DestacadasInternacionales

La guerra en Ucrania y los disparos a la economía mundial

Por Orlando Oramas León* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Si la economía mundial andaba en apuros, y estos se atizaban por los efectos de la Covid-19, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la guerra, deja nuevos estragos que impactarán con mayor fuerza a los países más necesitados.

Mientras suenan los disparos en Europa, los precios del petróleo y el gas natural continúan aumentando; lo mismo ocurre con otras materias primas como el aluminio y el níquel, que alcanzaron su récords históricos en la última década.

En 2021 Rusia fue el tercer productor mundial de aluminio, detrás de China e India, según datos de la Oficina Mundial de Estadísticas del Metal, y exporta gran parte de su producción a Turquía, Japón, China, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Los precios de los metales industriales ya se vieron arrastrados el miércoles, dado que “son cada vez más probables las rupturas del suministro desde Rusia”, advirtió Daniel Briesemann, de Commerzbank.

La especulación ahora toma cuerpo a partir de los temores de que las sanciones contra Moscú rompan la cadena de abastecimiento de energía y otros insumos, cuando ya en los cielos de buena parte del planeta rigen decisiones de cierre que afectan a numerosas aerolíneas, y a la par las navieras cortan operaciones en puertos rusos.

Para los importadores del llamado oro negro fue mala noticia la decisión de los países exportadores de la OPEP que no aumentar significativamente su producción pese a la volatilidad de los precios, que alimentan inéditos índices inflacionarios en varios países.

Amenos que la geopolítica se calme podríamos ver una continuación de esta tendencia con “efectos dominó en la mayoría de tipos de activos y en los precios al consumo”, opinó Walid Koudmani, de XTB, importante intermediaria financiera.

El gigante naviero danés Maersk decidió suspender los nuevos pedidos hacia y desde los puertos rusos, excluyendo alimentos, productos médicos y humanitarios, debido a las sanciones internacionales.

“Si otras compañías navieras siguen este ejemplo, probablemente será cada vez más difícil exportar materiales desde Rusia”, subrayó el experto.

El barril de WTI estadounidense registró un alza del 7,29 por ciento este 2 de marzo, su precio más alto desde 2013. Por su parte el Brent del Mar del Norte ganó 6,50 para alcanzar una cota máxima que no tenía desde 2014.

Algo similar ocurría con el precio europeo de referencia para el gas natural y los precios a futuro subieron 60 por ciento.

Expertos alemanes valoran tales aumentos como un primer signo de los problemas de abastecimiento ocasionados por el conflicto.

La posible renuncia de Alemania al gasoducto Nord Stream 2 podría provocar a su vez un drástico incremento de los precios del gas en Europa, declaró en Moscú la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.

“Además del beneficio mutuo, la nueva ruta pretende contribuir a la diversificación del suministro de gas y convertirse en un elemento estabilizador del mercado de gas en Europa. La consecuencia inevitable de la renuncia a Nord Stream 2 sería, como ya vemos, un drástico aumento de los precios de gas en el mercado europeo”, enfatizó Zajárova ante la prensa.

Rusia es el segundo exportador mundial de crudo y suministra más del 40 por ciento de las importaciones anuales de gas natural en la Unión Europea, que enfrenta el dilema de continuar su política de sanciones y encarar sus secuelas económicas y estratégicas.

Al respecto el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anticipó a sus compatriotas que las medidas contra Rusia adoptadas por su país y la UE demandarán “sacrificios ciudadanos”, en particular por los mayores costos de los productos básicos.

“Quiero ser franco en esta Cámara con los españoles, las medidas que hemos adoptado y las que podemos adoptar van a tener un coste y van a exigir sacrificios”, expresó ante el Parlamento.

A su vez el mandatario brasileño Jair Bolsonaro alertó sobre el riesgo de que la agricultura de su país carezca de potasio y fertilizantes, lo cual pondría en riesgo la soberanía alimentaria en un país que es de los mayores exportadores de alimentos a nivel planetario.

(*)  Periodista cubano, autor de los libros “Raúl Roa, periodismo y Revolución”, “Pohanohara, cubanos en Paraguay” y “Cuentos del Arañero”.

Ilustración de portada: Adán Iglesias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *