Cuba: Entrevista a Llanisca Lugo, candidata a Diputada a la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular

24 de marzo de 202325 de marzo de 2023 Cuba en Resumen

Entrevistamos a Llanisca Lugo González, Coordinadora del Proceso de Solidaridad Internacional del Centro “Martin Luther King Jr.” y candidata a Diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular en las elecciones nacionales que se desarrollarán en Cuba el 26 de marzo próximo.

– ¿Cómo consideras que se podría lograr que los cubanos y cubanas que te han respaldado en la nominación se sientan identificados contigo como representante?

La gente tiende a creer que porque eres candidato a diputado entonces tienes una serie de cosas resueltas, y en realidad los candidatos a diputados viven como la inmensa mayoría de la población cubana, con las mismas carencias, el escaso tiempo para comprar la comida, cocinar, hacer las tareas en la casa y cumplir con su trabajo. A ello le sumas las tareas de la candidatura, entonces su vida cotidiana es una vida cotidiana como la de cualquier cubano y enfrentar eso con sinceridad, con la legitimidad que le otorga el pueblo al diputado, es muy importante.

Me parece importante que demostremos esto para que la gente se identifique con nosotros o sea que el pueblo es nuestra fuerza. El pueblo siempre es fuerza para bien y por otro lado creo que hay que ser muy sincero y hablar. No por decir las palabras exactas que el pueblo dice sino por interpretar y hacer sentir el espíritu de lo que el pueblo quiere decir. Creo que eso es una labor muy importante y que no podemos hacerla sin sensibilidad, sin ponernos en el lugar del otro y de la otra. Aun cuando nuestras vidas están atravesadas por los mismísimos problemas.

Hay que ser sincero, y hablar desde donde el pueblo habla, en el lado del pueblo, tomar partido con el pueblo aun sabiendo que no todo lo que se plantea es justo y que se dan distorsiones dentro del pueblo, actitudes egoístas, individualistas, desidia, pero es un principio ponerse en ese lugar y buscar la comprensión. Es muy importante que nosotros echemos para adelante todo lo que podamos, con nuestra capacidad movilizativa y la capacidad de pensamiento crítico y de creación del pueblo cubano.

Eso la gente lo siente. Cuando tú das espacios o riendas a su creación colectiva o cuando tú estás contra las cuerdas, queriendo, pero no queriendo al mismo tiempo que la gente se suelte, que participe. Yo creo que la gente se identifica cuando ven una persona sencilla, de pueblo, que vive como vive él, que piensa parecido porque los problemas son los mismos y que también se aventure junto a él a buscar la solución colectivamente, reconociendo que, sin compañía, no podemos llegar muy lejos.

Yo creo que la gente siente identificación, cuando tú no los ves como amenaza y cuando no sientes la tarea como un privilegio o como una carga. La gente sabe cuándo tú les crees, cuando hay conexión, emocional, espiritual con quienes quieren construir caminos y bienestar para este pueblo, porque también está el que aprendió la crítica como deporte, que no significa nada como elemento regulador de conducta, una crítica muy elaborada y amparada en la supuesta defensa de la Revolución que no le inspira a nada en su práctica con palabras que repite año tras año como un personaje de teatro, y hay que saber discernir cuando estamos frente a un teatro y cuando estamos frente a una contradicción real que tenemos responsabilidad de comprender y asumir.

– Esta Asamblea contará con una menor cantidad de Diputados en su totalidad, lo cual implica mayor trabajo y responsabilidades. ¿Cuáles son para ti los principales desafíos?

Creo que algunos desafíos tienen que ver con seguir desplegando el cuerpo legal que sostiene los procesos de cambio en el país. El pueblo está viviendo en un tiempo inmediato y hay que poner el tiempo político en sintonía con este tiempo inmediato. Los procesos no pueden depender de la sensibilidad del diputado, sino estar atados a mecanismos creados para su despliegue efectivo.

