Cuba

Fidel presente en todas las luchas de Cuba

Por Alejandra García Elizalde / Resumen Latinoamericano Estados Unidos.

Cuba se recupera por estos días de un incendio sin precedentes que desde la noche del 5 de agosto tiene en vilo a Matanzas, a toda la isla y, especialmente, a rescatistas, bomberos y autoridades. Las continuas explosiones en uno de los principales almacenes de petróleo del país dejaron una estela de espeso humo negro que cubrió el cielo de La Habana durante cinco días. También causó hasta ahora dos muertos, 14 desaparecidos y más de un centenar de heridos.

Ahora que las llamas fueron extinguidas, comenzará la siguiente fase de limpieza y búsqueda de los restos de los primeros valientes que se lanzaron de inmediato a la batalla por Cuba.

En medio del dolor y la agonía, Cuba tiene un gran consuelo: desde 1959, el pueblo nunca ha estado solo en sus luchas, accidentes o catástrofes de cualquier tipo. Fidel nunca lo permitió. Hoy, cuando la isla está a dos días de recordar el 96 aniversario de su nacimiento, el sexto que transcurre sin su presencia física, el pueblo demostró una vez más que sus ideas y su ejemplo no les abandonan.

En los momentos más inciertos de la lucha por apagar el fuego, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez mencionó, una y otra vez, una frase bien conocida por los cubanos: “La protección de nuestros ciudadanos ocupará siempre el primer lugar en nuestros esfuerzos. Nada tendrá prioridad sobre esto”.

Fidel dijo esas mismas palabras en marzo de 2003, unos meses después de que en septiembre de 2002 cruzaran la isla dos potentes huracanes, Lili e Isidore, ambos con una trayectoria casi idéntica, que llegaron con apenas 11 días de diferencia.

“Frente a los cambios climáticos, los daños ambientales causados por el hombre, las crisis económicas, las epidemias y los ciclones, nuestros recursos materiales, científicos y técnicos son cada vez más abundantes”, añadió.

Cuba ya había vivido otras experiencias extremas en esa época. El huracán Flora, por ejemplo, que pasó por la isla en octubre de 1963 y es recordado por sus fuertes lluvias, que desbordaron ríos, arruinaron cosechas y destruyeron casas. Más de mil 150 personas murieron durante esa violenta tormenta de cinco días, así como miles de animales.

Según Bohemia, Fidel dirigió personalmente las operaciones de socorro, trasladándose de una provincia a otra. Primero Santa Clara, luego Camagüey, y llegó incluso a las zonas más peligrosas del río Cauto.

“El Comandante en Jefe de la Revolución estuvo, como siempre, en primera línea. No era raro verlo organizando personalmente las brigadas de rescate, atendiendo a las víctimas, compartiendo el dolor del pueblo”, informó la revista.

Fidel Castro estuvo en primera línea de la catástrofe, incluso durante el embate de los vientos y las aguas, aún en momentos en que el histórico huracán no había abandonado la zona oriental, dentro de la cual realizó varios “lazos” mientras estaba atrapado por las montañas.

El líder de la Revolución se desplazó hasta allí con tanques anfibios del Ejército Rebelde y salvó personalmente a muchas víctimas que permanecían en los tejados, en la copa de los árboles, o a aquellos que estaban atrapados en las aguas. Los helicópteros lucharon contra los fuertes vientos, aprovechando cada espacio de calma para salvar a familias enteras.

Todas las víctimas recibieron ayuda material, los enormes daños fueron mitigados y todo fue reconstruido. Ninguna familia quedó desamparada.

Desde el 2016, año en que murió Fidel, Cuba ha enfrentado otras situaciones de gran dolor: El huracán Irma (2016), el accidente aéreo en el aeropuerto internacional José Martí (2018), un tornado que destruyó cientos de casas en La Habana (2019), una pandemia sin precedentes, un incendio voraz…

Pero los líderes cubanos continúan el legado de Fidel. Desde el puesto de mando desplegado a pocos kilómetros del incendio, después de que se diera a conocer que las llamas ya estaban controladas, Díaz-Canel se tomó unos minutos para recordar -como cada día- una palabras del hombre que sigue y seguirá presente en cada una de nuestras luchas: “Nuestro pueblo será capaz de superar cualquier obstáculo, cualquier dificultad; nuestro pueblo será capaz de marchar hacia adelante imparable, y será capaz de superar sus propias debilidades”.

 

Foto de portada: Irene Pérez / Cubadebate.

 

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