Cuba

8M en Cuba: ¿Por qué somos feministas?

Por Red feminista “Berta Cáceres”.

 

En el Espacio-Red Feminista «Berta Cáceres» de Cuba compartieron su forma de lucha en este 8 de marzo Dia de la Mujer Trabajadora. Este es su comunicado:

Vivimos tiempos de mujeres. Tiempos donde ya no aceptamos nuestra condición de víctimas de pobreza, violencia, despojo, discriminación y juntas nos alzamos como luchadoras y protagonista de otra historia, aun no contada.

 Venimos de una época donde conquistamos fuerza social y política para la transformación a favor de los derechos de las mujeres, y se abrieron posibilidades inéditas para el movimiento de mujeres en Cuba que se autoconstituye, reconfigura y articula frente al desafío de la emancipación en un contexto global neoconservador con nuevas máscaras patriarcales. 

El feminismo popular, anticapitalista y descolonizador ha sido siempre nuestro referente ideológico y crece hoy, desde los saberes, la creatividad, la capacidad de recuperación y sostenibilidad de la vida de las mujeres cubanas. 

Uno de los impactos más grande del Periodo Especial fue la feminización de la pobreza en Cuba, la cual se acrecienta con la pandemia Covid-19 y se acentúa con el recrudecimiento del Bloqueo de Estados Unidos en medio de la crisis global. Aún con una fuerza femenina mayoritaria profesionalmente y unos indicadores de género envidiables para países subdesarrollados, no avanzamos en la implementación del Programa de Adelanto a la Mujer ni en la Estrategia de Prevención y Atención a la violencia basada en género con la misma fuerza que las practicas patriarcales de violencia contra las mujeres y control de sus cuerpos a través de la maternidad obligada y la prostitución; discriminación en tiempos y espacios públicos masculinos donde la mujeres detentan poder; subestimación económica del trabajo doméstico y de cuidados; inequidades en ingresos, accesos y responsabilidades sociales, laborales y familiares; desigualdades en los espacios de toma de decisiones donde las mujeres languidecen según se estrecha la pirámide de poder. 

Fue un 8M para no olvidar. Formamos parte de varios espacios y encuentros donde recordamos las luchas de miles de mujeres en nombre de la equidad, de los derechos y la emancipación, y conmemoramos el camino recorrido y nuestras victorias obtenidas.

El activismo, la participación y la creatividad desplegada por las mujeres cubanas durante la pandemia contrastan con las desigualdades y el empobrecimiento de sus condiciones de vida, esta contradicción alerta sobre la vulnerabilidad de sus derechos y obliga a atender las potencialidades desplegadas a favor del desarrollo individual y colectivo de las mujeres desde una perspectiva feminista.

Los debates y resultados del referéndum para la aprobación del Código de las familias cubanas evidenciaron lo difícil que resulta desmontar el patriarcado desde la subjetividad y los imaginarios culturales, religiosos y moralistas. La instrumentalización de los miedos fue uno de los principales dispositivos de disciplinamiento social del patriarcado frente al carácter revolucionario del Código de las familias, desempolvando el discurso ético “de amor y el respeto a los valores tradicionales” el cual se convirtió, además, en una plataforma política de guerra contra el feminismo. 

Aun cuando el proyecto social cubano se sustenta en la igualdad y la emancipación de las mujeres, la reproducción social de la vida sigue invisible, según la tradición y las costumbres, donde las mujeres siempre seremos, primero, madres y esposas. Si preguntamos a cualquier persona en Cuba: ¿a qué se dedican las mujeres?, ¿cuáles son sus responsabilidades sociales? y ¿en qué condiciones trabajan?, se constata cómo el acumulado de avances de igualdad y dignificación de las mujeres cubanas va cediendo ante la avalancha mercantilista e individualista que aparece como alternativa a la crisis y fractura el tejido social solidario construido a favor de la emancipación de la mujer. 

Sin embargo, frente a esta misma crisis que se vuelve insostenible, surgen nuevas iniciativas de producción y reproducción de la vida con gran protagonismo de las mujeres, significativamente las jóvenes, las cuales amplían su activismo y liderazgo sociopolítico desde posiciones feministas. El movimiento feminista, en sus dimensiones local, regional y global, se enfrenta a una dispersión ideológica que restringe la efectividad de las acciones de articulación políticas y deriva en la desestimación de las demandas reivindicativas de las mujeres y la institucionalidad del feminismo, donde se apuesta más a la negociación del poder con el patriarcado que al fortalecimiento del movimiento como fuerza político-social cediendo espacios de luchas conquistados. 

El discurso antifeminista refuerza la capacidad del capital de apropiarse del trabajo de las mujeres despojándola de autonomía política e incorporándolas a la hegemonía cultural dominante. Así se fragmentan los intentos diversos de construir un bloque común feminista anticapitalista global.

En este 8 de marzo de 2023 nos reafirmamos feministas porque feminismo es pensamiento emancipador vivo, movimiento de transformación real y sentido de vida plural e inclusiva. Somos feministas porque:

  • La sociedad cubana se ha revolucionado más desde las mujeres, convirtiendo la política en un acto de dignificación personal.
  • Lo cotidiano se vuelve resistencia y rebeldía frente a la mercantilización de la vida.
  • La participación y empoderamiento son actos de transformación individual y colectiva.
  • La militancia revolucionaria se radicaliza con la subjetividad feminista.
  • Estamos acompañadas por otras muchas mujeres que caminan a nuestro lado. 
  • Vamos más allá de ver solo la perspectiva de mujer.
  • Somos luchas múltiples en el camino hacia la emancipación, modos diversos de actuar como sujeto mujer.
  • Somos la reafirmación de la esperanza.

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