La justicia llega: condenan a asesinos de Marielle Franco en Brasil
El juicio inició el pasado 30 de octubre en el cuarto Tribunal del Jurado de Río de Janeiro, y el Ministerio Público (MPRJ) de dicho estado había solicitado una pena de 84 de prisión para los acusados.Los ex policías militares brasileños Ronnie Lessa y Élcio de Queiroz fueron condenados este jueves por el asesinato de la concejala de Rio de Janeiro, Marielle Franco, y su chofer Anderson Gomes hace siete años. Lessa fue condenado a 78 años y nueve meses de prisión y 30 días de multa; y la pena de Queiroz fue de 59 años y ocho meses de prisión y 10 días de multa. Ambos deberán pagar una pensión a Arthur, el hijo de Anderson Gomes, hasta que cumpla 24 años.
De igual manera, Lessa y de Queiroz serán obligados a pagar una indemnización por daño moral de 706.000 reales brasileños a Arthur, Agatha (esposa de Anderson Gomes), Luiara, Mônica y Marinete (hija, viuda y madre de Marielle Franco, respectivamente). También deberán pagar los costos del proceso.
Los ex policías militares fueron denunciados por el Grupo de Acción Especializada para Combatir el Crimen Organizado (Gaeco) del MPRJ por triple homicidio calificado, por recibir el vehículo utilizado el día del crimen, y por tentativa de homicidio contra la periodista Fernanda Chaves.
Los acusados fueron detenidos en marzo de 2019. El proceso que llevó a su detención consta de 13.680 páginas, 68 tomos y 58 anexos, reseña Brasil de Fato. El ataque que acabó con la vida de Franco y Gomes en 2018, fue planeado y ejecutado con disparos de un arma de uso restringido, aspecto que levantó fuertes sospechas acerca de la participación de personas vinculadas a las fuerzas de seguridad.
Chaves, única sobreviviente del crimen ocurrido el 14 de marzo de 2018, en repetidas ocasiones ha afirmado que nunca fue escuchada como testigo en los cuatro años del Gobierno de Jair Bolsonaro.«El nuevo Gobierno ha dejado claro que tiene un interés real en esclarecer el crimen. Por primera vez, sentí un soplo de esperanza. Es función del Estado escuchar a las personas involucradas en este caso. Esto no sucedía en los últimos cuatro años», afirmó la periodista en una entrevista en el año 2023.Celebración del juicioPara el juicio, que estaba previsto a concluir en una semana, la fiscalía listó el testimonio de siete testigos, entre ellos Fernanda Chaves, también asesora de Marielle. Se escuchó a los familiares de las víctimas y a dos agentes de la policía civil.
La defensa de Ronnie Lessa citó a declarar a Guilhermo de Paula Machado Catramby, jefe de la Policía Federal, y a Marcelo Pasqualetti, oficial de la Policía Federal.
Durante los días del juicio, los miembros del jurado estuvieron incomunicados, alojados en locales restringidos del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro.
Los imputados fueron escuchados por videoconferencia por determinación del juez Gustavo Kalil, quien aceptó dicha solicitud de las defensas de Lessa y Queiroz, así como encabezó el jurado popular.Ambos acusados habían confesado su participación asesinato antes de iniciar el juicio. El primero era el verdugo y el segundo conducía el vehículo utilizado en el ataque.Lessa admitió ser el autor de los disparos que culminaron con la muerte de Marielle y Anderson, y dijo a la Policía Civil que los hermanos Domingos y Chiquinho Brazão fueron los autores intelectuales del crimen, así como revelaron que el dúo habría sido encubierto por el delegado Rivaldo Barbosa, responsable de las investigaciones sobre el ataque.Desde marzo de 2019 los acusados ya han pasado por varias unidades penitenciarias. Los hermanos Brazão y Rivaldo Barbosa fueron detenidos en marzo del presente año, los cuales no fueron incluidos en la lista de ninguna de las partes para testificar ante el jurado.
Un caso históricoLas investigaciones estuvieron rodeadas de dificultades y acusaciones de injerencia, así como posibles intentos de obstrucción desde el inicio.En marzo de 2019, la Policía Civil detuvo a los expolicías Lessa y Queiroz, mientras en 2023, la investigación avanzó a figuras políticas locales, con énfasis en los hermanos Chiquinho y Domingos Brazão. Ambos fueron mencionados en acuerdos de culpabilidad y señalados como posibles autores intelectuales.Domingos era asesor del Tribunal de Cuentas del Estado y tenía un historial de acusaciones de participación en mili
cias.
