Venezuela: Se nos ha ido el poeta José Carlos De Nóbrega
Por Geraldina Colotti.
Nos enteramos con dolor de que Venezuela ha perdido a uno de sus hijos más comprometidos con la defensa de la cultura, el intelectual José Carlos De Nóbrega*, crítico literario y poeta. Escribió, entre otras cosas, el prefacio de uno de mis libros Nada es casual. Relatos en la distancia, publicado en Venezuela por el fondo editorial William Lara, la editorial de la Asamblea Nacional. Palabras profundas y para mi conmovedoras, por las que lo agradezco, y que quiero compartir aquí, para recordarlo. Lo volveremos a hacer en noviembre, en la próxima Filven 2023.Venezuela: Se nos ha ido el poeta José Carlos De Nóbrega
El mundo laberíntico de Geraldina Colotti
Nada es casual. Relatos en la distancia, 2022, de Geraldina Colotti, es una reunión de cuentos desconcertante, pero a la vez muy seductora. En la medida ascendente y subterránea que hacíamos su lectura, nos fue atrapando y ganando en complicidad lúdica. No pudimos soltar su corpus hasta pasearnos a lo largo de sus 70 cuentos-pasadizos breves. Se nos vino a la mente eidética y onírica en vigilia, la arquitectónica laberíntica de Piranesi, habitada por los humanoides creados por De Chirico. Los textos de una página y los microrrelatos que nos evocan la contundente agudeza de Monterroso, se mueven entre la prosa poética y la narrativa experimental vitalista que desdicen o abominan de la retórica universal hueca. Constituye un reportaje en registros y climas diversos del mundo bizarro que nos atribula el primer cuarto del Siglo XXI.
Los primeros compases de este conjunto sinfónico atonal, recrean entre la aspereza y la ternura del compromiso libertario, las experiencias carcelarias de los activistas políticos. “Esca-Bel” y “El saguaro” se empalman con la crudeza y la rebeldía indómita de “El Apando” y los cuentos y las crónicas de José Revueltas, reo político desde muy joven. En este caso, Colotti nos habla a solas de tal cautiverio que transforma a su protagonista en cactus espinoso y resistente por vía de la cosmogonía indígena centroamericana. Es una voz europea, heredera de Gramsci, que repudia la hegemonía eurocéntrica y se asimila a la lengua subversiva de Nuestra América. “Paranoia” es un fresco ambiguo, de donde traspapelar historias médicas equivale a la transmigración del alma enferma, que va de la gitana a su compañera de vil y misógino presidio.
La lucha política armada y discursiva, alusiva no pocas veces a las Brigadas Rojas en la Italia de los setenta, se convierte en un muy crudo relato épico, que apuesta por la poética virulenta de Pasolini y las atmósferas narrativas, en el que el contexto escurridizo de la realidad histórica colinda con lo fantástico y lo surrealista, digamos también influencia del cine de los Taviani y el muy esencial de Fellini. “La liebre” es una crónica del enfrentamiento entre guerrilleros urbanos y policías en clave de Bestiario: el animalito es catalizador y metáfora viva de esta cacería inmisericorde entre depredadores humanos. “La lección” pertenece al ámbito de la polémica ideológica, esto es una crítica sadomasoquista impostada a la educación y sus alfileres alienantes. “El panfleto” se refiere a la lucha armada y propagandística de los ochenta, los pasquines comunistas de ese entonces quedan bajo la curaduría de una anciana partisana de la resistencia al primer fascismo de Mussolini y Hitler. Pertinente advertencia a las mutaciones totalitarias de este siglo xxi. No podía faltar el terco relato, en absoluto desacato al reino de este mundo: “Un fantasma recorre (…)“, breviario comunista y parodia entre Ionesco y Beckett en el que le arrebatan a Carlito Marx la sábana, ello, a los fines propagandísticos embusteros de la contrarrevolución. Como lo expresó con sorna el cineasta Nani Moretti, Marx y Freud vocean la compra y venta de sus frutos en el mercado periférico, circo y carnavalización de nuestro muy bien amado pueblo trabajador.