Debe ser una Asamblea que se parezca al pueblo diverso que somos, que piensa distinto de todos los asuntos, que no comprende la unidad como homogeneidad, porque la gente no cree en la homogeneidad, eso la aleja del espacio de la Asamblea. Su composición no es un asunto de números y por cientos, expresa miradas, historias, grupos sociales que participan en una disputa del proyecto, o avanzamos en profundizar la socialización de la propiedad, el poder, la comunicación o nos gana terreno la privatización de toda la vida cotidiana en la lógica del capital y el mercado.

Hay que vivir la Asamblea en los territorios, no solo recibiendo opiniones de los delegados en las asambleas municipales sino rindiendo cuenta en las circunscripciones, colocando al soberano en el espacio simbólico, político de una Asamblea Nacional del Poder Popular que debe sesionar permanentemente en las comunidades.

Muchos problemas territoriales no nacen de las lógicas organizativas del territorio, lo trascienden y los diputados tendremos un rol en esto. Hay que participar de los procesos de rendición de cuentas y alimentarse de las problemáticas principales y comprometerse con algunos caminos de solución.

Para mí el desafío central es que el pueblo se sienta parte de la asamblea, que se sienta identificado con su modo de funcionamiento, contenidos de debate, principales resultados, que no lo sienta un espacio lejano, que a veces ni quiere poner en la televisión, que el pueblo quiera estar pendiente de lo que pasa allí porque tiene que ver con lo que piensa y siente.

Las mujeres cubanas tienen una alta representatividad en todas las esferas del país. ¿También la tendrán en la conformación de esta Asamblea?

Si yo creo que la Asamblea tendrá la segunda mayor representación de mujeres de un Parlamento en el mundo. No es un regalo a las mujeres cubanas, es una conquista y ha venido siendo una política de la Revolución cubana. En ese sentido la Federación de Mujeres Cubanas tiene un trabajo muy serio que seguir desplegando con la Estrategia Integral contra la Violencia hacia la mujer, el Plan Nacional de adelanto de la mujer, y otros instrumentos que de manera sistémica procuran masificar e institucionalizar mecanismos y debates que competen a la sociedad cubana en su conjunto, sobre el lugar de la mujer cubana, los derechos de la mujer cubana, su capacidad de producir y reproducir subjetividad y bienes.

La presencia de las mujeres en la Asamblea es muy significativa y creo que es un espejo de lo que ya hace la mujer cubana en la sociedad, de su liderazgo, de su capacidad de construir en todos los sectores de la sociedad, de su capacidad de componer todos los desafíos de la producción en la vida pública, en la vida de la política. Los momentos de las tareas de cuidado y de la vida privada que prácticamente se invisibilizan pero que es parte de todos los desafíos que presentan las mujeres que quieren ser activos y sujetos protagonistas de las transformaciones de la sociedad.

Así que, yo creo que esto permitiría tener una mayor fuerza en el análisis de esta contradicción de cómo organizar una sociedad más justa cuando tenemos crecientes desigualdades. En Boyeros, por ejemplo, en el municipio por el que soy candidata, hay cinco mujeres y dos hombres y realmente se aprende muchísimo de las experiencias y de los esfuerzos que las mujeres hacen para organizar en su tiempo de vida y en su propio cuerpo como hacen para lidiar con todas las tareas y todos los tiempos. La Vicegobernadora de la Habana, que es maestra de profesión, una directora de escuela primaria, una jefa de recursos humanos de una empresa, una especialista de tráfico del aeropuerto, delegadas de base de circunscripciones complejas, que además de su trabajo y su tarea de delegada, y sus responsabilidades en la asamblea municipal, deben asumir esta nueva misión. Se las trae.

Es un desafío reflexionar como enfrentar los espacios públicos y el ejercicio de la política sin que esto signifique mayor agobio, mayor explotación, mayor carga, más descuido a su salud, menor tiempo de emancipación real.

