El bloqueo a Cuba y la Cumbre de las Américas
Por Orlando Oramas León* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Aunque no está en agenda, el bloqueo que ejerce Estados Unidos contra Cuba de seguro se dejará escuchar en la IX Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en junio en la ciudad californiana de Los Ángeles.
Resultará un tema espinoso para el gobierno huésped de la cita continental, pese a la exclusión otra vez de la isla caribeña.
La administración del presidente Joe Biden tratará de silenciarlo, pues concita amplio rechazo hemisférico y mundial, con votos refrendados en la Asamblea General de Naciones Unidas y postura adoptada en el seno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
No es raro que Cuba esté fuera de las discusiones y preparativos del convite panamericano. La potencia norteña que invita le impone a la isla caribeña un cerco económico, financiero y comercial con más de 60 años y daños mil millonarios con afectaciones duras a la población.
En comparecencia ante la prensa en La Habana el canciller Bruno Rodríguez denunció presiones extremas a numerosos países que favorecen la participación cubana. ¿Puede ocurrírsele a alguien algo más antidemocrático?, se preguntó.
Fue oportuna en la ocasión la cuantificación de los daños ocasionados a la mayor de las Antillas por el bloqueo. Según las cuentas de La Habana, las pérdidas ascienden a 150 mil 410 millones de dólares.
Pero si se toma en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional la cifra se remonta al billón 326 mil 432 millones de dólares, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
Son más de 12 millones diarios y más de 365 millones de dólares mensuales en detrimento de una economía pequeña y subdesarrollada como la cubana, detalló.
No hay que ser economista o experto en matemáticas para aquilatar el impacto de la hostilidad estadounidense sobre la economía y la población de Cuba.
Tampoco hay sector de la vida nacional que escape a sus efectos, reforzados incluso en los tiempos de la pandemia por la Covid-19.
La salud y la alimentación resultan de los objetivos priorizados de Washington para hacer el más daño posible a los ciudadanos cubanos. Desde los inicios de la aplicación de la política de cerco las acciones han estado dirigidas a promover el hambre y las enfermedades con el fin de socavar el apoyo popular a la Revolución.
Estados Unidos entorpece a sabiendas la adquisición para el sistema de salud cubano de tecnologías, materias primas, reactivos, medios de diagnóstico, equipos y piezas de repuesto
También de medicamentos para el tratamiento de enfermedades graves como el cáncer, que Cuba debe adquirir en mercados lejanos, muchas veces mediante intermediarios lo cual impone el incremento de sus precios.
Pese a todos los esfuerzos gubernamentales, el bloqueo ha costado vidas por la falta de un medicamento o tecnología
Que lo digan los familiares del paciente JCHC, con número de historia clínica 68100309926 del Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Amejeiras”, quien falleció el 15 de junio de 2018 a causa de una miocardiopatía espongiforme con insuficiencia cardíaca terminal.
El enfermo pudo haberse salvado de contar con el apoyo circulatorio del dispositivo IMPELLA, producido por la compañía estadounidense Abiomed, que por razones de las leyes del bloqueo no accedió a las reiteradas solicitudes de comprar ese equipo especializado para la asistencia circulatoria a pacientes en shock cardiogénico e insuficiencia cardíaca terminal.
Antes que llegara la pandemia por la Covid-19 Cuba hacia ingentes esfuerzos por adquirir ventiladores pulmonares. El 26 de febrero de 2019 varios proveedores informaron a la empresa MEDICUBA que no podían entregar esos equipos contratados.
Y de nuevo otra faceta del bloqueo. Los fabricantes habían sido comprados por Vyaire Medical Inc, empresa con sede en la ciudad estadounidense de Illinois. La falta de los ventiladores respiratorios en Cuba ocasionó víctimas fatales en los momentos más duros de la pandemia.
De eso debería hablarse en la Cumbre de las Américas, cuando Estados Unidos propone una estrategia sanitaria que no toma en cuenta a Cuba, país con amplia cooperación internacional en materia de salud, fabricante de vacunas contra la Covid-19, a pesar del férreo bloqueo en su contra.
(*) Periodista cubano, autor de los libros “Raúl Roa, periodismo y Revolución”, “Pohanohara, cubanos en Paraguay” y “Cuentos del Arañero”.
Foto de portada: PL.