Ciencia y salud cubanas en condiciones de bloqueo: Un ejemplo de resistencia creativa
Por David Rodríguez Fernández
Cuba se enfrenta a una difícil carrera de obstáculos cada día desde hace más de 60 años. A cada medida que toma el país para superar un problema en beneficio de la mayoría de la población, el gobierno de EEUU aplica una nueva medida que agrava la crisis económica. Incluso durante la pandemia de la COVID, tan cercana y casi olvidada, se trató de asfixiar literalmente impidiendo la compra de oxígeno para las personas enfermas. Se trata de un bloqueo económico, comercial y financiero con todo un andamiaje legal, arropado por una permanente campaña de márquetin mediático, que ha evolucionado en estos más de seis décadas desde que el presidente de EEUU Kennedy lo formalizó en febrero de 1962, hasta llegar a la actualidad con intervenciones quirúrgicas que tratan de cortar todas las vías de ingresos del país de una manera sádica e hipócrita. El cinismo de EEUU llega hasta de acusar a Cuba de ser un país patrocinador del terrorismo para justificar esta política criminal de guerra. En definitiva, es una consciente y planificada política de bloqueo a un país que trata de matar de hambre y desesperación a todo un pueblo por la sencilla razón que decidió ser libre y soberano, sin ningún tutelaje, y menos el de EEUU. Un verdadero delito de lesa humanidad que debe ser juzgado y condenado.
En este contexto hostil, Cuba resiste y sobre todo es consciente que solo con sus propios esfuerzos saldrá adelante. A pesar de estar acompañada por un gran movimiento de solidaridad en el mundo y de la comunidad internacional, como se vio en la última cumbre del Grupo 77 + China, donde precisamente Cuba ejerce la presidencia pro tempore, o como se verá en los primeros días de noviembre en la votación en Naciones Unidas de la Resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU a Cuba”, es el capital humano y la resistencia heroica la que hace vencer y evolucionar a la sociedad cubana.
Uno de los sectores más destacados de la Cuba revolucionaria es la Ciencia y la Salud concebidas no como un producto de mercado ni un lujo, sino como un servicio público orientado a las necesidades del pueblo. Para abordar cómo Cuba resiste de manera creativa para superar las medidas del bloqueo de EEUU, Claudia Bernal Estrada, una joven investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), visitará en el mes de octubre 11 territorios del estado español para realizar distintas actividades sobre el papel de la salud y la ciencia cubanas bajo las condiciones de bloqueo y ante los retos actuales del país, invitada por el Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba (MESC). Bernal Estrada es graduada de Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de la Habana (CUJAE), y representa a una institución que es responsable de la creación científica de fármacos y vacunas como la Soberana contra la COVID, junto a otras instituciones del polo científico cubano, ideado por Fidel hace décadas.
En las distintas actividades en las que participará junto a las organizaciones de solidaridad de Galiza, Asturias, Cantabria, Euskadi, Catalunya, Zaragoza, València, Alicante, Murcia, Andalucía y Madrid, Claudia, quien también es miembro del Comité Nacional de la UJC de Cuba, expondrá los resultados de la biotecnología cubana, en especial del CIGB y desarrollo de las vacunas ANTICOVID, las dificultades con la OMS, el impacto del bloqueo en el sector, así como la impronta de Fidel en el desarrollo actual de la ciencia cubana. Serán encuentros e intercambios para reflexionar cómo contribuir a la difusión de la verdad de Cuba y cómo romper el bloqueo de manera efectiva.
Porque nuestros pueblos europeos también se ven privados de la Ciencia Cubana cuando no se le reconocen en la OMS sus logros en materia de medicamentos y vacunas, o cuando no se le compran fármacos como el Heberprot-P, único de su tipo en el mundo, que ha sido capaz de reducir en más de cuatro veces las amputaciones por úlcera del pie diabético en pacientes cubanos; o la vacuna CIMAVAX-EGF contra el cáncer de pulmón; o el POLICOSANOL (PPG), un producto natural elaborado a partir de la cera de la caña de azúcar que se utiliza sobre todo para disminuir el colesterol, aunque el producto también tiene otras aplicaciones, ya que se ha demostrado sus efectos antiagregantes, antiisquémicos y antitrombóticos; la vacuna bivalente VA-MENGOC-BC, compuesta de vesículas de membrana externa de meningococo B y de polisacárido capsular de meningococo C; el fármaco llamado NeuroEpo, que retrasa la expansión de la enfermedad del Alzheimer. Estos son algunos ejemplos, pero la Ciencia Cubana sigue trabajando en un ensayo clínico con Heberferon, que actúa sobre el carcinoma renal y en pacientes con tumores cerebrales malignos, con ensayos con la vacuna terapéutica, TERAVAC-VIH, que propone reducir la carga viral de los portadores del VIH, etcétera.
Un normalizado intercambio científico y económico entre nuestros pueblos sería mutuamente beneficioso. Sólo el miedo a la represión extraterritorial del bloqueo o a la sumisión política explica esta anomalía democrática y de libre comercio, un dogma muy occidental y capitalista, pero incumplido cuando se trata de Cuba.
El pasado mes de julio, en el marco de la Cumbre de los Pueblos en Bruselas, se convocó a un Tribunal Internacional contra el bloqueo de EEUU a Cuba para los próximos 16 y 17 de noviembre en la misma capital belga, convocado por la Asociación Internacional de Juristas Democráticos, el Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo, el PIE y el Gremio Nacional de Abogados de Estados Unidos, el Foro de Abogados y Abogadas de Izquierda-Red de Abogados Demócratas de España, la Conferencia Nacional de Abogados de Estados Unidos, el Movimiento de Solidaridad con Cuba en Europa, organizaciones sindicales y asociaciones de cubanos residentes en el viejo continente. Con este tribunal internacional, que contará con la participación de destacados juristas y activistas de distintos sectores, se denunciará el carácter extraterritorial del bloqueo contra Cuba y la inclusión de la mayor de las Antillas en la unilateral lista de Washington de países patrocinadores del terrorismo, que refuerzan el carácter violatorio del Derecho Internacional de la política estadounidense hacia la isla. Será una oportunidad muy importante para alzar la voz de Cuba como víctima de la mayor y más prolongada agresión genocida y de apartheid a todo un pueblo por parte de un gobierno en la Historia Contemporánea, pero también un excelente foro para contribuir a acabar con esta injusticia.
Tomado de Cubainformación