Hacia el frente, sin desviar la mirada
Por Ana Hurtado.
No hay mucho que decir cuando la realidad habla por sí sola. Este escrito será breve.
Los pasados días 17 y 18 de Julio se celebró en Bélgica la Cumbre de los Pueblos y la de Jefes de Estado de países latinoamericanos y caribeños junto a la Unión Europea.
El evento venía con polémica antes de su conmemoración, Cuba y los países de Latinoamérica que alzan la voz frente a la opresión imperial no agachan la cabeza. Y bien sabe el mundo que esa voz es un grito que contagia y convence. Una consigna conformada por ideas y sentimientos.
El presidente cubano Miguel Díaz Canel llegó a Bruselas tras una visita a Portugal donde fue ovacionado por los amigos de Cuba y el socialismo, y recibido de una manera afectuosa por el presidente de la República portuguesa Marcelo Rebelo de Sousa. No es impresión mía. No transmito una experiencia. Tampoco soy El Narrador de Walter Benjamin. Es la realidad golpeando fuerte. Cerrando bocas. Tocando a la puerta de corazones que estaban dormidos y comienzan a despertar. Al mismo tiempo que se recrudece la ira de esos buitres carroñeros que van a la caza de cualquier gota de vinagre que pueda seguir manteniéndoles a flote y visibles, para creer así que su existencia tiene sentido.
Sí, por eso este artículo será breve. Porque esta semana lo poco que tengo que decir es que Cuba, junto a Venezuela y otros países hermanos han llegado a Europa y han dicho con decencia que los pueblos del mundo ya no guardan pleitesía. Que el escenario no es más bipolar. Que asistimos a una era en la que ser socialista es una opción que se abre paso entre las grandes alamedas, como un oasis en mitad de un desierto cuando no queda otra opción ante tanta destrucción humana, ecológica y sistémica como la del capitalismo.
Díaz Canel llegó a Bélgica. Y no estuvo solo. