Fascinación de Donald Trump, según John Bolton
Por José Luis Méndez Méndez */ Colaboración Especial
Resumen Latinoamericano
“Si Trump gana, puede pactar con Maduro.
Es un hombre fuerte que le fascina”
John Bolton
El cesanteado John Bolton, quien fuera consejero de Seguridad Nacional en la pasada Administración de Donald Trump y embajador ante la ONU con la batuta republicana de George W. Bush, dialogó con medios internacionales sobre la actualidad mundial, a la cual calificó como repleta de “amenazas”.
El ex asesor estadounidense inauguró el titulado Campus FAES 2024, evento referido al análisis de variadas temáticas de interés europeo e internacional. En este escenario dominado por el Partido Popular español con la presencia como orador de su presidente José María Aznar, el citado Bolton dibujó el mapa geopolítico actual con agudeza, versó sobre la necesidad de diagnósticos ajustados para poder darle a los resultados terapias útiles. Le añadió de su cosecha y visión, para un medio español, reconoció por qué fue echado de la Casa Blanca: por no poder ayudar al pueblo de Venezuela contra la dictadura. La reivindicada Revolución Bolivariana lo llevó a la calle.
Una vez despedido, Bolton armó un libro polémico sobre sus memorias como consejero, le dedicó en el mismo un capítulo de Venezuela, en particular trató el manejo de Juan Guaidó, como imaginaria figura de cambio, el fracaso al intentar imponerlo como alternativa presidencial de la oposición, en lenguaje más directo de la contrarrevolución bolivariana.
El extenso capitulo basado en hechos ocurridos en los primeros seis meses de 2019, su contenido está plagado de mentiras, edulcoraciones, engaños sobre la verdadera realidad en Venezuela en ese momento y cómo la administración estadounidense de turno intentó casi todo para imponerlo.
Hay pasajes descritos en los cuales Trump evidencia la falta de confianza en su asesor, insinúa que está siendo engañado y tiene frases de elogios hacia el Presidente Nicolás Maduro Moros, al cual le reconocen características y capacidad negociadora desde posiciones firmes, intransigentes y con rudeza, que son estimadas por el laqueado Presidente. El consejero apreció: El régimen ilegal de Venezuela, uno de los más opresivos del hemisferio occidental, brindaba una oportunidad para el Gobierno de Trump, aunque ello requería una determinación constante de nuestra parte y una presión implacable, consecuente y total. No pudimos estar a la altura de ese criterio. El Presidente vaciló y cancaneó, lo que exacerbó los desacuerdos internos del Gobierno en lugar de resolverlos, e impidió, en reiteradas ocasiones, nuestros esfuerzos de aplicar una política dirigida a lograr los objetivos concebidos. Nunca fuimos demasiado confiados en el éxito al apoyar los esfuerzos de la oposición para reemplazar a Nicolás Maduro, el heredero de Hugo Chávez. Casi fue lo contrario. Los oponentes a Maduro actuaron en enero de 2019 porque estaban convencidos que esa podía ser su última oportunidad de alcanzar la libertad tras años de intentos fallidos. Los Estados Unidos respondieron porque era nuestro interés nacional hacerlo. Y lo sigue siendo, y la lucha continúa”.
Fustigó al gobierno español al expresar con amargura: España no tomó la iniciativa para ayudarnos a expulsar a Maduro, aseguró en una entrevista al ABC, mientas a EFE, afirmó: Me preocupa que Trump se reúna con Maduro y que se retire de la OTAN, en este caso por la influencia que tiene Vladimir Putín en él”.
En otro análisis, se aprecia el temor del asesor por la fascinación que según él, tenía el mandatario estadounidense hacia el Presidente venezolano: Desde luego, Trump también decía periódicamente que quería reunirse con Maduro para resolver todos nuestros problemas con Venezuela, lo que ni Mike Pompeo ni yo considerábamos una buena idea. Un día de diciembre, me encontré con su abogado Rudy Giuliani en el Ala Oeste. Me pidió pasar a verme después de una reunión de los abogados de Trump, que era la razón por la que se encontraba allá. Tenía un mensaje para Trump del representante Pete Sessions, quien desde hacía mucho tiempo había abogado por que Trump se reuniera con Maduro, al igual que el senador Bob Corker, por motivos que sólo ellos conocen. Hablando de esto más tarde, Pompeo sugirió que primero enviáramos a alguien a Venezuela a ver a Maduro, aunque nada llegó a suceder, en la medida en que posteriormente decayó el interés de Trump de hablar con Maduro.
