Un domingo histórico de democracia participativa en Cuba
Por Laura V. Mor/ Fotos y video: Syara Salado Massip y Victor Villalba Gutiérrez.
Este domingo desde las 7 AM Cuba vivió una jornada histórica al someterse a referéndum popular el Nuevo Código de las Familias que, en caso de ser aprobado, dejará sin vigencia el emanado de la Ley 1289/75 y sus posteriores modificaciones.
En esta jornada estaban convocados a participar 8.425.147 millones de cubanos y cubanas mayores de 16 años; para lo cual a los 23.000 Colegios Electorales habilitados en todo el país, se le sumaron 224 con carácter especial situados en aeropuertos, hospitales y terminales de ómnibus para que el elector que se encuentre en tránsito pueda ejercer en pleno su derecho cívico.
Previamente a este referéndum, se desarrolló entre febrero y abril de 2022 un proceso de deliberación y consulta popular donde con la participación de 6.481.200 electores y 336.595 intervenciones se modificó el 49.15% del anteproyecto que había emanado de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Si bien esta herramienta de democracia participativa no es una novedad en el sistema electoral cubano, es la primera vez que una ley ordinaria se somete a ella.
“¿Está usted de acuerdo con el Código de las Familias?” fue la pregunta que dicotómicamente contestaron este domingo cubanas y cubanos en cada papeleta de votación, para ratificar (o no) un Código más acorde a la sociedad actual.
Este nuevo Código de Familias busca reconocer y proteger los derechos de sectores vulnerables de la sociedad, así como garantizar la plena igualdad de derechos y oportunidades de todas y todos, reconociéndolos como sujetos amparados ante la ley.
Entre los puntos más significativos que plantea se encuentra la “unión de dos personas” (concepto ya estipulado anteriormente en la Constitución Nacional que fue ratificada también por medio de un referéndum popular) que convertiría -en caso de ser ratificado- a Cuba en el noveno país de América Latina en contar con matrimonio igualitario, o sea habilitando la posibilidad para personas del mismo sexo. Asimismo, el texto reconoce una diversa gama de filiaciones extra consanguinidad basadas en las relaciones afectivas, ampliando así los derechos familiares y de las personas.
Otro punto importante -y foco de la campaña en contra de la aprobación del Código- es la transformación del sistema de “patria potestad” al de “responsabilidad parental” (tanto en el caso de padres biológicos como filiación adoptiva) con el cual se busca dejar de “cosificar al niño” en pos de su propio interés, transformándolo en un sujeto de derecho pleno. En ese sentido también se dejaría sin efecto el matrimonio de menores con autorización de los padres, ya que este nuevo Código eleva la edad para hacer uso de la capacidad individual de decidir unirse en matrimonio hasta alcanzar la mayoría de edad (18 años).
La discriminación y la violencia de género es también tipificada en este nuevo Código de Familias al reconocer los episodios de discriminación y violencia que puedan darse en el ámbito intrafamiliar y que excedan lo meramente físico, ampliándolo hacia las esferas psicológicas, económicas, patrimoniales, sexuales, etc. que hasta el momento no eran reflejadas en la legislación. Los derechos del adulto mayor en cuanto a atención y responsabilidades familiares para con ellos es otro de los puntos claves que comprende el proyecto sometido a votación en esta ocasión, así como también la importancia de reconocer al cuidado como trabajo no remunerado, buscando que las relaciones familiares y de pareja sean más equitativas tanto en su desarrollo como en caso de disolución.
Este lunes será el día en el cual las autoridades electorales darán a conocer a la población los resultados preliminares del referéndum popular que decidirá la entrada en vigor de un cuerpo normativo que refleje con derechos y responsabilidades a la sociedad cubana actual y que probablemente pondrá al 25 de septiembre como una fecha histórica para la democracia participativa en Cuba.