289 niños desaparecidos o muertos en el Mediterráneo
En apenas seis meses, muchos niños murieron o desaparecieron en las aguas del Mediterráneo, mientras intentaban llegar a un puerto seguro de Europa a bordo de esos pequeñas embarcaciones precarias y sobrecargadas. Según datos reportados por Unicef, efectivamente, en lo que va de 2023 al menos 289 niños murieron en el mar Mediterráneo.
La ruta más “letal” sigue siendo la del Mediterráneo Central, según confirmó, por su parte, Frontex, que registró un aumento del 140% en las llegadas en los primeros seis meses de 2023 respecto al año pasado.
Mientras, en Lampedusa, los desembarcos de inmigrantes continúan sin cesar, con el punto de acceso constantemente con más de mil viajeros.
“En un esfuerzo por encontrar seguridad, reunirse con la familia y buscar un futuro más esperanzador, demasiados niños se embarcan en las costas del Mediterráneo, perdiendo la vida o desapareciendo en el camino”, dijo hoy la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Esto -reiteró- es una señal clara de que se necesita hacer más para crear vías seguras y legales para el acceso de los niños al asilo, al tiempo que se deben fortalecer las acciones para salvar vidas en el mar.
En última instancia, se necesita hacer mucho más para abordar las causas que llevan a los niños a arriesgar sus vidas”. La organización estimó que 11.600 niños -un promedio de 428 por semana- arribaron a las costas de Italia desde el norte de África desde enero. Esa cifra representa un aumento del doble con respecto al mismo período en 2022, a pesar de los graves riesgos que enfrentan los niños. La mayoría de ellos parten de Libia y Túnez, después de haber enfrentado viajes peligrosos desde países de µfrica y de Medio Oriente.
Y justo frente a la costa de Sfax, en Túnez, ayer la Guardia Costera local recuperó 13 cuerpos en el rescate de una pequeña embarcación con unas 40 personas a bordo. Por lo tanto, el Mediterráneo central sigue siendo la ruta preferida de los inmigrantes para llegar a Europa, según confirmó Frontex. “Las llegadas en el resto de rutas migratorias registraron un descenso respecto al año anterior, oscilando entre -6% en el Mediterráneo occidental y -34% en la ruta del Mediterráneo oriental”, explicó el boletín.
Tras un descenso en mayo, causado por largos periodos de mal tiempo, los contrabandistas intensificaron sus actividades, lo que se tradujo en un aumento del 85 % en las llegadas al Mediterráneo central en junio. Los cruces marítimos siguen siendo extremadamente peligrosos, según datos de la OIM, que reportó casi 1.900 personas desaparecidas en el Mediterráneo solo en junio, la mayoría en la ruta central. En cuanto al frente italiano, hoy una nueva ola de llegadas ocurrió en Lampedusa, por tercer día consecutivo, con el centro de refugiados con más de 1.300 personas a pesar de los traslados.
Al menos 240 se registraron solo durante la noche, mientras que otras pequeñas embarcaciones llegaron a la costa durante el día con unas 50 personas. En cuanto a las cinco embarcaciones rescatadas, sólo una, de 7 metros y de hierro, tenía motor. La policía le tomaba declaración a los migrantes para saber si los motores se perdieron durante el trayecto o si, por el contrario, como sucedió en el pasado, fueron sustraídos por tripulantes de barcos pesqueros que flanquean los carros y desmantelan los propulsores, dejando a la deriva los botes llenos de inmigrantes.
Tomado de ANSA / Foto de portada: EFE