Teresa Amarelle Boué: “Todas las consecuencias del bloqueo recaen fundamentalmente en los hombros de las mujeres cubanas”
Por María Torrellas / Resumen Latinoamericano.
En Buenos Aires estuvimos conversando con Teresa Amarelle Boué, Secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas y miembra del Consejo de Estado de la República de Cuba. Vino a la Argentina en el marco de la XV Conferencia Regional de Mujeres de América Latina y el Caribe que centró su atención en los cuidados que realizan las mujeres.
Con Teresa hablamos del protagonismo de las mujeres en Cuba en situaciones tan difíciles, el Nuevo Código de las Familias recién refrendado en consulta popular, de la violencia de género y la heroicidad de las mujeres en la pandemia.
–Has venido a Argentina en el marco de la Conferencia de Mujeres de la CEPAL que se ha centrado en los cuidados, de darle valor a ese trabajo silencioso que realizamos las mujeres. Cuéntanos cómo has visto este evento.
–Para nosotras y nosotros tiene una significación extraordinaria justamente porque la primera Conferencia regional de la Mujer se hizo en la Habana, en el año de 1977 y fue nuestra querida e inolvidable Vilma Espín, quien presidió aquella primera Conferencia , es decir, esta historia de la agenda de género, comenzó en La Habana. Esto para nosotras tiene un alto compromiso y llevamos 45 años de agenda regional de género en la que cada vez se van incorporando contenidos, personas, y se va ajustando a las realidades que vivimos las mujeres latinoamericanas y caribeñas. El tema prioritario de este evento fue justamente la sociedad del cuidado. Porque es a lo que aspiramos, a lograr resolver y avanzar en estos estereotipos, en esta naturalización que se ha hecho de los cuidados, que siempre están en los hombros de las mujeres. Porque hoy muchas mujeres no pueden lograr su pleno desarrollo y su autonomía porque tienen que quedarse al cuidado de sus familiares. Además aunque sea una familia de muchas mujeres generalmente recae sobre los hombros de una sola de ellas. Este es uno de los temas que más nos plantean las mujeres en Cuba, en los intercambios que hacemos en las delegaciones, en los bloques de cada región y en las comunidades.
Entonces nosotras tenemos la responsabilidad de ir dando respuesta a ese tema. Tenemos muchos desafíos por delante. Pero quiero decirte que hemos venido a la Conferencia con un trabajo avanzado. En eso quiero agradecer también a la Red de Estudios de Cuidados, de la Universidad de La Habana fundamentalmente, aunque hay 45 organizaciones que responden a esta red, al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Centro de Estudios de la Mujer, otros centros de estudio, y por supuesto la Federación de Mujeres Cubanas. Hemos incorporado el tema de los cuidados, de valorar el trabajo no remunerado, es decir una valoración económica está añadido a nuestro Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres. Pero es que también lo hemos incorporado en el Código de las Familias.
El nuevo Código de las Familias: Una segunda Revolución dentro de la Revolución
-Justamente ese Código de las familias, podríamos decir que ha sido como «una segunda revolución dentro de la Revolución», no sé si te parece. Pero en estos momentos ha habido unos avances extraordinarios. Hemos seguido desde Resumen, todos los nuevos artículos, incluso de ese que habla del trabajo en el hogar, de los cuidados. De la remuneración, de ayudar a las mujeres que se divorcian. Eso es muy novedoso.
-Fíjate María que no había pensado en esa segunda Revolución que me estás diciendo. Pero lo que estamos viviendo las cubanas hoy, podemos decir que sí, así es, porque además lo estamos haciendo en condiciones tan complejas, como aquellas en que Fidel valoró la participación de las mujeres como una revolución dentro de la Revolución. Y el Código tiene muchas virtudes. Es un Código innovador, es revolucionario, es un código de amor. Sí, por primera vez un Código de las Familias reconoce y valora el trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar. Porque en el año de 1975, cuando se aprobó nuestro primer Código de la Familia ya estaba incorporando la igualdad de derechos dentro del hogar. Es decir, ya le había dado una mirada a esa división sexual del trabajo, donde el trabajo recaía sobre la mujer y ya desde el año 1975 lo habíamos dicho, y ahí nuestra presidenta Vilma, jugó un papel extraordinario. Ella había dicho que el trabajo en el hogar debía ser correspondido, y en aquel momento hablábamos del matrimonio y cómo el matrimonio tenía que responder a ello.
