Internacionales

Venezuela: Contra la recuperación económica, un nuevo ataque del dólar criminal

Por Geraldina Colotti.

El presidente Maduro anunció un conjunto de medidas para enfrentar el ataque del “dólar criminal”. Entre ellas, una política de control de precios en más de 40 productos, para luchar contra la especulación que -dijo- ha vuelto a provocar el alza de la inflación y golpear al mercado cambiario en las últimas semanas. “Garantizaremos unas navidades felices venciendo las mafias mayameras – anunció -. ¡Nadie detendrá el crecimiento económico!”

A pesar de los múltiples ataques a la economía y las devastadoras consecuencias del bloqueo, Venezuela salió en diciembre del año pasado de una hiperinflación en la que entró en 2017 y que, por 4 años, redujo el valor del bolívar. Y continúa registrando el nivel de crecimiento económico más alto de toda América Latina. Y ahora viene una nueva especulación financiera que – denunció la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodriguez, – no sólo afecta las tasas de cambio oficial y paralela, sino que genera inestabilidad a la economía de la nación.

Todavía, Delcy destacó que “el sistema financiero, a pesar del criminal bloqueo, ha crecido considerablemente en el año 2022, incrementando sus depósitos en un 210% y su cartera de crédito en un 420%. ¡Quienes atacan la economía venezolana están destinados al fracaso!”, dijo, y anunció que, junto con el vicepresidente de Economía y Ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, se ha diseñado un “conjunto de acciones” para defender al mercado cambiario y la tasa oficial.

“No permitiremos que los extremistas de siempre le pongan el palo a la rueda del crecimiento”, agregó El Aissami, en alusión a los cuatro trimestres de mejoría que ha acumulado el país, tras seis años de recesión. Y, mientras tanto, a todos los niveles de la economía venezolana – desde las comunas a las fábricas – surgen propuestas para aumentar el desarrollo productivo, y para avanzar en la «Nueva Etapa de Transición al socialismo», de acuerdo con las 3R.Net. El presidente ha reunido a todos los ministros de Gobierno y a los altos mandos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para acordar el contraataque de todos los ganglios de la sociedad, y ha hecho un llamado al pueblo para ayudar a hacer cumplir las líneas monetarias decididas por el Banco Central (Bcv ). .

En todos estos años, el gobierno bolivariano no cedió al chantaje de los poderes fuertes.

El Presupuesto Anual de la Nación correspondiente al año Fiscal 2023 destina el 77.1% estrictamente a la inversión social en beneficio del pueblo venezolano. Así lo aseveró Delcy Rodríguez, presentando el Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2023 ante la plenaria de la Asamblea Nacional (AN). El Presupuesto alcanza la suma de 170.703.832.051 bolívares, y se enfoca en el fortalecimiento y el aumento de la capacidad de producción en el país, con el objeto de coadyuvar al crecimiento de la economía.

Se trabaja para garantizar al pueblo la prestación de servicios de alta calidad y gratuito en el Sector Salud, en el Sistema Educativo, y en el fortalecimiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela, para continuar la construcción de viviendas dignas en el país. Una línea de la que emerge, también a nivel internacional, el alcance del proyecto y la estatura del presidente que lo representa, capaz de conducir el barco bolivariano, con equilibrio y decisión.

Desde la república de Weimar hasta la primavera de Allende, pasando por la Nicaragua sandinista, y por Cuba, sometida a todo tipo de ataques imperialistas desde 1961, en el siglo XX ha habido ejemplos que muestran cómo el imperialismo ha utilizado la inflación como arma de guerra. Hoy, el ataque a la moneda es parte de la guerra híbrida que multiplica sus efectos devastadores bajo la globalización financiera, impidiendo el desarrollo productivo del país objetivo.

En el enfrentamientos entra potencias, tras el Tratado de Versalles, Alemania se había desindustrializado: perdió el 28% de los yacimientos de carbón y el 78% de los yacimientos de hierro. En 1923, ya no tenía los medios para producir y por lo tanto para pagar las deudas. Los libros de historia muestran los efectos devastadores de la hiperinflación estratosférica: como el robo que sufrió un trabajador que traía a casa una carretilla llena de dinero -su salario. No le robaron lo que era poco más que papel de desecho, sino la carretilla…

No poder reactivar la economía con trabajo, es decir, con la producción de valor, la única forma que tenía Alemania de pagar las deudas de guerra era imprimir papel moneda que, en ausencia de un equivalente económico y en presencia de un desempleo muy alto, es decir, una demanda agregada igual a cero, sufrió una devaluación desenfrenada. El final es conocido. Francia y Bélgica invadieron el Ruhr para cobrar sus deudas…

Casi cien años después de aquella experiencia, donde se consumó la heroica lucha de los comunistas contra la socialdemocracia de entonces, el proceso bolivariano ya ha vivido todas las facetas de la guerra económica, y ha podido desplegar, no sin sacrificios y gracias a un poderoso esfuerzo colectivo, contramedidas que han dado sus frutos, reconocidos por indicadores internacionales.

Para entender el alcance de lo que está en juego, dentro y fuera del continente, basta observar con vara histórica lo que ocurre en el Perú (y antes en Honduras, Paraguay, Brasil), basta ver qué intereses defiende el imperialismo a través de golpes parlamentarios o con el lawfare contra presidentes progresistas. En países con una altísima concentración de latifundios y con presencia de capital extranjero, se trata de impedir la reforma agraria, las nacionalizaciones y la expulsión de las bases militares estadounidenses.

En Paraguay, más del 85% de la tierra está concentrada en pocas manos y controlada por capital extranjero, y las tímidas medidas tomadas por Fernando Lugo contra el negocio de las semillas transgénicas provocaron su expulsión. En Perú se trataba de impedir que Castillo pusiera en marcha una «economía popular», aunque fuera «con el mercado», como había prometido. Además, ¿no fueron esos los detonantes del golpe de estado contra Chávez en 2002?

Y así, acompañado de las declaraciones beligerantes de la oposición golpista, que no se resigna a la vuelta a la competencia política basada en la constitución, y que acusa al gobierno de ser el causante de la crisis económica, viene un nuevo ataque a la moneda en Venezuela. “La burguesía – dijo Diosdado Cabello – utiliza ataques a la moneda, a la distribución de combustibles, pero los venezolanos y venezolanas sabemos superar todo eso y más”.

Tomado de Resumen Latinoamericano Argentina.

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