Nosotros tenemos que cuidar de esto, para que cada vez sean más las mujeres que puedan en efecto hacer ejercicio de sus derechos políticos en espacios públicos y que lo asuman con autoridad real y responsabilidad plena.

Desde el Centro Martin Luther King de La Habana has dedicado gran parte de tu tiempo a la coordinación en el área de la Solidaridad Internacional. ¿Cómo futura representante del pueblo, madre de dos hijos, como compatibilizarás tus nuevas responsabilidades?

En realidad, asumir una tarea como esta, en el momento en que el país se encuentra, significa, como ya he dicho, un deber, una misión, una tarea que se suma a muchas tareas de especial importancia, pero no es la única tarea. Los diputados cubanos no son profesionales de la política, aunque ejercen este rol con mucha responsabilidad. Yo creo que esta es una experiencia de ir aprendiendo juntos. El CMLK me ha apoyado de una manera muy bonita desde que supimos que era parte de la candidatura, me acompaña desde todo punto de vista y lo hace con alegría, solidaridad, es también una especie de familia de trabajo, de compartir todo, no solo un horario laboral, sino un proyecto colectivo que hacemos nuestro.

Vemos aprendiendo. Este mes de intercambios he llegado tarde a la casa casi todos los días, como muchos trabajadores cubanos y he tenido todo el apoyo de mi familia y del Centro, con una comprensión de cuidado de la familia que somos, pero sin duda es también un desafío y es algo que tenemos que pensar también. Cuando tenemos hijos, las mujeres enfrentamos este tipo de tareas y sin hijos también, tenemos tareas en la casa, debemos evitar que las cosas del trabajo se conviertan en una amenaza a la familia que quieres disfrutar y que la familia no se sienta un obstáculo para el desarrollo profesional, que no te frene. Esto es un aprendizaje que lleva equilibrios, esfuerzos de todas las partes.

Tengo que buscar la manera en la que esto se armonice en el tiempo de vida que llevamos y sin dudas tendría que ser siempre con el principio del acompañamiento. Nadie es un tren humano, todos necesitamos compañía para poder enfrentar las tareas.

Con los niños en este periodo además de conversar un poco de lo que significa la misión de ser candidata a diputada y el Parlamento que es algo que en sus clases de Educación Cívica y en sus clases en general han estudiado bastante, en la práctica tengo menos tiempo. Aprovecho el menor tiempo que puedo y sobre todos los fines de semana, he aprovechado para sacar jugo a todo el intercambio que podamos tener y estar más tiempo con ellos. Yo creo que este es un periodo de incentivar el conocimiento del municipio que nos ha requerido mayor dedicación y que ahora lo que tenemos que hacer es organizar esos intercambios y visitas de manera en la que también, podamos fluir con más tranquilidad en ese ir y venir del territorio que tiene que ser sostenido en el tiempo con un proceso y no una etapa puntual.

No puede agotarse ahora en un período porque no puede abordarse las elecciones como un evento, sino tiene que sostenerse como un proceso en todo el tiempo que estemos en la tarea. Entonces, mi familia y yo, estamos aprendiendo, ajustándonos en los tiempos, en las maneras de aprovechar mejor, de cumplir con todos los roles.

Hay que celebrarlo también y aprovechar la oportunidad de aprender mucho, escuchar y conocer tantas personas valiosas que trabajan tanto por este país y que hacen tantas cosas maravillosas que nunca aparecen o muy poco aparecen en las noticias, pero son rutinas de entrega extraordinarias.

Realmente se aprende muchísimo y se aprende mucho de los compañeras y compañeros que van con una en este camino. Entonces así lo estoy viviendo, paso a paso.

– Has visitado diferentes barrios en estos meses previos a la elección. ¿Cuáles? ¿Qué impresiones tienes tras la visita a esas comunidades? En las visitas que has realizado, cuáles son los principales retos del Municipio por el que estás nominada. ¿Cuáles fueron los planteamientos mayoritarios de esa población?