Sin embargo hoy es mucho más avanzado. Por supuesto las luchas de las mujeres, los propios programas de la Revolución, los avances que hemos tenido, nos permiten identificar los desafíos, y hoy estamos hablando de corresponsabilidad en los cuidados. Esto es algo que para Cuba empezó en el año 60 con los Círculos Infantiles, porque estos fueron una práctica de corresponsabilidad. Con el propósito de facilitar la incorporación de las mujeres al empleo, se crearon los Círculos, pero ahí participamos el Estado, la sociedad civil, los organismos administrativos: como salud y educación. De manera que ya ahí estábamos trabajando en la corresponsabilidad aunque quizás no estuviéramos tan conscientes de lo que eso representaba como lo estamos hoy. Pero todo lo que hemos hecho durante estos años no es suficiente, porque más mujeres cada vez se han ido incorporando. Entonces el Código regula y establece cómo debemos organizar esa vida en el hogar.
Tú me preguntabas sobre las mujeres en el divorcio, pues el Código también está estableciendo la obligación y la necesidad de dar alimento a las mujeres embarazadas, que durante el embarazo se divorcian. Esa criatura que trae, tiene que ser cuidada, entonces el responsable del embarazo, tiene que darle una pensión a esa mujer de por vida. Porque cuando el niño nazca, si tiene alguna duda de que su niño no es de él, tiene que mantenerla igual hasta que el niño nazca, se hagan las pruebas, y si se comprueba que el niño procreado es de él, tiene la obligación de continuar dándole la manutención. De lo contrario, es la mujer la que tiene que devolver todo aquello que se le ha dado en ese momento.
El Código, sobre todo para las abuelas ha sido un avance muy grande, yo soy una abuela feliz, tengo tres nietas, dos nietos varones, una hembra y por suerte no tengo todavía ese problema, pero este es un Código para el futuro.
Enaltecer el papel de las cuidadoras
– Me llama la atención eso de las abuelas, conseguir que las abuelas sean sujetas de derecho que pueden ayudar a los nietos y nietas y que sea reconocida por el Estado, eso es muy importante.
– Hay ocasiones en que las parejas terminan una relación y entonces las criaturas no pueden ir a ver a la abuela, entonces se le da la posibilidad de que participe del cuidado de nietas y nietos. También el Código en este tema del cuidado, hay algo clave: enaltecer el papel de las cuidadoras. Incluso el Código establece el asunto de la herencia, beneficios de las cuidadoras. Muchas veces somos muchos hijos e hijas. Hoy cumple años mi mamá, si tuviéramos una herencia se la dejaríamos a mi hermana, porque ella ha tenido que estar al cuidado de mi mamá, yo ayudo y hago lo que toca hasta donde puedo, pero mi hermana ha sido muy especial en eso, y en estos casos la herencia, la mayor parte se la debemos dejar a las personas dedicadas al cuidado. Esas personas que toda la vida se han dedicado al cuidado, que renuncian muchas veces a su propio desarrollo, para cuidar. Cuidar a una madre, padre, hijos e hijas, es algo que cualquiera lo hace desde los sentimientos. Pero necesitamos que haya corresponsabilidad. Para que todas las personas podamos alcanzar el desarrollo y los proyectos de vida que tengamos, Y en eso el Código ha sido muy justo. Mira María, el Código nuestro no se impone. Refleja la realidad de las familias cubanas. Lo que hicimos ya está aprobado por el 66% de la población cubana. El Código no tiene nada que no sea lo que ocurre en la cotidianidad de las familias cubanas. Por eso tiene un valor extraordinario.
Respetar la voluntad y las decisiones de los niños, niñas y adolescentes
-Hay otro tema que me parece muy importante: es el valor a la adolescencia, es considerar en los abusos sexuales, de violencia dentro de las familias, que una persona adolescente pueda ser sujeta responsable, que se le va a creer si denuncia un abuso. Porque en otras partes estamos todavía luchando por eso, que se les crea, que se les dé voz y sean personas sujetas de derechos.
