Viruela símica, sin nuevos casos en Cuba
Por Flor de Paz (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano
La reemergencia en mayo de 2022 de la llamada viruela símica fuera de África —y su rápida trasmisión— encendió las alarmas rojas en el mundo, recién sacudido por la crisis de la pandemia de la Covid-19. El 20 de agosto del mismo año, en Cuba fue confirmado el primer caso: un paciente italiano que había llegado a la isla cinco días antes infectado con el virus que provoca la enfermedad.
En fecha posterior, siete cubanos fueron diagnosticados con la mpox (como la Organización Mundial de la Salud le ha denominado en inglés) y, a diferencia del paciente europeo, evolucionaron satisfactoriamente. Desde entonces, y hasta la fecha, no han sido detectados en el país nuevos contagios.
Bajo la experticia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) transitan en Cuba los procesos de vigilancia, diagnóstico y tratamiento del mpox. Sobre el tema, habla la Doctora en Ciencias Vivian Kourí, médico, especialista de Segundo Grado en Microbiología, con perfil en Virología, y subdirectora primera de la institución científico-asistencial.
De acuerdo con la experta en el estudio y detección de este tipo de enfermedades, el virus que provoca la viruela símica es considerado zoonótico y su reservorio natural son los roedores. “Aunque fue identificado primeramente en simios: de ahí su nombre, estos son, por lo tanto, los hospederos definitivos”, dijo en entrevista para la revista Avances Médicos de Cuba.
Acerca del origen de la infección en humanos, la Dra. Kourí explicó que ocurrió por el contacto directo y estrecho con esos animales, origen de pequeños brotes en África, con diseminación limitada. Pero que, en el brote actual —localizado en el Reino Unido, luego diseminado por Europa y posteriormente por las Américas—, la enfermedad tuvo un comportamiento diferente.
Precisó que, como virus de baja eficiencia de transmisión entre personas, hasta ese momento el contagio era esporádico; pues, para adquirirlo es preciso un “contacto muy estrecho con un sujeto o animal infectado, específicamente con sus lesiones, líquidos corporales, gotículas respiratorias y materiales contaminados como la ropa de cama u otras prendas”.
Los síntomas más frecuentes —explicó la experta— son las lesiones de piel en estado de vesícula, pústula, la úlcera y, finalmente, la costra o postilla, que conforman varias etapas acompañadas de fiebre, adenopatías y dolor de garganta.
Estas lesiones de piel se localizan generalmente en cara, brazos y tronco y, en dependencia del tipo de contacto, pueden aparecer también en las mucosas oral o genital. La enfermedad tiene, asimismo, un ciclo de aproximadamente un mes y la presencia activa del virus se halla en todos los estadios de la dolencia. Significa que “el paciente positivo a mpox, puede transmitir la infección desde el inicio de los síntomas hasta que desaparecen totalmente”.
Estas razones obligaron a que “en el seguimiento de los casos detectados en Cuba se indicara, además del obvio aislamiento de los pacientes y sus contactos, el estudio evolutivo mediante PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real para mpox cada 10-15 días, tanto de las lesiones de piel como de la mucosa orofaríngea”, puntualizó la Dra. Kourí.
También subrayó que, a diferencia de la viruela común, la mortalidad por la llamada viruela símica es muy baja. Aunque, “pueden aparecer complicaciones como neumonías, encefalitis, sobreinfección de lesiones por bacterias y deshidratación, las cuales pueden llevar a la muerte”.
Las potencialidades de Cuba en el control de la enfermedad, radica en su sistema de salud, y en la existencia de una red de laboratorios de microbiología y del control sanitario internacional desde la frontera, mecanismo de vigilancia permanente, activado en especial ante el H1N1, el ébola —que afortunadamente nunca entró al país—, el zica, el dengue, la Covid y ahora la viruela símica, expuso la especialista.
También, en la capacitación del personal médico, en la creación de condiciones en los hospitales y en la red de laboratorios de biología molecular extendidos por todo el país, para enfrentar el manejo y el diagnóstico, si eventualmente ocurriera un incremento de los casos de mpox.
Hasta el momento, por el reducido número de casos con viruela símica detectados en Cuba, el diagnóstico y la hospitalización de los enfermos por este virus han sido centralizados en el IPK, la máxima autoridad a nivel nacional en microbiología, parasitología, medicina tropical, clínica y epidemiología de enfermedades transmisibles.
(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas
Foto de portada: Reuters