Es de una evidencia impune y revoltosa que Geraldina Colotti sea una aguda lectora de su tiempo y de la literatura occidental que nos explica esplendor, decadencia y contingencia civilizatoria. Nos topamos y golpeamos con las puertas de cristal antibalas, cuando cita e interpreta la política ficción de George Orwell en 1984 y Rebelión en la Granja. “El factor K” y “Re-belde” son ejercicios intertextuales del más divino e inquietante cinismo. La granja disonante del escritor y periodista inglés se adhiere al clima absurdo de El proceso de Kafka, contado por sí mismo y por el esclarecedor ensayo de Canetti. En tanto que el diálogo disonante entre la abuela Jet y su nieta Qun excede la conversa socrática; la cueva de Platón y la distopía del Gran Hermano, en el ciberespacio o hipermundo estremecido por el afán anarquista de ese par de avatares féminas Re y Belde. Nuestra escritora, pues, conoce y sabe que cada utopía trae aparejada su contra-libro, permítase aquí la cita entre Borges e Ítalo Calvino.
Nos complace sobremanera que Colotti nos sacuda la cabeza, el corazón y las tripas, apelando a metáforas audaces y espinadas como rosas entrañables. Los microrrelatos se nos hacen agua impúdica y aforismos muy picantes en el paladar del que lee con mordaz placer. Al igual que Lichtenberg, Gracián, Monterroso y el contraescritor venezolano, Gabriel Jiménez Emán. Se trata con ingenio, poesía y comedia del arte las villanías del entorno en la bizarría aparente del lenguaje.
La prosa de esta escritora italiana enamorada de América Latina, ronronea y hace de las suyas como gata cortazariana y montés en un penthouse asombroso. Derrama el vino en la alfombra y deja mordiscos y muescas en el mobiliario de caoba y el cableado electrodoméstico. Ello, edificando su Museo de la Paradoja, ready-made satírico, voluptuoso y amoroso a contracorriente de mausoleos blanqueados como los descritos por Cristo en sus alocuciones y parábolas. Vale esta apóstata y liberadora incursión en el mundo laberíntico de Geraldina Colotti. No teman los lectores quedar al amparo de este aquí y ahora, que vindica la sala cálida y sabrosa del excitante purgatorio jamás arrebatado por teólogos infelices.
José Carlos De Nóbrega (Caracas, 1964-2023). Narrador y ensayista. Es Licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura por la Universidad de Carabobo. En el año 2010 culminó la Maestría de Literatura Latinoamericana de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara, Maracay). En 2015, fue profesor invitado por la Universidad de Salamanca para dictar un curso sobre literatura venezolana, auspiciado por la Cátedra Ramos Sucre de la USAL y el CENAL.
Ha publicado dos volúmenes de ensayo: Sucre, una lectura posible (Universidad de Carabobo) y Textos de la Prisa (Gobernación del estado Carabobo) en 1996. Los libros de ensayos Derivando a Valencia a la Deriva (2007) y Salmos Compulsivos por la Ciudad (2008, versión digital en www.letralia.com) han sido publicados por las editoriales “El Perro y la Rana” y “Letralia” respectivamente. En mayo de 2008, la Editorial Letralia publicó Para machucar mi corazón: Una antología poética de Brasil (serie Transletralia, versión digital en www.letralia.com), de la cual es el compilador y el traductor. En 2011 apareció el libro de ensayos Salmos Compulsivos, bajo el sello editorial Protagonica.
El Fondo EditorialFundarte publicó el libro de cuentos El Dragón Lusitano y otros relatos, en 2013. En 2014,
Fundarte hizo públicas dos traducciones a saber: los libros de poesía Las imaginaciones / El soldado raso. de Ledo Ivo y la novela La Pasión según G.H., de Clarice Lispector. También tradujo Dispersión / Indicios de Oro, del poeta portugués Mário de Sá Carneiro.
Ha colaborado en diversas publicaciones periódicas: Poesía, La Tuna de Oro, Tiempo Universitario, Letra Inversa del diario Notitarde, Laberinto de Papel, Revista Nacional de Cultura, Imagen, suplemento Letras del diario Ciudad Ccs, el diario Vea y Fauna Urbana.
Ha obtenido el Premio Nacional del Libro, capítulo centro-occidental, durante los años 2006 y 2007. Posee la página www.salmoscompulsivosdos.blogspot.com.
Tomado de Resumen Latinoamericano – Argentina.