– Realmente la autonomía progresiva que se consiguió en el Código y la responsabilidad parental ha sido tergiversado y malinterpretado por muchas personas. Y no se trata de que los niños, niñas y adolescentes hagan lo que quieran. Se trata de que respetemos la voluntad de las niñas, niños y adolescentes; en la medida en que vayan teniendo más responsabilidades y vayan creciendo, se respeten esas decisiones. Pero el papel y la responsabilidad parental se refuerza también. Los niños y niñas tienen también que respetar a su mamá y papá, pero también tenemos que respetar y escuchar el criterio de la niñez. Es la democracia interna de la familia sobre la base del respeto, la disciplina, de los valores que identifican a la familia cubana, es algo importante.
El Código de las Familias transversaliza el tema de la violencia de género en todos los artículos
-Respecto a la violencia de genero, que ya me contabas en la película Cubanas, mujeres en Revolución, cómo todos los estamentos diversos ayudaban. Me hablabas de que había sicólogxs, estaba la justicia, la propia FMC, y otros. Vimos cómo la pandemia en todos lados hizo aumentar, por el encierro, la violencia dentro de los hogares. ¿Qué nuevos avances existen en el Código en esta temática, se reconoce la definición de femicidio?
-Realmente teníamos deudas en el tratamiento, enfrentamiento y prevención a la violencia de género. Lo primero: una de las cosas que hemos hecho los últimos tiempos fue llevarlos a rango constitucional. Esta, en el caso de Cuba, establece la obligación del Estado de proteger a las mujeres, a las infancias, a las personas mayores, a las personas con discapacidad por violencia de género. En el art. 43 que aborda específicamente el tema de las mujeres, se establece también la violencia de género. Ya está en la Constitución de la República. Lo que corresponde entonces, lo que vamos a hacer y a legislar es cómo vamos a reglamentar ese respeto y protección que el Estado tiene que hacer. En ese sentido hemos avanzado mucho. El Código de las Familias transversaliza el tema de la violencia en todos los artículos. Tiene un título dedicado exactamente a la violencia de género. El título N° 2 está dedicado a la violencia.
El código penal no tipificó el delito como feminicidio, pero el contenido del delito está colocado en el Código. Incluso se incrementa la sanción cuando se asesina a una persona por odio, por ser mujer. O cuando también está incorporado, sean asesinados los hijos, hijas o las madres. Es decir, el código 37 veces, establece penas que tienen que ver con la violencia de género. En el Código de procesos también incorporamos la violencia de género. En la ley de educación, que se esta trabajando, donde nosotras tenemos grupos de trabajo que participan, ahí también está incorporada la violencia. En la ley de salud pública también está incorporada. Estamos abarcado e incorporando estos temas en todos los aspectos. Es importante también que creamos la estrategia integral para la prevención y enfrentamiento de la violencia de género. Esta estrategia la hicimos con un grupo de expertxs de diversas especialidades y fue aprobada en una norma jurídica en Cuba con carácter vinculante. Los organismos de la administración o instituciones le deben rendir cuentas al Gobierno de la República de cómo va cumpliendo con estas actividades. Estamos trabajando los protocolos de actuación de cada una de las instituciones.
Lo más importante es sensibilizar. Podemos tener todas las leyes del mundo, que si no logramos que sean efectivas, que los protocolos de actuación de los organismos efectivamente respondan a esa protección que necesitamos, no vamos a lograr el propósito que queremos. Entonces estamos trabajando mucho en las legislaciones hasta que logremos la ley integral que en algún momento la tendremos también si lo consideramos. Lo más importante es que las personas no incurran en estas situaciones de violencia y que haya conciencia, que las mujeres denuncien, que es uno de los problemas que tenemos, que las mujeres no denuncian, y tenemos que identificar los abusos a través de las redes de apoyo. Yo creo que hemos avanzado, hay más sensibilidad, hay una voluntad política para enfrentarlo y seguir construyendo todo lo que nos puede faltar en materia de violencia de género.
