Prosiguen protestas contra la fiscal general de Guatemala

En Guatemala frente a las sedes del ministerio público en varias partes del país, miles de ciudadanos han solicitado la renuncia la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y del juez Fredy Orellana, a quienes señalan de impedir la transición de poder en la nación centroamericana.

A los funcionarios se les acusa de interferir y judicializar el proceso electoral celebrado el pasado agosto, y que tuvo su momento más complicado días atrás cuando la Junta Directiva del Congreso de la República suspendió al partido Movimiento Semilla por orden de Orellana.

Medida que no tuvo éxito porque el Tribunal Supremo Electoral detuvo la suspensión del Movimiento  Semilla hasta el 31 de octubre, dado que la ley Electoral y de Partidos Políticos establece claramente que, mientras el proceso electivo esté en marcha, no puede suspenderse ni cancelarse ningún partido político.

Orden que el lunes la Junta Directiva tuvo que acata y retraer su decisión de despojar al partido izquierdista de la bancada en el Congreso.

El lunes en una reunión entre el presidente saliente, Alejandro Giammatei, y su sucesor Bernardo Arévalo León, el primero definió lo que está sucediendo como “un proceso histórico”, y según quedó recogido en la nota de prensa del gobierno, “en todo momento se garantizará un proceso abierto, ordenado y transparente”.

“Se va a respetar la voluntad soberana del pueblo de Guatemala. El pueblo habló, como se lo dije a usted, el pueblo decidió. Lo reitero con contundencia como me lo ha pedido: el doctor Arévalo será el próximo presidente por parte del partido Semilla que ganó las elecciones”. Expresó Giammattei.

Las movilizaciones populares que se siguen sucediendo en el país responden al llamado de Arévalo León, a defender la democracia y hacerle frente a un golpe de Estado en curso.