En marzo de 2024, los hermanos Brazão fueron aprehendidos y quedaron en prisión preventiva. Según las investigaciones, el asesinato de Marielle podría haber sido motivado por sus acciones en la política de Río de Janeiro, que incluyó acusaciones contra la corrupción y las milicias.Además de los hermanos Brazão, también se investigó la actuación de otras figuras públicas y los posibles vínculos con la milicia de Río, ampliando el alcance de la investigación. Los acuerdos de culpabilidad también indicaron la existencia de una red de «protección», con indicios de manipulación de pruebas para dificultar la identificación de los implicados.
En septiembre de 2024, el Supremo Tribunal Federal confirmó la celebración del jurado popular para Ronnie Lessa y Élcio de Queiroz, asesinos confesos de Marielle Franco. Mientras que en los primeros días de octubre del presente se condenó a Edilson Barbosa dos Santos, quien efectuó la desaparición del carro empleado para el asesinato.A pesar de haber tardado más de seis años en esclarecerse, el caso representa un hito en la lucha contra la violencia política en Brasil, especialmente contra las mujeres lideresas y numerosas entidades nacionales e internacionales lo consideran emblemático con relación a la violencia que afecta a las personas defensoras de derechos humanos en el país sudamericano.
Marielle: un legado rebelde
Marielle Franco fue una socióloga, feminista, periodista y querida lideresa y luchadora por la defensa de los derechos humanos, que condenaba los abusos policiales a partir de su trabajo en zonas controladas por milicianos.
Se destacó en su lucha por los derechos de las mujeres negras brasileñas hasta las últimas consecuencias, pues la noche del 14 de marzo de 2018 fue baleada en Río de Janeiro, junto con su chófer Anderson Gomes. Defendía las raíces africanas de la nación, que cuenta con más de un 60 por ciento de afrodescendientes en su población, y aún hoy día posee una minoritaria e insuficiente representación de negras y negros en los ámbitos políticos y mediáticos.
Además, la joven insistía en la necesidad de continuar las políticas de cuotas puestas en marcha a comienzos de los años 2000 por el Gobierno de Lula para facilitar el acceso a la universidad de los estudiantes negros y negras y con menos recursos. No obstante, resaltaba que una política pública va más allá del mero acceso a plazas y requiere una transformación efectiva de los planes de estudios, la inclusión de perspectivas que reivindiquen las raíces africanas.
Franco nació el 27 de julio de 1979 en el Complejo da Maré, una favela de casi 150.000 habitantes en el norte de Río de Janeiro, y así se definía públicamente: “Mujer feminista, negra e hija de la favela”.
Al momento de su asesinato tenía 38 años y militaba en el Partido Socialismo y Libertad, por el que era concejala. En ese entonces estaba denunciando la violencia en las favelas y el accionar de grupos parapoliciales.
Mônica Benício y Marinete da Silva, viuda y madre de Marielle respectivamente, colocan flores y un pañuelo en su honor. Foto: EFE.
Ser madre joven marcó sus posturas políticas. Inició debates asociados con temas de género, protección de los derechos reproductivos, defensa de los colectivos LGBTIQ+ y lucha antirracial.
Fue la concejala más joven de Porto Alegre, la diputada federal más votada de Brasil y la diputada estadual más votada en el año 2014, incluso llegó a postularse para la vicepresidencia del país en 2018. Fundó el Instituto “E Se Fosse Você” («Si yo fuera tú») destinado a combatir las fake news y las redes de odio en la nación.
Su tesis de maestría en administración pública estudió precisamente los abusos de las «Unidades de las Policías Pacificadoras en las favelas», lo que le permitió liderar la Comisión de Derechos Humanos de Río de Janeiro.
En el prólogo del libro Siempre fue sobre nosotras. Relatos de la violencia política de género en Brasil, editado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, la hermana de Marielle colocó una rememoración del carácter de su hermana: “El mejor recuerdo que tengo de Mari es un recuerdo afectivo, de su sonrisa, de la alegría, el recuerdo de una muchacha que trabajaba mucho por lo que quería. Yo sé que todos hablan de ella por la violencia política en la que fue asesinada, pero yo prefiero y recordaré siempre a mi hermana de esa manera, por el cariño, la amistad, la reciprocidad, el compañerismo y su sonrisa feliz”.
Anielle Franco también afirmó el día 30 de octubre, cuando por fin se inició el juicio a los acusados de perpretar el crimen, que el mayor legado de su hermana son las personas que luchan codo a codo por las causas que ella puso sobre la mesa.
«El simbolismo de la palabra justicia va mucho más allá de lo que sucederá en el juicio», aifrmó: «No es solo por Mari y Anderson, sino por todos los que vendrán, por mis hijas, por mis nietas, por todas las generaciones que están ahí, para que tengamos un lugar más seguro».
Parece que Marielle, incluso después de muerta, continúa defendiendo la justicia para todos y todas, y con su ejemplo de lucha convierte al Brasil en un país más digno.
Fuente: teleSUR
Foto: Brasil de Gato