Las personas merecen respeto más allá de su orientación e identidad de género
-Un tema que costó mucho trabajo y el que más tergiversan los medios de comunicación que no son amigos de Cuba: el nuevo derecho al matrimonio, que por primera vez, no importan los géneros que tienen las personas. Este paso que recordamos viene de más de 20 años de militancia y trabajo comunicacional y cultural del CENESEX, que dirige Mariela Castro, todo eso que se ha trabajado para la libertad de las diversidades sexogenéricas ha tenido estos logros.
-Las personas merecen respeto más allá de su orientación e identidad de género. Eso también tiene que ver con la cotidianidad. Lo que estamos haciendo es darles derechos a quienes no los tenían. No sólo es el matrimonio, es también la unión de hecho, es algo que traemos desde el año 1975. En aquel momento se decidió no presentarlo, según me han comentado las expertas que han trabajado estos temas, porque no estaban creadas las condiciones. Pero hoy hemos avanzado mucho en Cuba y lo que esta pasando en el mundo. Son personas que están en nuestra cotidianidad, que conviven, sin tener legalizada su relación, que tienen una relación de cariño, de afecto, de respeto, y la sociedad tiene que respetarlo, a lo interno de esa familia. Y por tanto, ya desde la Constitución de la República se definió este tema. Estuvo bueno que no los sacamos completo, porque no era tema de la Constitución. Usted sabe que tanto la Constitución como este Código, ha sido consultado con el pueblo. Y también consultado con especialistas de distintas materias. Eso nos permitió ganar mucho más en conciencia de como enfrentarlo, como reflejarlo, en una ley tan importante como el código de la familia. Y finalmente la población lo aprobó, y tenemos que respetar a las personas independientemente de su identidad, su orientación, del color de la piel, de la labor que realicen, del nivel que tengan, y más bien todo lo que podamos hacer para el bien de los demás. Es algo que debemos hacer.
-En la película de 2017 me hablabas de la importancia de la mujer cubana en la Revolución. Y me decías que las mujeres cubanas estaban defendiendo la Revolución en primera línea, algo así parecido. Ahora después de la pandemia tan tremenda, de la situación tan difícil no sólo en Cuba sino en el mundo, ¿las mujeres siguen en la batalla?
-Sí. Las mujeres siguen en la batalla. Las mujeres cubanas siguen apoyando la Revolución. Han hecho un trabajo extraordinario durante la pandemia. Se convirtieron en maestras, mensajeras, enfermeras, médicas, productoras de alimento y en todos los frentes allí estaban las mujeres cubanas. No puedo decir que todas, porque siempre hay excepciones. Pero si lo llevo matemáticamente, somos todas. Porque las que no defienden la Revolución, las que todavía, vaciadas de sentimiento, piden bloqueo para Cuba, no llegan ni a un tanto por ciento. Las mujeres cubanas son esas que salen todos los días a defender a sus familias. Son las que salen cotidianamente a resistir y a aportar para que el país salga de la situación económica que tiene. Lo dijo hace poco nuestro ministro en Naciones Unidas, que 185 países del mundo estuvieron a favor de la resolución que propuso Cuba. Porque yo pienso que luchar contra el bloqueo no tiene que ver con ideologías ni con posiciones políticas. Tiene que ver con los sentimientos, con ese valor humano que debemos tener las personas. Y hay que estar allí, hay que ver el sacrificio que nuestro pueblo hace para salir adelante, eso merece todo el respeto del mundo. Todas las consecuencias del bloqueo recaen fundamentalmente en los hombros de las mujeres cubanas. Porque como estamos discutiendo en esta conferencia, está naturalizado que las labores del hogar son de ellas. Pero ellas salen a la vida pública, y cuando regresan a la vida privada también tienen que enfrentar las terribles consecuencias del bloqueo. Por eso, las mujeres cubanas crecen, y tienen toda la gloria. Ese grano de maíz del que se ha hablado, también ahí están las mujeres cubanas y Fidel, siempre lo reconoció y en la actualidad siguen siendo las misma mujeres consagradas, humanas, revolucionarias, comprometidas con la vida de su familia y la de su nación.
Tomado de Resumen Latinoamericano Argentina.