¿Cómo es estudiar en una universidad palestina?
Por Mario F. Hurtado.
Palestina es un territorio milenario y desde la expansión árabe del siglo VII se conoce el territorio por la presencia de una población árabe musulmana y otra árabe cristiana. En 1948 cuando se crea el estado de Israel, significó dividir en dos el territorio colonial palestino. La universidad más importante es la de Birzeit, fundado en 1924, donde el 62% de los estudiantes son mujeres.
Las tierras de Palestina no han conocido la libertad, el pueblo que se siente palestino ha estado sometido por siglos. Los turcos – otomanos controlaron el territorio durante cuatro siglos, periodo en el que en algunas épocas reprimieron a los cristianos quienes huían, muchos a América, inclusive a Colombia y fueron la semilla de esta población del Caribe conocida como turcos. La mayoría eran palestinos y sirios que huían de la represión turca pero que llegaban con un pasaporte del imperio y por eso los denominaban así, aunque étnicamente fueran diferentes.
La creación forzada del estado Israel generó una resistencia árabe para defender el territorio palestino que terminó con victorias para Israel en guerras entre 1948 y 1967. En la última, Palestina quedó a punto de desaparecer con sólo dos territorios autónomos fragmentados, una estrecha franja desértica en la frontera con Egipto que se conoce como Gaza y la región de Cisjordania entre Israel y Jordania.
Palestina es hoy una nación sin estado propio, es decir se reconoce su identidad como Estado, pero el reconocimiento de su independencia es limitado. Es Israel quien ocupa la mayor parte de su territorio, incluso Jerusalén que era la capital de Palestina fue ocupada en la guerra de los seis días por parte de Israel y desde entonces en territorio ocupado. La ciudad como Berlín hasta 1990 está dividida en dos partes. La occidental israelita y la oriental palestina.
La profesora y periodista española Esther Sanz, funcionaria de la Universidad de Granada, en Andalucía, visitó y recorrió las universidades que existen en Palestina para entender cómo es formarse en un territorio ocupado por otro Estado, en permanente conflicto y aislado del mundo. Estas fueron parte de sus experiencias.
Su principal conclusión es que las universidades palestinas son las más resilientes que ha conocido en su vida, por el trabajo incansable que hacen y las diferentes estrategias que tienen que desarrollar para sobrevivir con falta de recursos y la indiferencia internacional que algunas veces tilda de hipocresía frente a la real situación de los palestinos.
En este viaje, la primera dificultad que encontró fue la movilidad, pues los israelitas controlan todos los accesos a Palestina, y eso implica dar muchas explicaciones, motivos del viaje, contactos, revisiones detalladas como si se portara sustancias ilegales, humillaciones constantes, arbitrariedad, porque siempre hay presión y se toman la autonomía de decidir quién puede entrar y quien no sin dar mayores explicaciones.
Visitó Ramalah, que es de facto hoy la capital de Palestina antes la ocupación de Jerusalén y también la ciudad más importante de Cisjordania. De igual forma está llena de controles militares, muros que separan las colonias judías de los palestinos, como en el régimen del apartheid. Una situación donde los palestinos solo tienen desesperanza al ver que cada día su territorio va siendo ocupado por judíos es una forma de desaparecerlo poco a poco.
La universidad más importante es la de Birzeit, centro de educación superior público de Palestina, fundado en 1924. Dicta sus clases en árabe, pero también tiene varios programas en inglés. La universidad cuenta con 9.800 estudiantes y tiene una particularidad que la destaca, el 62% de los estudiantes son mujeres.
Comenzó como una escuela femenina y en 1924 ya en la ocupación británica se convierte en la primera universidad estatal del país. En 1974 amplió su oferta académica y hoy cuenta con siete facultades (Humanidades, Ciencias, Ingeniería, Tecnología e información, Comercio y Económicas, Derecho y Ciencias de la Salud.
Según la investigadora, la universidad está llena de vida en un ajetreo de estudiantes. Afirma que el que la universidad sobreviva es toda una hazaña, porque, por ejemplo, en 1980 Israel dio la orden de poner la universidad bajo mandato militar, registro de estudiantes y controla todo le proceso de contratación de personal. Para los estudiantes es complejo convivir con la represión inclusive frente a las marchas pacíficas. Cientos de estudiantes han sido torturados, encarcelados y deportados por la oposición a la ocupación israelí.
En los últimos 40 años, la universidad ha cerrado quince veces. A pesar de eso ha seguido funcionando y trabajando. Para ello son fundamentales los programas de movilidad e intercambio. Buscan convenios con distintas universidades del mundo, porque ese es su camino para mantener el reconocimiento como un estado independiente. Es así como por los pasillos de la universidad se pueden encontrar profesores y estudiantes de Malta, Brasil, Portugal, Alemania, España, Noruega, Letonia, Sudáfrica e Italia.
Cada día es más complicado expresarse frente a la obstrucción al derecho de la educación. Por eso, la universidad lanzó una campaña en contra de una orden militar de Israel que le otorga poderes al ejército para aislar a las universidades palestinas del exterior y determinar el curso futuro de la educación en los territorios ocupados.
Ante la situación han buscado la movilización de las universidades de todo el mundo para que puedan existir universidades palestinas gestionadas por su propio gobierno. En este sentido la universidad se convierte en un ejemplo de resistencia académica y pacífica frente a la ocupación militar.
Junto con Birzeit se encuentra otra pública, la Universidad Nacional An- Najah en Hebrón y las universidades privadas de Palestina y Politécnica de Palestina, además de las universidades confesionales de Belén y de Hebrón y la universidad de Al-Quds que, a pesar de ser de Jordania, ofrece formación educativa en los territorios ocupados.
Tomado de El Nuevo Siglo.