Internacionales

Mujeres ecuatorianas victimizadas reclaman NI UNA MENOS

Por Liset García* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

En medio de voces, cada vez más potentes, de reclamo a favor de las mujeres de nuestra región, Ecuador sobresale por sus récords de violencia criminal y la cantidad de feminicidios, por lo que muchas despiertan de su letargo de invisibilización y otros maltratos para poner un acento mayor en las exigencias por sus derechos.

La dolorosa estadística refleja que cada 26 horas es asesinada una mujer en ese país andino, la cifra más alta reportada desde 2014, según registros de La Alianza Feminista para el Mapeo de esos hechos, que han visto un crecimiento en 2022 con respecto al año anterior.

Detrás de cada una de las 332 vidas truncadas durante los 12 meses anteriores y las 16 que han muerto diariamente hasta el 10 de enero de 2023, hay una historia de abusos y maltratos, de inseguridad, de familias que sufren antes y después de cada asesinato, dado que muchos niños y niñas se quedan en la orfandad al perder a sus madres y, al propio tiempo, se les laceran otros afectos porque los agresores en la mayoría de los casos son las parejas de las mujeres o personas vinculadas sentimentalmente con ellas.

Ellas soportan no solo las penurias económicas derivadas de la crisis pos pandémica sino violencia doméstica desde su rol de cabezas de familia, y por estar a merced de quienes las maltratan de palabra y de hechos.

Diversas organizaciones femeninas alertan sobre este grave problema que ya toca fondo en la vida de las ecuatorianas, mapean los datos e intentan dar atención sicológica y material al círculo de las víctimas.

De acuerdo con las estadísticas recopiladas por esas organizaciones, que no siempre concuerdan con las oficiales, en 2022 la víctima más joven tenía 3 meses de nacida; y la más adulta contaba con 84 años de edad, muestra de que la violencia basada en género que lastima al país no tiene un blanco de ataque específico.

Por la información aportada se conoce además que 14 de las víctimas estaban embarazadas; cuatro de cada diez eran madres; y se estima que unos 245 niños y niñas quedaron sin quien les dio la vida.

Lo peor es que cada año se reporta un crecimiento de los casos. En 2021 hubo 197 femicidios, en 2020 se registraron 118; en 2019, 106; y en 2018, 88. De los 332 asesinatos registrados en 2022, el 51 por ciento fue ejecutado por la pareja de la víctima, al menos 48 mujeres habían reportado violencia hacia ellas con anterioridad, 16 fueron violadas previamente y 25 se reportaron como desaparecidas.

A la par de estos datos, ofrecidos por la Alianza Feminista para el Mapeo de Femicidios, la Fundación Aldea alerta acerca de que en los últimos dos años los feminicidios se presentan en contextos de mayor peligrosidad por la delincuencia organizada, disputas de territorio entre bandas narco delictivas y formas misóginas contra la vida y los cuerpos.

En septiembre del pasado año, Édgar Escobar, fiscal de la Unidad de Personas y Garantías de Guayaquil, fue baleado por pistoleros frente a la sede de la Fiscalía, lo que evidencia que los crímenes de odio también están enfilados contra los operadores de la justicia.

Ese asesinato ocurrió a pocos días de la desaparición de la abogada María Belén Bernal, que provocó gran indignación. Pronto se conoció que se trató de un feminicidio, a manos de su esposo, un teniente e instructor de la Escuela de Policía de Quito, quien la estranguló luego de haberla golpeado en su dormitorio de esa unidad policial, de la que fue destituido por el Gobierno, y se encuentra prófugo.

Otros datos ofrecidos por la Fundación Aldea dan a conocer que más de una veintena de los victimarios se suicidó luego de asesinar a las mujeres, como si les pesara demasiado la culpa.

Por eso, miles de mujeres deberán seguir reclamando por sus derechos y contra los maltratadores con el llamado cada vez más intenso de ni una menos.

(*) Periodista cubana. Colabora con Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: El Universo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *