Dictan libertad a activista libanés que pasó 40 años encarcelado en Francia
El viernes, un tribunal de Francia dictó la liberación de Georges Ibrahim Abdalá, líder de la resistencia libanesa, encarcelado en esa nación europea por 40 años.
El activista libanés conocido como el «Nelson Mandela del mundo árabe», Georges Ibrahim Abdalá, detenido en 1984 y sentenciado a prisión perpetua en 1987 en Francia, ha cumplido hasta el momento 40 años de encierro, lo que le posiciona como el prisionero que ha estado encarcelado durante más tiempo en Europa.
Ha sido encarcelado en Francia, en una evidente politización del sistema de justicia de la nación.
En una decisión, los fiscales afirmaron el viernes que «el tribunal concedió a Georges Ibrahim Abdalá la libertad condicional a partir del 6 de diciembre, con la condición de que abandone el territorio francés y no vuelva a aparecer allí».
Abdalá, nacido en el pueblo de Qobayat, en el norte de Líbano, en 1951, fue integrante del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y creador de las Facciones Revolucionarias Armadas Libanesas (LARF, por sus siglas en inglés), un colectivo que llevó a cabo una serie de acciones revolucionarias en apoyo a la causa palestina.
En 1982, el grupo de resistencia LARF, encabezado por Abdalá, fue acusado de asesinar a Charles Robert Ray, agregado militar de Estados Unidos, y a Yacov Barsimantov, diplomático de Israel, en París.
Su agrupación sostuvo que los homicidios de Ray y Barsimentov se produjeron como reacción a la intervención de Washington y Tel Aviv en el conflicto civil de Líbano. LARF declaró que eran manifestaciones legítimas de resistencia contra la ocupación foránea, dado que Israel había vuelto a invadir el Líbano.
El revolucionario de origen libanés fue imputado por su implicación en los homicidios de los mencionados agentes de Estados Unidos e Israel en París y fue sentenciado por estas acusaciones. Adicionalmente, los responsables franceses imputaron a Abdalá por el intento de homicidio del cónsul general de Estados Unidos, Robert Homme, en Estrasburgo.
El juicio de Abdalá se distinguió por su ausencia de evidencias, y posteriormente su propio letrado admitió que colaboraba de manera secreta para el gobierno. Con el paso de las décadas, se han emitido fallos judiciales beneficiosos para Abdalá; sin embargo, la intervención gubernamental no ha facilitado su implementación o respeto.
En 1999 satisfizo los requisitos para conseguir la libertad condicional, sin embargo, todas sus peticiones previas fueron rechazadas, a excepción de 2013, cuando su liberación se condicionó a su expulsión de Francia. No obstante, Manuel Valls, quien en ese momento era ministro del Interior, se resistió a cumplir con la orden y mantuvo a Abdalá encarcelado.
Estados Unidos se había resistido de manera continua a su emancipación. Finalmente, su décimo esfuerzo por liberarse fue exitoso.
Los fiscales franceses antiterroristas declararon que solicitarían su puesta en libertad.
Desde su encarcelamiento, Abdalá se ha transformado en un símbolo de la batalla libanesa-palestina contra el régimen de Israel.
El combatiente libanés se resiste a arrepentirse o a retractarse de su apoyo a Palestina, y muchos consideran que esa es la principal causa de que no ha sido liberado hasta ahora.
Su abogado, Jean-Louis Chalanset, destacó que la liberación marca «una victoria jurídica y política».
Fuente: teleSUR
Foto: @TheCradleMedia/ X