Proyecto FORCE, por los caminos del odio contra Cuba
Por Raúl Antonio Capote (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano
Un paso más por los caminos del odio acaba de dar el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos al votar 25 contra 20 a favor de enviar al pleno de la Cámara el proyecto de ley FORCE, que impide que ningún Secretario de Estado o Presidente, pueda retirar a Cuba de la Lista de países patrocinadores del terrorismo.
Impulsado por la congresista republicana María Elvira Salazar, de Florida, con el apoyo de los legisladores republicanos Marco Rubio y Rick Scott, el proyecto pretende perpetuar, a nombre de la democracia, la inclusión de la Isla en la espuria lista, inserción que ha causado indignación y rechazo en muchas naciones del mundo, incluso dentro de EE.UU.
Los senadores acusan a Cuba de “albergar a terroristas de América Latina” refiriéndose al caso de los miembros del ELN de Colombia, participantes en los diálogos de paz con el gobierno de ese país, conversaciones de las que La Habana es garante, caso que fue refutado con claridad por los gobiernos cubano y colombiano.
Las negociaciones del Gobierno colombiano con el ELN comenzaron en 2017 en Quito, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, y en 2018 fueron trasladadas a La Habana, hasta que se interrumpieron en el 2019.
También se basan para sostener sus criterios en la acusación contra la Mayor de las Antillas de apoyar a la “dictadura venezolana” y mantener buenas relaciones con Rusia y China.
María Elvira Salazar, miembro destacado del lobby anticubano en Estados Unidos en su frenética carrera por hacer méritos y escalar así posiciones en la política de ese país, ha convertido el odio en escalera para su ascenso.
Se postuló “para evitar que se establezca el socialismo y arruine a Estados Unidos”, declaró en su campaña, algo verdaderamente absurdo, pero que forma parte del discurso de la ultraderecha estadounidense.
Recién llegada, inició su labor con el proyecto de ley, copatrocinado por otros políticos de ascendencia cubana, que pretende impedir una normalización de las relaciones entre EE. UU. y Cuba.
La funcionaria yanqui, de larga trayectoria anticubana, por muchos años participó, desde los medios, en cuanta campaña se realizó contra la Isla.
Una simple mirada a sus perfiles en las redes sociales nos permite apreciar su «activismo». En los tuits abundan llamados a más bloqueo contra Cuba, al cierre total de los viajes, a impedir la llegada de remesas familiares, etc.
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
Foto de portada: Jorge Luis Baños / IPS