El peligroso juego de la muerte con armas biológicas
Por Raúl Antonio Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Poco se sabe aún de los experimentos con armas biológicas que efectúa EEUU en Ucrania y en otros países que integraban la antigua URSS.
Washington no ha dado una respuesta detallada que pueda aclarar las dudas que existen sobre los biolaboratorios en territorio ucraniano.
Está confirmado que el peligroso “juego con la muerte” como le llamó un investigador estadounidense, se desarrolla en miles de laboratorios cercanos a Rusia.
Las razones son obvias, las actividades bilógico-militares tienen como fin la guerra, Cuba ha sido víctima durante años de actos terroristas ejecutados desde EEUU, plagas y enfermedades producidas en laboratorio han causado muertes y daños irreparables a la economía y a la salud.
Podríamos citar decenas de ejemplos de este tipo de agresión contra la Mayor de las Antillas, pero bastan con uno para aquilatar la peligrosidad del uso de estas armas, la introducción en Cuba del dengue hemorrágico en 1981 que costó la vida a 158 personas, de ellos 101 niños, 344 203 personas enfermaron.
Recientemente, en una declaración conjunta, Rusia, China, Bielorrusia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Siria y Zimbabwe instaron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a recurrir al artículo 6 de la Convención sobre armas biológicas y toxínicas (CABT), en relación con las actividades biológico-militares de EE.UU. en Ucrania, según refiere RT
La CABT entró vigor en 1975 y en su artículo 6 estipula que cualquier Estado que sea parte de ella puede presentar una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, si otro Estado viola las obligaciones dimanadas de esa convención.
Por otra parte, se supo que Investigadores de EEUU crearon artificialmente, una cepa muy letal del coronavirus causante del covid-19, reseña RT.
Los científicos adaptaron la proteína de la espiga de la variante ómicron del virus, encargada de iniciar la infección en humanos, en la superficie de la cepa viral original de Wuhan
El híbrido viral creado en laboratorio, mató al 80% de los roedores infectados y tuvo una capacidad de cinco veces mayor que ómicron en cultivos de células pulmonares humanas, según una prepublicación realizada el pasado viernes en BioRxiv.
Aunque se dice al respecto, que el interés de los investigadores fue manipular el virus para estudiar el modo de enfrentar posibles brotes de otras variantes en el futuro, este tipo de experimentos es considerado por los expertos como muy peligroso.
La mayor preocupación se centra en conocer si este tipo de investigación tiene un doble propósito, si son utilizadas en realidad para usos militares ofensivos y si existen las condiciones de seguridad idóneas para que este tipo de virus no escape accidentalmente de un laboratorio.
Así mismo, el Dr. Richard Ebright, de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, expresó su alarma “Si queremos evitar una próxima pandemia generada en un laboratorio, es imperativo que se fortalezca la supervisión de la investigación mejorada de patógenos pandémicos potenciales”.
La ciencia sin conciencia en la ruina del alma, decía François Rabelais, destacado escritor, médico y humanista francés.
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
Foto de portada: THE US ARMY.