Del Caribe a París: El Sena abre las puertas a los sueños olímpicos de Cuba
Por Oscar Figueredo Reinaldo.
Minutos antes de que comenzara todo, un color blanquecino cubrió los asientos. Los cielos grisáceos habían predicho la lluvia que llegó intermitente a solo unos pasos de la gran Torre Eiffel. A lo lejos, cientos de barcazas se ocultaban detrás del puente de Austerlitz, que minutos más tarde explotaba con los colores rebosantes de la bandera francesa.
La inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 es un espectáculo verdaderamente inolvidable. Lejos de seguir las tradiciones, la ceremonia inaugural rompió los esquemas, convirtiendo al río Sena en el escenario principal de la fiesta.
Desde horas de la tarde, la ciudad se llenó de un intenso ajetreo y emoción. Aunque el calor abandonó París, una fina llovizna y un manto grisáceo acompañaron esta celebración sin precedentes.
En lugar de un estadio tradicional, la pista del desfile es un Sena enardecido, donde 90 embarcaciones llevan a las diferentes delegaciones a través de las aguas. Saliendo del puente de Austerlitz, los atletas navegan junto a la catedral de Notre-Dame y llegan cerca de la Torre Eiffel, pasando bajo puentes y pasarelas icónicos de la ciudad.
La fiesta se extendió por toda la urbe, con música, danza y espectáculos en cada orilla y puente del Sena. Se estima que alrededor de 220.000 espectadores se ubicaron en las orillas superiores del río, mientras que otros 104.000 se concentraron en los muelles inferiores, todos ávidos de presenciar este evento histórico.
Y entre las delegaciones que navegaron por el Sena, destacó la presencia de Cuba. Encabezada por el doble monarca olímpico Julio César la Cruz y la multipremiada judoca Idalys Ortiz, la delegación cubana hizo gala de su espíritu deportivo y su compromiso con el movimiento olímpico.
Algunos atletas cubanos llegaron desde mucho antes del pitazo inicial. A casi cuatro horas del corazón de París, nuestros representantes del tiro deportivo fueron los que más tuvieron que recorrer para encontrarse con el resto de la delegación.
Momentos antes de subirse a la barcaza compartida con otras delegaciones, hubo un silencio ensordecedor y la bandera de la estrella solitaria fue el centro de atención.
Montaron de a poco. Los nuestros venían delante, impetuosos sobre un río Sena envuelto en la lluvia y rasgado por los colores de un espectáculo empeñado en unirlo todo.
Lluvia caprichosa que fue más fuerte justo en el momento de los cubanos. Pero ahí estaban, perennes, felices. Y la alegría explotaba a cada segundo, como si desde la proa fueran ellos los impulsores de la embarcación.
La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 fue sin duda un espectáculo memorable que cautivó a los espectadores de todo el mundo. El evento estuvo marcado por momentos icónicos y simbolismos que rindieron homenaje a la historia y la cultura francesa.
Uno de los instantes más destacados fue la reaparición de las campanas de la emblemática Catedral de Notre Dame, que sonaron por primera vez desde que un devastador incendio la destruyera parcialmente en 2019. El sonido de estas campanas, acompañado por la canción “¿Oyes cantar a la gente?” de “Los Miserables”, fue un poderoso recordatorio de la resiliencia y la restauración de este símbolo nacional.
Pero eso no fue todo. La ceremonia también celebró la tradición del cabaret francés, con una impresionante interpretación de “Mon truc en plume” por parte de la superestrella Lady Gaga, que encarnó a la perfección el espíritu del Music Hall de los años 50.
Sin embargo, quizás uno de los momentos más dramáticos y simbólicos fue la representación de la Revolución Francesa, con una escena impactante de la muerte de María Antonieta. Este segmento se fusionó con imágenes de músicos de rock tocando heavy metal en los balcones, mientras serpentinas rojas parecían brotar como sangre del Río Sena.
Más tarde, luego de un espectáculo de luces, el judoca Teddy Riner y la atleta Marie-José Pérec llevaron el último tramo de la antorcha olímpica. Entonces el secreto mejor guardado de los Juegos fue revelado: un globo aerostático se elevó al cielo parisino con la llama que permanecerá encendida durante cada jornada de competencias.
Luego, desde la mismísima Torre Eiffel, Celine Dion protagonizó un esperado regreso y entonó el Himno de Amor, de Edith Piaf, en una soberbia interpretación que emocionó a todos.
En total, cerca de 10.500 atletas de más de 200 Comités Olímpicos Nacionales y el Equipo Olímpico de Refugiados del COI participarán en los 329 eventos de estos Juegos Olímpicos, que se prolongarán hasta el 11 de agosto.
EN VIVO: SIGUE EN DIRECTO LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024
Fuente: Cubadebate
Fotos: BBC / Los Juegos Olímpicos