De Abraham Lincoln a Donald Trump: Estados Unidos y su larga lista de violencia política
Por Héctor Bernardo
Cuatro presidentes norteamericanos fueron asesinados, otros siete sobrevivieron a atentados contra su vida. A lo largo de la historia de la democracia de EE.UU. senadores, alcaldes, congresistas, dirigentes sociales y de derechos humanos han caído bajo las balas de “lobos solitarios” que rápidamente son abatidos y dejan más preguntas que respuestas. Muerto el perro, se acabó la rabia.
El intento de magnicidio contra el expresidente y actual candidato republicano, Donald Trump, el pasado sábado 13 de julio, tuvo impacto mundial. Poco se sabe del atacante al que el FBI identificó como Thomas Matthew Crooks y que, según señalan algunos medios estaría registrado como votante republicano.Trump recibió una herida en la oreja derecha y fue asistido rápidamente por los servicios secretos que, a la vez, abatieron a Crooks.
Sobran las especulaciones (algunas serias otras ridículas) sobre lo sucedido en ese acto de campaña en Butler (Pensilvania) y en especial sobre las motivaciones que llevaron a Crooks a realizar el atentado. Con el tiempo se conocerá parte de la información y, tal vez (solo tal vez) se podrá tener un panorama más claro. Oficialmente, la teoría del “lobo solitario” suele imponerse y “muerto el perro, se acabó la rabia”.
Lo que sí se puede asegurar es que en Estados Unidos un magnicidio o un asesinato político no es una anomalía, sino una costumbre. Cuatro presidentes norteamericanos fueron asesinados mientras estaban en sus cargos, otros siete sobrevivieron a atentados contra su vida. A lo largo de la historia de la democracia norteamericana senadores, alcaldes, congresistas, dirigentes sociales y de derechos humanos corrieron la misma suerte.
Cuatro presidentes asesinados
El 14 de abril de 1865, Abraham Lincoln fue asesinado por John Wilkes Booth mientras asistía a una obra de teatro en el Teatro Ford en Washington D.C.
El 19 de septiembre de 1881, el presidente James A. Garfield fue asesinado por Charles J. Guiteau, en la Estación de Trenes de Baltimore y Potomac en Washington D.C.
El 14 de septiembre de 1901, el William McKinley murió tras ser atacado por Leon Frank Czolgosz en la Exposición Panamericana en Búfalo, Nueva York.
Tal vez el caso más conocido fue el de John F. Kennedy que el 22 de noviembre de 1963, fue asesinado por Lee Harvey Oswald, mientras transitaba en su auto en un desfile en Dallas, Texas.
Los que sobrevivieron
El 30 de enero de 1835, Richard Lawrence, quien intento disparar contra el entonces presidente Andrew Jackson, pero sus armas (llevaba dos) fallaron.
El 14 de octubre de 1912, Milwaukee Wisconsin disparó contra Theodore Roosevelt quién, a pasear de recibir un balazo en su pecho, sobrevivió.
El 15 de febrero de 1933, en la ciudad de Miami, Giuseppe Zangara intentó asesinar a Franklin D. Roosevelt (en su lugar asesinó al alcalde de Chicago, Anton Cermak).
El 1 de noviembre de 1950, Harry S. Truman sobrevivió a un intento de asesinato por parte de Oscar Collazo y Griselio Torresola, en Washington D.C.
El 13 de abril de 1972, Samuel Byck, intentó atentar contra el avión que traslabada a Richard Nixon.
El presidente Gerald Ford sobrevivió a dos intentos de asesinatos (los dos el mismo año): el 5 de septiembre de 1975, fue primero por parte de Lynette «Squeaky» Fromme y, el 22 de ese mismo mes, el segundo intento lo realizó Sara Jane Moore.
El 30 de marzo de 1981 Ronald Reagan sobrevivió a un atentado en Washington D.C. cuando John Hinckley Jr. le disparó, hiriéndolo gravemente.
No solo presidentes
El senador Huey Long, fue asesinado en 1935, el líder social Malcolm X, en febrero de 1965; el senador Robert F. Kennedy (hermano del presidente asesinado John F. Kennedy), fue asesinado en 1968, el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., también fue asesinado en 1968; Fred Hampton, líder de “Las Panteras Negras”, fue asesinado en 1969, el 30 de julio de 1975 desapareció el dirigente sindical, líder del sindicato de camioneros, Jimmy Hoffa; el congresista Leo J. Ryan, fue asesinado en 1978; el sacerdote católico y activista, Rodrigo Mujica, en 1987; el cofundador de las Panteras Negras, Huey P. Newton, en 1989, y un largo etc. continúa en esta lista.
Hay costumbres que un imperio nunca abandona.
Fuente: Diario Contexto