Taher Ali, miembro de Al Yudur: “La solución de los dos estados para Israel es el aseguramiento de sus fronteras y una puñalada para la resistencia palestina”
En el momento de escribir estas líneas, los bombardeos han vuelto a Gaza tras unos días de tregua. Mientras, y cuando se cifran en 16.000 los palestinos muertos, las movilizaciones se retoman en nuestro país, pero cada vez con menos asistencia y repercusión.
Es en estos momentos, en los que el desánimo y la sensación de derrota y desesperación flota entre las solidarias con Palestina, cuando ayuda escuchar voces palestinas que tienen claro que la proclama «desde el río hasta el mar, Palestina vencerá» terminará siendo una realidad más pronto que tarde.
Por eso, extractamos la entrevista que Koine TV realizó hace unas semanas a Taher Ali, miembro de Al Yudur, asociación de jóvenes palestinos, y refugiado palestino de segunda generación.
- ¿Cómo tenemos que entender la colonización en Palestina y el conflicto actual para hacernos una idea más global del asunto?
Efectivamente, lo primero que tenemos que abordar es que hay un conflicto colonial, que no es un conflicto entre dos pueblos, que no hay dos burguesías enfrentadas por controlar unos territorios y dos clases obreras que puedan estar un poco siguiéndoles el juego o víctimas de su juego como puede ser cuando se analiza, por ejemplo, históricamente guerras europeas que es en lo que se suelen basar los elementos teóricos que tenemos en la izquierda revolucionaria en Europa.
Aquí de lo que se trata es de un proceso colonial. Si queremos buscar una comparativa lo tenemos que comparar con la colonización francesa de Argelia, con la colonización francesa y americana de Vietnam. Esa es la analogía, no es un conflicto entre dos pueblos sino que es un conflicto entre un régimen colonial y entre un pueblo nativo colonizado.
Tiene además la particularidad de que no quieren simplemente explotarnos como clase nativa para robarnos los recursos naturales como han podido ser otros fenómenos históricos, como los conocidos de América, por ejemplo. En este caso es una colonización por sustitución. Evidentemente se quieren quedar nuestros recursos naturales porque quieren quedarse todo lo que tiene nuestra tierra, también su posición geopolítica, pero quieren eliminarnos. El proyecto sionista se basa en la limpieza étnica de todo el territorio por asesinato, por desplazamiento, por los medios que que sea necesario. Este este marco es muy importante y no hay que perderlo para entender la realidad del conflicto y para entender las posibles soluciones que pueda tener en un futuro.
- ¿Qué más puedes contarnos acerca de la resistencia Palestina y cómo se organiza?
Evidentemente, Palestina como pueblo colonizado y al que se intenta someter, no tiene las capacidades para tener un ejército y es cuidado por su resistencia. Una resistencia que se puede parecer a lo que fue el Frente de Liberación Nacional Argelino o al Vietcong vietnamita con la particularidad de que está formada por diferentes facciones.
Desde el inicio prácticamente hubo diferentes facciones que más o menos supieron encontrar una unidad dentro de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) bajo un liderazgo claro, pero desde la derrota de Beirut en los años 80 y tras la decadencia total de la OLP se han acentuado más las diferencias. Aunque los grupos estuvieran dentro de la OLP siempre han tenido un poco su autonomía de agendas.
Hoy en día la resistencia principalmente es Hamas seguido, seguramente, de la Yihad Islámica y, en tercer lugar, en capacidades, en potencia y en prestigio tendremos al Frente Popular para la Liberación de Palestina que es el partido marxista-leninista palestino, el más importante de la izquierda. Luego hay otros grupos como el Frente Democrático, como muchas ramas de Fatah que sí que pertenecen a la resistencia sobre todo si están encuadradas en Gaza y no son súbditas de la Autoridad Nacional Palestina.
- ¿Cómo se puede esperar que se desarrolle esa lucha de liberación nacional y de descolonización? ¿Tiene la resistencia Palestina capacidad para avanzar, para resistir, para hacer frente a Israel?
Yo creo que lo que mejor responde a eso es la imagen del vídeo viral que hemos visto estos días en las que un miliciano palestino sale de entre unos olivos con un proyectil en las manos y pegándose una carrera lo deposita encima de uno de los tanques más potentes del mundo, que tiene implementados unos sistemas de seguridad para protegerlo que cuestan millones. Y con la valentía y el arrojo de ir a dejarlo con la mano en el momento indicado, en el sitio indicado, eso se destruye. Como dice una canción que se canta no lejos de aquí “pero nada pueden bombas cuando sobra corazón”, pues si encima de corazón tienes una bomba, aunque no sea como la que tiene el ocupante, yo creo que realmente el pueblo palestino es indestructible.
A pesar de que tienen la capacidad para hacer un genocidio, ya son 10,000 muertos y en breve seguro que estaremos hablando de mucho más, pero con todo, masacrar a los 14 millones que somos se me antoja una cosa difícil aunque solo sea por los separados que estamos. Y, desde luego, los que estamos a miles de kilómetros seguimos teniendo el mismo espíritu de lucha y es algo que nosotros por supuesto vamos a enseñar a los hijos y es que no somos nosotros los que viven el retorno yo creo que no se puede frenar a un pueblo.
