Cuba

Cuba: Proyecto Entimbalao Skate, donde La Timba se mueve sobre ruedas

Por Aylin Herrera Reyes.

Hacen piruetas, saltan, suben y bajan altísimas plataformas sin miedo a caer. Encima de sus patinetas y patines son dueños de una libertad y felicidad donde el cielo parece ser el único límite.

En la calle 31 esquina a Paseo se alza Entimbalao Skate, un proyecto de desarrollo local creado como parte de las acciones de transformación del barrio La Timba, en Plaza de la Revolución, para darle vida a esa comunidad habanera.

Nery Rodríguez Morffi, una de sus líderes, conversó con la Agencia Cubana de Noticias sobre el surgimiento y actual funcionamiento de esa iniciativa.

“Los skaters –extranjerismo traído a la mayor de las Antillas para nombrar a los patinadores que emplean monopatines– tienen muy pocos espacios y su reputación en la sociedad cubana no era la mejor, aunque actualmente se considere un deporte olímpico, entonces encontramos este parque que estaba totalmente abandonado y era casi un vertedero”, comentó.

El sitio tenía defectos y problemas constructivos para ese deporte, por lo cual se le propuso a Frank Carlos Porras, director del proyecto Entimbalao, también en La Timba, intervenir el lugar para transformarlo y darle las condiciones que los muchachos necesitaban.

Rodríguez Morffi, quien es diseñadora de la marca de Entimbalao Skate y de otro proyecto de patinadores llamado Devel, cuenta que en los inicios solo se dedicaron al patinaje en línea, pero luego consideraron que lo más oportuno era incluir a los skaters porque eran quienes menos espacios tenían para desarrollar sus habilidades.

“A través de un grupo de WhatsApp rediseñamos el parque, cuyas modificaciones aún no terminan pues tenemos otras ideas en el tintero como la pavimentación de las áreas verdes, la cual permitirá que los patinadores en línea y skaters tengan más áreas para hacer sus maniobras”, afirmó.

Desde hace poco tiempo, Entimbalao ostenta la categoría de Proyecto de Desarrollo Local y en ello ha incidido el apoyo de las autoridades del Gobierno de la capital y de la Empresa de Servicios Comunales que habilitó el parque para esas actividades.

“Ha cambiado mucho el aspecto del barrio y desde que ellos están aquí sienten que el espacio es suyo, que les pertenece, por eso lo cuidan y si se convoca para trabajos de limpieza siempre tienen la máxima disposición”, aseveró la diseñadora.

Apuntó que la visita de Miguel Díaz-Canel, presidente de la República, al proyecto ha sido uno de los estímulos más grandes para todo el equipo y eso, unido a la satisfacción que sienten los vecinos de La Timba, resulta reconfortante, pues es una manera de que vean que todos los días hacen algo por el barrio.
Más que un parque donde niños y jóvenes pueden intercambiar habilidades y practicar el patinaje en línea y el skate, Entimbalao Skate es un sitio empoderador y libre de estereotipos para quienes practican esos deportes que son de alto riesgo, pero cuyo nivel de dificultad no influye en que atletas y aficionados de un sexo u otro puedan ejecutarlos.

“Por eso insistimos en los medios de protección –tanto en las hembras como en los varones– y en la necesidad de hacerles conciencia de usar esos implementos, porque se trata del cuidado de su integridad física ante todo”, puntualizó Rodríguez Morffi.

Así, con casco bien ajustado, rodilleras y patineta en mano nos recibió Gabriela Ciara Vega, una joven skater que se vinculó al proyecto desde su fundación.

Ciara Vega señaló que en Entimbalao Skate ha encontrado aceptación respecto a la práctica deportiva a la cual se dedica, porque hoy cuentan con un sitio propio, a diferencia de otros tiempos en que hacían sus maniobras en las calles.

“Me inspira que cada vez más muchachas como yo se sumen a este y otros proyectos similares en los barrios porque demuestran que poseen el talento para hacerlo y una vez que existen espacios como este pueden desarrollarlo”, expresó.

Consideró que la relación con los muchachos fluye sin problemas y si ellos disponen de mayores conocimientos las enseñan sin discriminarlas y confían en sus capacidades.

Allí priman la espontaneidad y los deseos de hacer por y desde el barrio y, al menos, en La Timba, ya se muestran sus luces.

Así lo demuestran las adolescentes empoderadas y los muchachos que no descansaron hasta ver aquella esquina libre del abandono y convertida en el parque al que vuelven cada tarde para hacer de su comunidad un mejor lugar y de sus tiempos libres momentos de aprendizaje y de diversión.

Tomado de ACN/ Fotos: Omara García Mederos/ ACN.

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