico, entregó el cuadro que lleva la firma del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y refleja las palabras de Fidel a la prensa cuando dijo: “Ténganme por uno de ustedes”.

Seis décadas entre dos siglos, marcados por la intensidad de las luchas y los grandes desafíos que ha tenido que enfrentar Cuba y América Latina.

Mientras estaba en el acto, evocaba la primera vez que tuve el privilegio de conocer una delegación cubana integrada por intelectuales y periodistas, era julio del ’92, cuando en Madrid se realizaba la II Cumbre Iberoamericana a la que asistiría Fidel. Aún no existía la Cumbre de los Pueblos, ni Internet, ni redes sociales, ni siquiera el correo electrónico.

El clima de aquel momento tras la caída de la URSS, la guerra de los Balcanes, la crisis de la socialdemocracia y la derechización de Europa, anticipaba la tensión y las presiones que ejercería Estados Unidos ante la presencia del máximo líder de la Revolución cubana.

Abel Prieto, en ese momento presidente de la UNEAC, Ovidio Cabrera por el Comité Central, Arleen Rodríguez Derivet, joven directora de Juventud Rebelde en aquellos años, Gladis Rubio, Pedro Martínez Pírez y otros destacados periodistas eran parte de la comitiva.

La agresión de los grandes medios era feroz. Ríos de tinta, titulares y espacios de “opinión” que llegaban a las dos páginas contaban los días para la caída de la Revolución. Cuba no podría resistir, caería el último bastión rojo de Occidente, era el relato con el que se pretendía asestar el tiro de gracia a quienes apostamos por otro orden internacional más justo, más humano y posible.

La contrarrevolución, siempre al servicio de Washington y contra su Patria se trasladó a Madrid.

Recuerdo cuando los vimos frente a nosotros, lo primero que pensamos fue de dónde salieron estos esperpentos…nos doblaban en edad, su aspecto era de ricachones, llevaban crespones negros en las banderas cubanas, eran toscos, feos, algunos no podían evitar el aspecto de matones. No es subjetividad. Nos recordaban a los franquistas que salían en noviembre a dar puntapiés a los puestos de los inmigrantes en el Rastro.

Fue una gran disputa donde conquistamos no sólo las calles y las plazas en grandes movilizaciones madrileñas encabezadas por Antonio Gades, Comisiones Obreras, UGT y miles de solidarios españoles y latinos. Disputamos también nuestro espacio a decir la verdad en la prensa plana. Sin contar con un centavo reunimos los casi ocho mil dólares que costaba en el diario El País publicar un anuncio a media página. Mario Benedetti, Rafael Alberti, periodistas, escritores, artistas, centrales de trabajadores, diputados de toda la izquierda firmaron el texto y ayudaron con su colaboración a pagarlo. Sitiada la Esperanza era el título. El bajante decía Bienvenido Fidel, admiramos la dignidad de su pueblo. El texto denunciaba el carácter criminal del bloqueo y llamaba a la movilización internacional.

Con la redacción de ese texto, a dos manos con el poeta argentino Poni Mitcharvegas, debuté como aprendiz de periodista. Costó un disgusto a Vargas Llosa pero esa es otra historia.

En el año 93 visité Cuba por 2da vez. Fue en ese viaje que conocí el periódico Juventud Rebelde y el combinado del Granma. Arleen y Pititi estaban al frente de JR. Jacinto Granda y Guillermito Cabrera Álvarez en el Granma.

No había papel, las máquinas afrontaban enormes problemas por falta de piezas de repuesto, la luz se iba por más de 8 horas. Allí conocí a Estéban Ramírez, Pepe Alejandro Rodríguez, Luis Sexto, Manolito González Bello, Marquito, Soledad Cruz, Magda Resik que creo aún no estaba graduada, vi por allí a Leonardo Padura.

Llegaban a la redacción en bicicleta, otros luego de largas caminatas desde la parada donde los dejaba la única guagua, tras las peripecias para alcanzarlas; todos afrontaban innumerables problemas cotidianos en sus hogares. Sin embargo en los textos que luego veía publicados de aquellas mujeres y hombres no había una gota de cansancio. Tan brillantes como humanos. Yo me preguntaba cómo hacían para sacar fuerzas día tras día.

Desde el año 94 vivo en Cuba, algunos de aquellos compañeros se transformaron en mi familia extendida. Pude responderme a mi misma de dónde sacaban la fuerza, afrontando problemas similares… volver a empezar tras el apagón; buscar con urgencia una medicina que el bloqueo impedía a este pueblo…

La prensa cubana en los duros años del período especial, en la movilización por el secuestro de Elián. El surgimiento del programa de TV Mesa Redonda, principal espacio político de opinión sobre la realidad del país y del mundo. La prensa como factor decisivo en la larga batalla por la libertad de los Cinco Patriotas. El salto hacia la Internet negada a Cuba por el bloqueo representó otro enorme desafío. Talentosos periodistas y programadores cubanos crearon el portal de mayor referencia de Cuba y uno de los más importantes de América Latina: Cubadebate. Hoy todos los medios de comunicación tienes sus portales informativos e interactivos.

La prensa cubana, que hoy celebra estas seis décadas de existencia, es la voz del pueblo que ha tenido que enfrentar todo tipo de agresiones del imperialismo voraz y criminal, que ha puesto a Europa a sus pies y condiciona a grandes potencias, pero no ha podido doblegar ni hacer sucumbir a esta isla.

Hoy son otros los retos que asume la prensa revolucionaria cubana contra la colonización cultural, el acoso, el odio y la mentira a través del relato que imponen los grandes medios y su brazo armado: las redes sociales; el secuestro del pensamiento político, ideológico y social, la penetración ideológica-cultural, el derrotismo y la invitación constante a abandonar la ética y los principios.

Y otra vez Cuba y su prensa desde la UPEC haciendo la diferencia, con recursos mermados, sin grandes dispositivos móviles, con enormes dificultades de conectividad, pero con una ley de Comunicación que por su avance debería ser ejemplo para el mundo.

Arleen Rodríguez me decía madrugadas atrás desde la vieja Europa tan derechizada como hace tres décadas: El recibimiento a Díaz-Canel en La Voz del Operario, una sociedad de apoyo de los trabajadores que organizaron los comunistas. Me recuerda nuestros días de combate en Madrid…

¡Cuba Vencerá! Corearon en Lisboa y hoy lo hacen en Bruselas.

Y aquí está la UPEC en sus 60, con la pasión de la verdad de aquel 15 de julio de 1963 y la ética que vive en cada uno de ellos.

Por los combates que daremos junto a la prensa cubana estos días en Bruselas desde la Cumbre de Los Pueblos, en paralelo a la CELAC-UE. Por todos los retos que vendrán, Felicidades UPEC, Felicidades queridos compañeros por levantar el fusil de la verdad.