Sobre las visitas e intercambios de estos días creo que en Boyeros ha existido una integración importante del Partido, el gobierno, la administración para que las visitas se den en comunidades diversas y que podamos tener una imagen de los problemas fundamentales del municipio.

Intercambiamos con una parte de las 109 circunscripciones y más de 140 entidades empresariales, con escuelas de diferentes niveles de enseñanza, centros de salud, en fin. Boyeros es un municipio realmente grande, complejo, muy agrícola, que yo no conocía. Así lo he estado conociendo en este tiempo y por eso y sobre todo los encuentros con los barrios, han sido encuentros muy significativos para todos los candidatos.

En algunos ha venido una gran parte de la comunidad, en otros la asistencia no ha sido la deseada. En algunos se ha sentido una presencia débil de jóvenes. Ningún encuentro ha sido igual a otro. Algunos han sido relativamente cortos, otros se han extendido mucho con planteamientos de largo tiempo en la población y también con mensajes a los diputados para la tarea en esta Legislatura.

Creo que sí ha primado el respeto a los candidatos, las posiciones de compromiso con la Revolución de quienes llegan a las reuniones que aun cuando traen toda esa carga de planteamientos con problemas acumulados y problemas recientes, lo hacen con una esperanza y con confianza, lo hacen buscando dialogar con el proyecto de la Revolución más que con nosotros. Eso sí ha sido muy importante.

Hay barrios en los que la reunión ha sido un tiempo donde uno o dos compañeros han expresado el respaldo a la candidatura, lo que significa en este momento de elecciones en el contexto del país y del mundo, porque no solo tenemos un contexto país, tenemos un contexto regional y del mundo que nos impacta muchísimo y que atraviesa el mundo.

Pero también creo que ha habido reuniones complejas en el sentido de mucha participación en buena medida con inconformidades y eso nos permite a nosotros escuchar un abanico de dificultades y comprender más o menos cómo se expresan en diferentes circunscripciones porque ninguna se parece a la otra. Muchas veces se habla de problemas muy concretos como arreglar la calle, el alumbrado público, el transporte para que los niños lleguen a una escuela que les queda más lejos y que están caminando mucho para poder llegar a la escuelita. Temas con el acceso al agua potable se reiteran. En varias comunidades problemas con las tarjetas para las personas que no tienen libreta de abastecimiento, el tema de los precios, sobre todo de los alimentos, problemas que no son solo de una comunidad determinada y que no se resuelven con la buena voluntad de colocar y diseñar una feria agropecuaria como en el municipio se ha insistido y sea hecho con mucho éxito, pero que tienen que tener otro tipo de respuestas a nivel estructural y que se resuelven no a corto plazo. Siento mucho compromiso en las autoridades de la Asamblea municipal de Boyeros, electas en diciembre pasado y que están trabajando en equipo, llegando a los territorios para responder estas dificultades, con un equipo nuevo prácticamente.

Creo que eso va a ser clave para que la gente se reconecte con el proyecto y se sienta parte de él y no dependiente de él, de una ayuda o una determinación que necesariamente tendrá que venir de otros. Eso hay que transformarlo, buscar la potencia de la gente.

Estamos necesitando ganar mucho en conciencia. La potencialidad que tiene el pueblo cuando se organiza, pero para eso hay que buscar cuáles son las cosas que más incomodan a la gente, que pueden movilizarlas para empezar a reconectar hechos inmediatos con un proceso político que nos permita poner en diálogo.

