Cuba: Asumir tiempos duros con una permanente fe en la victoria
Por Yaima Puig Meneses.
«Bienvenidos a su Palacio, al Palacio de la Revolución, que es trinchera y casa de quienes trabajamos cada día por la obra que ustedes y sus compañeros de lucha trajeron invicta hasta nosotros».
Así recibió en la tarde de este sábado el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a casi un centenar de «queridos y entrañables combatientes de la Revolución Cubana», en representación de los cientos de miles de integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), que este 7 de diciembre celebró 31 años de fundada.
A ellos, que «supieron construir y defender con lealtad y coherencia nuestra obra», agradeció el Jefe de Estado por «no haber renunciado a la audacia ni a cambiar todo lo que deba ser cambiado», lo cual los «convierte en admirables combatientes de todos los tiempos».
Con sumo respeto y emociones habló Díaz-Canel a esa generación que no se «cansó de enfrentar dificultades, y que siendo protagonista del combate revolucionario desde los años juveniles, sigue estando en pie de lucha como la definición más exacta de lo que significa resistir y vencer».
En sus palabras también el homenaje a quienes atesoran tanta experiencia e historias, y asimismo el empuje a quienes, un poco más jóvenes, continúan hoy el camino de las generaciones anteriores y trabajan de conjunto para, con sus aportes, seguir construyendo la historia de nuestra Patria.
Por espacio de más de dos horas se extendió el diálogo, que fue una constante evocación y homenaje a Fidel, a Raúl y a otros tantos combatientes imprescindibles; y fue igualmente un espacio para reafirmar el compromiso con la Revolución, esa que para muchos en el mundo sigue siendo referente por la defensa de sus ideales y principios.
En el emblemático Salón Portocarrero, que atesora tanta historia, compartieron esta tarde héroes del Granma, de la Sierra, de la clandestinidad, del Movimiento 26 de Julio, de las gloriosas Marianas, de las misiones internacionalistas, y de los difíciles días que corren.
Junto a ellos estaban los miembros del Buró Político Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido; los ministros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Interior, el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera y el general de brigada Lázaro Alberto Álvarez Casas, respectivamente, así como José Amado Ricardo Guerra, secretario del Consejo de Ministros.
Como un encuentro que «nos permite que salgan sentimientos» fue catalogado el emotivo diálogo por quienes allí estaban, porque son sentimientos que los unen como parte del legado de nuestro Comandante en Jefe y desde los cuales se ratificó el apoyo incondicional a la Revolución Cubana, a la Generación del Centenario, y a los jóvenes del futuro.
Y en ese diálogo de generaciones resultó sumamente inspirador escuchar cómo se homenajeó y reconoció a los más jóvenes, por su valentía, su patriotismo, su dignidad… quienes desde tantas trincheras se han convertido también en inspiración para la Patria.
No por casualidad uno de esos jóvenes, en nombre de tantos, aseguró al Presidente de la República, a todos los allí reunidos, y a la Revolución Cubana, que «confíen en los jóvenes», porque los «jóvenes no fallaremos ».
Y fue también un intercambio para honrar a nuestros mártires y al internacionalismo cubano, ese donde siempre estará la huella de Fidel.
En la voz de más de una veintena de participantes se escucharon múltiples anécdotas, de esas que nunca se olvidan; el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior a la Revolución y a su dirigencia histórica que es la continuidad, así como la responsabilidad con la formación de las nuevas generaciones.
Desde el optimismo y la confianza se escuchó hablar del ejemplo ético y moral que es Cuba para el mundo, porque es para muchos «una luz que guía»; se escuchó hablar de lealtad, continuidad y compromiso.
Al cierre del encuentro, el Presidente Díaz-Canel agradeció a todos por estar allí, en un encuentro de muchas emociones, porque, aseguró, «hemos vivido un día de intensa emoción revolucionaria y sentido homenaje patriótico».
Tras comentarles sobre el actual escenario que vive el país y las consecuencias de los últimos eventos severos que hemos debido enfrentar y complejizan el desempeño cotidiano de la nación, en los cuales «ha estado el papel decisivo de los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior», el mandatario resaltó la necesidad de fomentar la educación patriótico-militar e internacionalista de las nuevas generaciones, desde el ejemplo de nuestros combatientes que han permitido que hoy estemos aquí.
Lo que hemos compartido hoy, subrayó, es un «renovado impulso para seguir defendiendo incondicionalmente a la Revolución y sobre todo en estos tiempos tan duros que se viven junto al pueblo».
Como colofón del diálogo, el Presidente de la República compartió la certeza del General de Ejército en el 65 aniversario de la Revolución y que motiva el quehacer de tantos a lo largo y ancho del país: «A nosotros, los revolucionarios cubanos, las dificultades no nos quitan el sueño, nuestro único camino es proseguir la lucha con optimismo e inclaudicable fe en la victoria».
Ustedes son una muestra de eso, les dijo Díaz-Canel.
Tomado de Granma / Fotos: Estudios Revolución.
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