- ¿Qué posición tiene que tener los marxistas occidentales que tratan de favorecer la lucha de clases en Palestina?
Dejar de ser marxistas occidentales para ser marxistas en Occidente.
Pero bueno, más allá del chascarrillo, el papel de un revolucionario tiene que ser apoyar a la resistencia. Lo primero que necesita hacer un pueblo es liberarse y, una vez que se libera, es cuando puede haber un proceso de emancipación que lleve a unos niveles más altos, pero no cuando te estás jugando la vida. Por eso el marxista occidental no entiende los disturbios, de lucha de clases, que hay en Estados Unidos y no entiende que los proletarios negros en medio del fragor cojan un televisor y se lo lleven a su casa porque es que no entienden lo que es la vida de un colonizado, que tu vida no importa nada, que no tienes ningún acceso a ningún tipo de comodidad material y que, seguramente, por tu condición económica nunca lo vas a tener. Lo que tiene que hacer un marxista es apoyar a la Resistencia Palestina.
Primero porque incluso, aunque quisieran montar un régimen que a ti no te parecería bien, tú no eres quién para decidir como un pueblo tiene que desarrollar su futuro. Y luego, porque es precisamente con ese apoyo total con el que hay más posibilidades de que pueda triunfar el proyecto revolucionario palestino: el proyecto de la liberación Palestina es la revolución Palestina. Hemos dicho que somos desheredados. O sea, no tenemos tierras porque nos la robaron, incluso los que viven en la Palestina histórica, son refugiados mayormente en el gueto interior, en lo que se conoce como el estado de Israel, pero también en el gueto de Gaza y también en los guetos de Cisjordania. A la mayor parte de la población le han arrebatado. Si se produce el retorno, lo mínimo que pasaría ahí sería un reparto de tierra a lo Revolución Cubana, o sea, lo mínimo que tendría que ocurrir con todo el abanico de posibilidades realmente emancipatorias que habría.
Y eso ni siquiera necesariamente choca con la agenda islámica porque en la agenda islámica, que es algo también que la gente no entiende que piensa que el islam es los jeques (los jeques es la aplicación turbocapitalista del petrodólar a unos fundamentos postimperialistas a unos fundamentos supuestamente islámicos), a propiedad de la tierra, los intereses bancarios, la propiedad de las aguas… son cosas prohibidas o muy controladas en el programa islámico. Por eso hay fuerzas que, aunque se identifican con el islam, son muy progresistas. Sobre todo cuando estamos hablando de gente que no tiene nada, o sea, es que a lo mejor un militante de la Yihad Islámica tiene un programa revolucionario que alguien de un partido comunista en Europa ni siquiera sueña en la realidad el poder realizar, porque es que estamos hablando de la abolición de la propiedad privada.
Luego tenemos ejemplos también de cómo países que se han conseguido liberar en una lucha de liberación nacional han caído en el postcolonialismo, pero eso es precisamente una de las razones por las que hay que apoyar a la resistencia palestina para que no tenga que pactar con el enemigo. Porque va a ser la burguesía palestina, los restos de la burguesía palestina que solo se puede alimentar con la colaboración con el enemigo, la que apoye estos pactos porque si no no tiene la posibilidad de llegar a un acuerdo con las potencias ocupantes es que realmente nada le va a sostener en el poder. La única realidad, lo único que puede hacer una burguesía en un país colonizado es agarrarse a los colonizadores porque son los que le aseguran que van a tener esos privilegios porque luego, cuando se queden entre iguales, se van a acabar.
Por eso hay que renunciar a todo tipo de diálogo, aparte de porque es una engañifa, porque es algo completamente contrarrevolucionario. No puede haber ningún tipo de negociación más que puntualmente un intercambio de prisioneros, o una retirada de posiciones, o lo que sea. Y esto también lo dice Ghassan Kanafani: “Cuando un pueblo lucha por su Liberación, sin ningún tipo de cesión y sin ningún tipo de negociación, automáticamente da un paso de gigante hacia el socialismo”.
- ¿Cómo se ve desde una perspectiva palestina lo de la solución de los dos estados?
La solución de los dos estados para Israel es el aseguramiento de sus fronteras. Cualquiera que se muestre supuestamente solidario con el pueblo palestino pero apoye la llamada solución de los dos estados está defendiendo Israel. Y esto es una realidad material muy independientemente de la subjetividad que se tenga, y aquí van pues los partidos comunistas del mundo que todavía sigue habiendo algunos que hablan de las fronteras del ´67, partidos socialistas, sindicatos…
Hablar de dos estados es reconocer el sionismo, es reconocer que esos colonos por la fuerza de las armas, que esas matanzas que hicieron, la Nakba, les da el derecho a sentarse en esa tierra. Eso es así. De cara a Palestina la solución de los dos estados es una puñalada por la espalda en el sentido de decirle a los refugiados nunca vais a volver. De decirle a la resistencia “os estamos copando las posibilidades de Victoria”.
Tomado de Todo por Hacer