Conocer qué relación tiene esta conquista o este resultado que hemos logrado ya sea pintando la bodega o limpiando un basurero o construyendo un pequeño espacio para niños, qué relación tiene eso con el proyecto que estamos defendiendo en Cuba hoy y poco a poco ir sumando gente a ese proceso de participación popular sabiendo que son los hechos que hacemos en colectivo lo que más nos politiza y lo que más nos forman en la defensa de la Revolución. No son los discursos políticos o las convocatorias a la voluntad y la participación, sino el propio hecho que lidera realmente la comunidad. Conducido con intencionalidad política desde la dirección del territorio, yo creo que son parte de los retos. Me atrevo a asegurar que tienen mucho que ver en esencia con que hoy la gente no está esperando con deseos de participar y muchos cierran su puerta simbólica a lo que ocurra en el barrio como una realidad ajena a su vida.

Entrarle a los problemas de la subsistencia es esencial. Quien pasa horas del día en largas colas para alimentos o buscando dónde están los alimentos que no aparecen o tratando de pagar los que aparecieron en la esquina de su casa, mira cuantas complejidades, esa persona que ha pasado un día entero intentando conseguir lo que necesita para vivir no va a sumarse con un entusiasmo a la primera. Así actúan los comprometidos que viven en cada barrio que se ponen siempre por encima de toda circunstancia, pero no podemos esperar esa conducta de la mayoría.

– ¿Qué proyectos crees que serían necesarios someter a votación en esta X Asamblea?

La Asamblea tiene que profundizar el proceso democrático, que significa lo que estamos viviendo en Cuba hoy, la apuesta que estamos construyendo y en ese sentido la Ley de comunicación, Ley de asociaciones y todo lo que contribuya a dinamizar la participación de la sociedad, serán oportunas. Un proyecto que debata la Participación en Cuba, que contribuya a crear espacios habilitantes de esa participación y que se convierta en su espíritu de funcionamiento, pero también en estructura. Esa voluntad del ejercicio del Poder Popular con protagonismo real y que tiene que ser organizado, que tiene que ser consciente, pero que también tiene que ser crítico, no como queja, es ser crítico en el análisis de las raíces y las causas profundas de lo que nos ocurre. Eso es vital.

Creo que los procesos pedagógicos que significan la discusión de este tipo de iniciativas son necesarios y consultarlos a través de Internet, con todo el pueblo es importantísimo, aunque no es suficiente.

Hay que buscar mecanismos de consulta que también deben ser discutidos y aprobados. Nuevos mecanismos de consulta popular o de búsqueda de la opinión del pueblo con metodologías nuevas. La rendición de cuenta también debería tener una metodología, que le haga un proceso más productivo, que sirva más a las necesidades de los territorios. En ese sentido creo que es una Asamblea que debe ir profundizando en estos temas, asegurando que la participación no sea una cuestión de deseo, de motivación o de interés de un grupo a un sector o de una persona, sino que sea una cosa organizada e institucionalizada en el país, asegurada por canales y por recursos, por vías, por procedimientos que estén claros compartidos y que nos formemos para eso.

Esa formación tiene que ser organizada también, como una estrategia y con procesos de articulación entre todos los esfuerzos que hagamos diferentes actores en este sentido. Una formación centralizada también va a tener límites a la hora de estimular un proceso de toma de conciencia de lo que significa ir por donde puede ser la participación en Cuba. Creo que sería una Décima Legislatura que puede aportar mucho en este tipo de iniciativas.

– En Cuba, a diferencia de otros países, la ley estipula que un diputado no reciba salario por su función pública, ¿qué consideras al respecto?

Me parece que es un valor del sistema político cubano que no haya profesionalización del rol de diputado y eso no puede entrar en contradicción con el rigor que debe tener el estudio de los procesos que se debaten en la Asamblea.

El tiempo que esto lleva en el buen ejercicio del rol, la necesidad de estar preparados y de contribuir con seriedad y no con voluntarismos o consignas que hacen bien pero que realmente no son sustantivos en cuanto a su aporte a los procesos que la Asamblea puede estar definiendo.

