PSUV seguro de la relección de Maduro
Por Clara Lídice Valenzuela García
Aunque mucha agua puede correr hasta el próximo 18 de julio, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) está seguro de la reelección de su candidato Nicolás Maduro, la que considera un regalo al fallecido líder revolucionario Hugo Chávez, justo el día en que cumpliría 70 años.
La afirmación de la eventual victoria del actual mandatario procedió del primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, quien confirmó este lunes que los comicios en que participan 13 candidatos será un triunfo popular del chavismo.
Cabello afirmó en su habitual rueda de prensa que el partido saldrá a las calles a cumplir las tareas ¨con sanciones y sin sanciones¨, impuestas por Estados Unidos (EE:UU.), la Unión Europea (UE) y los conocidos satélites del imperio norteño que mantienen bajo acoso y ataques a la nación suramericana.
El también jefe de la bancada del Bloque de la Patria en la Asamblea Nacional, se refirió a un eventual recrudecimiento de la violencia política según se acerca la fecha del sufragio, al que están convocados más de 20 000 000 de posibles votantes.
El gobierno venezolano tiene los pies sobre la tierra y aunque está convencido, al igual que el PSUV, que no hay un aspirante con suficiente capacidad para derrotar en las urnas al mandatario, también conoce que las próximas semanas y meses la derecha internacional fortalecerá sus ataques contra la Revolución Bolivariana y su líder.
ADVERSARIOS DEL SOCIALISMO VENEZOLANO
El venidero sufragio –han sido 29 desde que Chávez ganó la primera magistratura en 1998 y el gobierno solo perdió una- reflejan, otra vez, el comportamiento de la oposición política de Venezuela, en un año en que las fuerzas más retrógradas de dentro y de fuera del país atentan contra la seguridad nacional y el presidente Maduro.
Mientras se acerca julio van quedando al desnudo las maniobras desestabilizadoras de los archiconocidos enemigos del proceso bolivariano.
Estados Unidos (EE.UU.), el mayor injerencista del planeta, mantiene sus pretensiones de apoderarse de Venezuela y su petróleo, a pesar de los continuos fracasos cometidos por sus protegidos opositores, como Juan Guaidó, Leopoldo López y María Corina Machado, y las acciones directas de atentados a la paz interna, invasiones, ataques en foros internacionales, intentos de magnicidios y la puesta en práctica de más de 900 sanciones a su economía y a sus funcionarios.
En medio del ajetreo de inscripciones de los aspirantes, cerradas el pasado día 25, el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, denunció hace pocos días un nuevo plan para generar violencia interna y alertó que en los últimos meses se aniquilaron cuatro intentonas de subvertir el orden en el país.
La nueva acción fue organizada –según el ministro- por personeros mafiosos ubicados en ciudades de EE.UU. y de Colombia en otro intento desesperado de evitar las elecciones, escribió el general en jefe en su cuenta de X.
Mientras, y para evitar mayores problemas, el exjefe militar del gobierno de Carlos Andrés Pérez, Mario Iván Carratú, declaró que están contratando militares en EE.UU. para organizar un “movimiento libertario” al que pretenden vincularlo como “supuesto líder de este nuevo engaño a los venezolanos”.
En su red social X, Carratú, residente en el exterior, manifestó que ¨me veo en la obligación de denunciar públicamente a quienes pretenden relacionarme con esas actividades, ya que ¨no solo me comprometen inconsultamente en propuestas inaceptables, dijo, sino porque además buscan engañar, en su buena fe, a civiles y militares honestos y patriotas¨.
En ese contexto, el canciller venezolano Iván Gil, de visita en Rusia, advirtió que es momento que Washington abandone sus presunciones injerencistas, y citó al subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Brian Nichols, quien brindó sus negativas apreciaciones sobre los comicios durante una visita a España.
EL PALACIO DE MIRAFLORES EN JUEGO
Son 13 los políticos, de ellos 12 opositores a la Revolución Bolivariana, los que competirán dentro de tres meses, indicó el Consejo Nacional Electoral (CNE) al cierre de las inscripciones.
La alta cifra de candidatos, escogidos en medio de rencillas de las distintas facciones, presentaron sus candidatos por separado.
La que ellos consideraban su candidata estrella, la contrarrevolucionaria María Corina Machado, salió de la contienda antes de entrar oficialmente, pues su inhabilitación para ocupar cargos públicos durante 15 años –dictada en 2015- fue ratificada por la Fiscalía General antes de las nominaciones oficiales.
Al confirmar esta medida, en 2023, la Contraloría venezolana indicó que la fundadora del partido derechista Vente Venezuela fue “partícipe de la trama de corrupción“, dirigida por Guaidó, y del despojo de las compañías Citgo Petroleum y Monómeros, así como la confiscación de otros activos del país, valorados en al menos 33 500 000 000 millones de dólares, en el contexto de las sanciones impuestas por EE.UU.
Machado trató de inscribir una sucesora nombrada a dedo, la académica de 89 años, Corina Yoris, pero fue bloqueada por el CNE ya que su partido no participó en los dos últimos eventos electorales y fue suspendido.
Todavía la ex diputada no ha aclarado si apoyará a alguna de las opciones registradas.
Uno de los opositores políticos de peso en Venezuela, Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia, y su acompañante en la chapa del partido Un Nuevo Tiempo, Edmundo González Urrutia, fueron los últimos en inscribirse ante el CNE.
Rosales, quien ha participado en todas las estructuras históricas de la oposición, ganó con amplia ventaja en 2021 la gobernación del principal territorio electoral del país. González Urrutia es un exdiplomático desconocido en la opinión pública y se espera que pueda ser sustituido antes de julio.
La participación de Rosales echa por tierra la idea de que Maduro querría reelegirse sin rivales que tuvieran fuerza política demostrada.
De ahora en adelante, tras estas inscripciones ante el CNE, Venezuela tendrá una contienda en la que todos los factores, incluyendo los más radicales, que apoyan al gobernador, tendrán cabida en la carrera presidencial.
En este contexto, el gobierno de Washington, uno de los principales propulsores de la abstención electoral y el desconocimiento institucional, mantiene silencio sobre la participación opositora en la disputa.
Tomado de Cubahora/ Foto de portada: CNE