Durante el proceso, en 2019, de apuntalar al fantoche Guaidó, para que lograra el reconocimiento internacional y poder derrocar a Maduro, los militares de alto rango se mostraron leales a Maduro, con apego a la constitución y negados a consolidar el poder de la oligarquía mediante las armas.
El consejero reflexiona: Necesitábamos la decisión de Trump sobre las sanciones y si se reconocería a Guaidó como el Presidente Interino legítimo cuando cruzó el Rubicón el 23 de enero. El día 21 expliqué a Trump los posibles pasos políticos y económicos que se podían tomar contra Maduro y dije que mucho dependía de lo que sucediera dos días más tarde. Trump dudaba de que Maduro cayera, diciendo que era demasiado inteligente y demasiado duro, lo cual era otra sorpresa habida cuenta de los comentarios anteriores sobre la estabilidad del régimen. Poco tiempo antes, el 25 de septiembre de 2018, en Nueva York, había dicho que es un régimen que, francamente, puede derrocarse muy rápidamente por el ejército, si las fuerzas armadas deciden hacerlo.
Tratar públicamente y en detalle lo cerca que había llegado la oposición de desbancar a Maduro, y lo que había salido mal. Numerosos artículos de prensa se hacían eco de los detalles de lo que nosotros habíamos escuchado continuamente por parte de la oposición durante 2019, y que se analizan en el texto. Esto no era precisamente una situación de conversaciones e intercambios diplomáticos, y también escuchamos a muchos miembros del Congreso, ciudadanos privados de Estados Unidos, en especial de los miembros de las comunidades cubano-americana y venezolano-americana en Florida. Algún día, cuando Venezuela sea libre de nuevo, las muchas personas que apoyan la oposición serán libres de contar sus relatos de manera pública. Hasta ese momento, solamente tenemos los recuerdos de las personas que, como yo, tuvieron la suerte de contar esas historias por ellos”.
“Hay una historia de veinte años de oportunidades perdidas en Venezuela, dada la generalizada y tenaz oposición contra el régimen Chávez-Maduro. Poco tiempo después de que me designara asesor de Seguridad Nacional, mientras Maduro hablaba en una ceremonia de condecoraciones militares el 4 de agosto, fue atacado con dos drones”.
El deshabilitado, añade: El régimen autocrático de Maduro constituía una amenaza debido a su relación con Cuba y las oportunidades que le brindaba a Rusia, China e Irán. La amenaza de Moscú era innegable, tanto militar como financiera, habida cuenta de los cuantiosos recursos que había empleado para respaldar a Maduro, dominar la industria venezolana del petróleo y el gas, e imponerle costos a los Estados Unidos. Beijing no se quedaba atrás. Trump vio esto y, luego de una llamada al presidente de Egipto Abdel Fattah al-Sisi el día de Año Nuevo de 2019, me dijo que le preocupaba Rusia y China: No me quiero quedar sentado mirando. Venezuela no estaba en mis prioridades cuando empecé, pero una gestión competente de la seguridad nacional exige flexibilidad cuando surgen nuevas amenazas u oportunidades. Venezuela era ese tipo de contingencia. Los Estados Unidos habían hecho frente a las amenazas externas en el hemisferio occidental desde la época de la Doctrina Monroe, y ya era hora de resucitarla luego de los esfuerzos de Obama y Kerry por darle sepultura”.
El electo estadounidense sueña con una nueva época dorada para Estados Unidos y la humanidad, según su versión, para ello, dice se presionará por medio de sanciones, a las dictaduras en el continente (Cuba-Nicaragua-Venezuela), para lograr una, América libre y democrática.
Ahora, el 20 de enero de 2025, Trump comenzará un nuevo mandato cargado de amenazas para propios y extraños, trascendidos previos, aseguran que está decidido a estadounisar a la América Latina, para ello sueña con un capitalismo que arrase con todo lo que huela a izquierda en la región, está armando su equipo de interventores, que siga soñando, aquí estamos despiertos, atentos y vigilantes.
(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.
Foto: France24