El tema de no ser profesionales y no cobrar un salario por la función pública de ser diputado me parece central para la defensa del proyecto, me parece muy importante y fortalece la identidad de pertenencia al pueblo en una tarea que se desarrolla en otro escenario, la Asamblea Nacional, pero con otros montones de roles que compartes en los que está todo el tiempo atravesada por la vida misma que vive el pueblo.

Yo creo que esos son elementos clave en nuestro sistema político: el dinero no tiene ningún papel, no puede tenerlo, las agendas individuales, las aspiraciones, no pueden tener lugar, ni se trata de dar relevancia a méritos personales como centralidad, sino a tributar a una dimensión colectiva que es la que nos salva.

El proyecto compartido, el proyecto de futuro en el que creemos como centralidad y los seres humanos somos quienes servimos a eso, pero ninguno de ellos, ninguna persona puede tener o significar el valor de un proyecto y en este pueblo hay miles de personas que tienen las mismas condiciones que los candidatos a diputados. Solo se trata de una tarea.

Los diputados responden a qué significa servir al pueblo dentro de la Revolución cubana, que significa estar lo más pegado y cercano posible, sin vacíos, sin populismo, sin querer ganarte la base para ti, sin querer apropiarte ni conquistar con gratitud, sino construir y acompañar a la gente organizada. Será siempre imprescindible hacerlo por vocación política por compromiso con una misión. Esa idea de misionero es importante para mí.

– Para concluir, ¿cuál es tu mensaje para el pueblo cubano en este 26 de marzo?

Este es un tiempo muy complicado, de muchos desafíos para el país y de acumulado de muchas tensiones, donde se mezclaron las históricas políticas de hostilidad de Estados Unidos contra Cuba con medidas que arreciaron nuestras dificultades, con la pandemia, con una crisis que no solo ocurre en Cuba, ocurre en toda la región, ocurre en el mundo y nuestras deficiencias en la gestión de la producción y errores propios. Creo que hay que estar muy seguro del tiempo que vivimos, de lo que nos jugamos en estas elecciones, de que cualquier capacidad de resolver y de superar los problemas depende de nosotros y que este es un tiempo que tenemos que estar muy unidos para enfrentar estos problemas.

Las soluciones vendrán de nosotros mismos. Después de tanto que hemos luchado para que en Cuba exista más socialismo, más justicia, soberanía, más independencia, niños felices y jóvenes queriendo vivir en su país orgullosos de ser cubanos y con ganas de edificar la sociedad distinta que nos hemos propuesto.

No tenemos tiempo que perder y requiere de mucha resistencia, pero también fuerza para crear, para disputar, para luchar desde adentro en unidad, por lo que creemos, sintiéndonos parte de un camino, las cubanas y los cubanos, somos todos responsables y dependerá de lo que hagamos y de lo que seamos capaces de hacer por nosotros mismos. El 26 va a ser un día importante en ese sentido estaremos diciendo que estamos juntos, que vamos juntos y que tendremos fuerzas a crear para seguir construyendo una sociedad mejor.

Provincia: La Habana

Municipio Boyeros

Distrito 1

Edad: 44 años

Nivel Escolar: Superior

Ocupación: Coordinadora del proceso de solidaridad

internacional del Centro Martin Luther King

Organizaciones a las que pertenece: PCC, CDR, FMC

Nació el 29 de noviembre de 1978.
Creció en Batabanó, al sur de la provincia de Mayabeque.
Es Licenciada en Psicología por la Universidad de La Habana.
Es madre de dos hijos.
Trabajó en la Oficina del capítulo cubano de la Red en Defensa de la Humanidad, del Ministerio de Cultura; en La Colmenita, en los talleres crecer con Martí. Acompañó la gira a Estados Unidos.
Integra el equipo del Centro Memorial “Martin Luther King Jr“. Es miembro de la Mesa Nacional y coordina el Proceso de Solidaridad internacional.
Ha publicado textos sobre los desafíos de la realidad cubana y de la región.
Fue propuesta precandidata a Diputada por los plenos de la Central de Trabajadores de Cuba.