Hambre y desinformación: la estrategia contra Cuba
“El último absurdo de la política de Estados Unidos hacia Cuba es que un pequeño grupo de legisladores cubanoamericanos conservadores, obsesionados con reducir a la isla a la miseria, dictan hoy políticas que dañan intereses más amplios”. Es lo que dice, en un artículo, William LeoGrande, decano emérito de la Facultad de Asuntos Públicos de la American University en Washington, D.C., en el que subraya que gran parte de ese absurdo “se basa en premisas falsas y hechos distorsionados”.
También desde EEUU repasamos la entrevista del canal alemán Deutsche Welle al exanalista senior de la CIA Fulton Armstrong, con conclusiones contundentes: el Gobierno de EEUU actual ha ido más allá que el de Donald Trump en su injerencia y agresión contra Cuba, y ha aumentado las partidas para el sostenimiento de decenas de operaciones y programas de “apoyo a la democracia”, o lo que es lo mismo, de “cambio de régimen”. Repasamos algunos de los medios “independientes”, como Periodismo de Barrio o El Estornudo, financiados por Washington en este marco. ¿Medios independientes? ¡No nos hagan reír!
Comentamos el artículo “Cuba, 2024”, escrito por Lawrence Lessig, fundador de la iniciativa Creative Commons y miembro de la junta directiva de la Fundación de Software Libre, quien llegara a ser precandidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 por el Partido Demócrata. Dice que “nuestro gobierno otorga decenas de millones de dólares en contratos gubernamentales a cubanos en Florida para difundir el mensaje anticubano. Estos contratos son extremadamente lucrativos: el presupuesto de este año promete 25 millones de dólares (un aumento del 25%) para `promover la democracia´ en Cuba, lo que significa millones para administrar sitios web o cuentas de Twitter destinados a irritar a los cubanos nativos e impulsar el odio hacia el gobierno cubano. La normalización obviamente mataría de hambre a los beneficiarios de esta propaganda. Es un buen dinero a cambio de muy poco trabajo. ¿Quién no lucharía por conservarlo?”
¿Se acuerdan de los supuestos “ataques sónicos” en La Habana, que habrían afectado la salud del personal diplomático estadounidense? Pues ahora los medios CBS (EEUU), The Insider (Letonia) y Der Spiegel (Alemania) presentan una ¡investigación periodística! (risas en el auditorio), que apuntan a que sí existieron y que fueron obra de… ¿lo adivinan, verdad? ¡De Rusia! La propaganda de guerra es… ¡taaaan previsible! La cosa sería de risa si no hubiera sido el argumento de Trump para aplicar 243 nuevas sanciones a Cuba, cuyos resultados los sufre hoy el pueblo cubano, en forma de penurias de todo tipo. Pero de esto no leeremos una sílaba en ninguno de los medios occidentales pro-OTAN que nos hablan de esta supuesta “investigación” sobre… grillos rusos.
Dicen que el bloqueo a Cuba no existe, ¿verdad? Que es una excusa del Gobierno cubano, ¿verdad? Pues esto “que no existe” no solo ha sido condenado, recientemente, por el Secretario de Agricultura de EEUU, Tom Vilsack, porque “está impidiendo que más alimentos cultivados por agricultores estadounidenses lleguen a las personas en Cuba, que enfrentan escasez de productos básicos en medio de una terrible crisis económica”. También por cuatro relatores especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que lo han calificado como una grave y masiva violación de los DDHH.
El antes mencionado intelectual estadounidense Lawrence Lessig, en el artículo citado, también señaló: “sea cual sea su gobierno (el de Cuba), ¿Quiénes somos nosotros para matarlos de hambre con sanciones o negarles oxígeno durante una pandemia para efectuar un `cambio de régimen´?”
Pero sigan, sigan diciendo que el bloqueo no existe. A ver si se enteran tantos relatores de Naciones Unidas y hasta 187 gobiernos que lo condenan, cada año, en la Asamblea General de la ONU.
Hoy con post de:
@CubaPorSiempre_
@GuillaumeLong
@EugenioMtnez
@ElProfe2890
@_Davidcu
@SecVilsack
@bellybeastcuba
@CubaNoEsMiami
Y también desde las filas enemigas:
@rcalcano
@USEmbCuba
@PPDHC_i
Foto para portada: El senador ultraderechista por Florida Marco Rubio, en una visita a una instalación militar de EEUU en Japón. Picryl (licencia Creative Commons).
Tomado de Cubainformación