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El caso de “Pharma Bro” y la monopolización de la industria farmacéutica estadounidense

Por Patricia María Guerra Soriano / Colaboración especial para Resumen Latinoamericano

Conocido en Wall Street, el principal mercado de renta variable o bolsa de Estados Unidos (EE.UU), como “Pharma Bro”, el empresario Martin Shkreli fue suspendido de por vida de la industria farmacéutica y condenado a pagar 64,6 millones de dólares, el equivalente a las ganancias que obtuvo tras aumentar extraordinariamente el precio y monopolizar la patente del Daraprim, un medicamento que durante décadas fue barato y accesible.

“El hombre más odiado de Estados Unidos”, tomó notoriedad pública cuando en 2015 adquirió los derechos sobre ese fármaco vital subiendo en un solo día el precio en casi un 5 000 por ciento, de 13,5 a 750 dólares.

Luego de pagar una fianza millonaria que le permitió la salida de la cárcel-sin importar los cargos imputados- lo volvieron a sentenciar unos años más tarde.

En 2018, Shkreli fue condenado a 84 meses (7 años) de prisión por estafar a los inversores de Turing Pharmaceuticals, la empresa de biotecnología que fundó tres años antes, desde la cual estableció un modelo comercial que consistió en obtener licencias de medicamentos sin patente para aumentar su precio en el mercado.

Pese a los cambios de nombre de la farmacéutica con el propósito de esquivar la mala fama que se había ganado, una investigación del diario The Wall Street Journal reveló que Shkreli continuaba dirigiendo la empresa, ahora Vyera Pharmaceuticals, desde un teléfono celular que había ingresado de contrabando en la cárcel.

Durante 2020, ya en una prisión de Pensilvania a donde fue trasladado, “Pharma Bro” entregó una solicitud de liberación, en la cual argumentó que su compañía lo necesitaba para desarrollar un medicamento contra la COVID-19. Tal petición fue denegada.

La decisión hecha pública este viernes por la jueza del distrito de EE.UU. en Manhattan, Denise Cote, separa definitivamente a este personaje de la industria farmacéutica del país.

Cote dictaminó-de acuerdo con una nota de prensa publicada por Rusia Today (RT)-que Shkreli fue el autor intelectual de su conducta ilegal y la persona principal responsable de ello a lo largo de los años.

“Shkreli no era un jugador secundario ni un beneficiario ‘remoto y no relacionado’ del esquema de Vyera”, precisó la magistrada quien agregó que su conducta anticompetitiva “a expensas de la salud pública fue flagrante e imprudente”.

Asimismo-según recoge RT- la fiscal general de Nueva York, Letitia James, afirmó que “la envidia, la codicia, la lujuria y el odio” fueron los factores principales que “obviamente motivaron al señor Shkreli y a su socio a aumentar ilegalmente el precio de un medicamento que salva vidas mientras las vidas de los estadounidenses pendían de un hilo”

El Daraprim es un reconocido fármaco cuyo componente activo, la pirimetamina, se utiliza como profiláctico contra la malaria y es, además, el único aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. para el tratamiento de la toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria potencialmente mortal para las personas con sistemas inmunitarios débiles, incluidos los recién nacidos de mujeres infectadas con la enfermedad y las personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

A pesar de la connotación que ha tenido el caso, este es solo uno más de los posicionados en el amplio espectro de fraude al que se ciñe la industria de los medicamentos en EE.UU. En 2015, una investigación publicada en Blood, la revista de la Sociedad Estadounidense de Hematología, fundamentada en datos públicos de la Comisión Federal del Comercio de EE. UU, informes de la Comisión Europea y resoluciones judiciales, documentó un progresivo incremento del precio de los medicamentos genéricos.

Dichos fármacos, cuya composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y forma farmacéutica coincide con los de referencia, son autorizados oficialmente una vez que ha expirado la patente del medicamento de marca.

La investigación referida con anterioridad documenta algunas de las tácticas que usan las grandes farmacéuticas para retrasar la llegada de los medicamentos genéricos que puedan restar mercado a sus propias formulaciones.

Al final, entre el fraude, la manipulación y el alza de los precios se configura una paradoja que, como siempre, antepone las ganancias económicas a las vidas humanas; mientras la espiral del silencio, que se arma alrededor de las empresas monopolizadoras de medicamentos, sigue creciendo.

Foto de portada: Business Insider

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