La cultura de las armas en EE.UU. un flagelo sin final
Por Raúl Antonio Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Desde la pantalla de cine o de la televisión, personajes armados de revólveres, interpretados por destacados actores de Hollywood, abren fuego contra los “malos de la película”, nativos americanos, bandidos mexicanos, ganaderos depredadores, caen bajo las balas de los justicieros.
Icónicas imágenes cinematográficas pueblan nuestras mentes, con escenas protagonizadas por figuras como Clint Eastwood, John Wayne o Lee Van Cleef.
Pero, una cosa es el celuloide y otra la vida real, los “asesinos de hombres”, los pistoleros, temidos, hábiles, ruines y desalmados, popularizados por los folletines, la prensa y el cine, son la representación vívida de la cultura de la violencia armada, epidemia que convierte a los pueblos y ciudades de EE.UU. en campo de batalla.
Asesinos como John Wesley Hardin, el “Record man letal del Far West,” que se forjó una reputación con la muerte de 58 personas, el pendenciero Wild Bill, Sundance Kid, el Sucio Dave, un asesino profesional terrorífico como David Rudabaugh, Bella Starr, la reina de los bandidos, fueron convertidos en ídolos de multitudes.
Lo del cine es solo un ejemplo de la naturalización del crimen armado, en una nación que nació y creció en la violencia, dónde los “héroes” reales o de ficción la ejercen sin tapujos, sin olvidar un detalle, es un gran negocio que ha forjado la carrera de políticos y empresarios.
Si miramos las estadísticas, las cifras son impresionantes, en ese país la muerte por armas es la principal causa de fallecimientos de niños y adolescentes de entre 1 y 19 años, más que por accidentes de tráfico o cáncer.
Además, entre el 2% y el 7% de todas las heridas que se trataron en los centros de traumatología pediátrica estadounidenses están relacionadas con las armas de fuego.
Otro detalle, en 2020, el 60,9% de las víctimas por ese flagelo eran afroamericanas, a pesar de que éstas constituyen únicamente el 13% de la población.
Los varones negros de entre 15 y 34 años, tienen 10 veces más probabilidades de morir por disparos, que los varones blancos de la misma edad.
En 2022, la cifra total de muertes por armas de fuego se elevó a 45.222 y para 2023 la cifra llegó a 46.728.
Hasta el 20 de diciembre del 2023 la policía de Estados Unidos había matado mediante disparos a 51 personas desarmadas, mientras que 717 personas que portaban un arma fueron abatidas.
Además, al menos 165 personas, han muerto este año en asesinatos en masa. Se trata de 38 crímenes cometidos en todo el país.
La cifra de personas muertas por violencia armada entre 2014 y 2022 asciende a más de 150.000 personas, lo que supone una media de 45 víctimas al día, parecen estadísticas de una guerra.
En EE.UU. hay aproximadamente 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, hay fuentes que anotan la cifra en 300 millones y otras limitan los números a 290, mientras que el portal estadounidense 5W, considera que existen 400 millones de armas de fuego en manos de civiles.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, Kennesaw, en el estado de Georgia, se convirtió en la primera ciudad estadounidense en exigir a sus ciudadanos poseer un arma en la década de los 80
La ley de armas de Kennesaw es clara: “Para garantizar y proteger la seguridad y el bienestar general de la ciudad y sus habitantes, todo jefe de familia que resida dentro de los límites de la ciudad debe tener un arma de fuego, junto con municiones” según establece el Artículo II, Sec 34-21, que entró en vigor en 1982.
En esta ciudad estadounidense es ilegal no poseer un arma, pero no es un caso en solitario, otras 5 ciudades poseen leyes semejantes.
Una anécdota “curiosa” y muy representativa es esta, una mañana de diciembre, en 1970, un inesperado visitante llegó hasta la Casa Blanca, siendo presidente Richard M. Nixon.
Se trataba nada más y nada menos que el rey del rock and roll, Elvis Presley, quien llevaba de regalo para Nixon, una pistola automática Colt 45, en un bello estuche de presentación, incluyendo las balas.
Fuente The Associated Press, BBC y Amnistía Internacional.
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
Foto de portada: Sensacine.