Internacionales

El Tapón del Darién, un pasaje al infierno

Por Raúl Antonio Capote (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

El Darién, es lugar preferido, por lo tupido de la selva, cómo paso para inmigrantes irregulares, contrabandistas de todo tipo, incluidos narcos, traficantes y tratantes de personas.

Hablamos de un bloque selvático de 575 mil hectáreas entre Colombia y Panamá, a 3.500 kilómetros de Estados Unidos, que se ha convertido en un verdadero infierno de sufrimiento y muerte para quienes se arriesgan a cruzarlo en su largo camino al “sueño americano”.

De acuerdo a la Interpol, el negocio del tráfico de migrantes por esta zona factura millones de dólares a los delincuentes.

Un informe del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, señaló que, en los últimos cuatro años, cruzaron por la frontera colombo-panameña, 612,705 personas, y al menos 20% eran niños, es decir, 120,000 menores, algunos con sus padres, familiares e incluso solos.

En lo que va de este año, más de 40,000 infantes han cruzado la selva del Darién, muchos de ellos en completa soledad o fueron rescatados junto a los cadáveres de sus familiares.

«Los infantes se han expuesto a los peligros de ríos caudalosos, lomas empinadas, barrancos y al hábitat de jaguares peligrosos y serpientes venenosas» afirmó el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá.

Los menores y sus familiares una vez dentro del Tapón quedan expuestos, además de a los peligros de la selva, a la acción de grupos criminales.

De acuerdo con las cifras, de los inmigrantes que cruzaron la jungla, abril fue el mes con el mayor número de viajeros que entraron a Panamá, con 40,297, 6,5 veces más que los 6,134 del mismo mes de 2022., según refiere el Diario de NY.

El flujo parece no detenerse, mientras la muerte acecha en la jungla, cada vez son más los que escogen esta ruta en su camino a EE.UU., mientras los bandidos se enriquecen, las tumbas crecen, muchas de ellas sin nombre, otras, en el fondo de los ríos, claman por tiempos mejores cuando nadie tenga que seguir los cantos de sirena del norte o simplemente, no tenga que huir del hambre y la miseria en la tierra que les vio nacer.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto de portada: Tomada del Colombiano

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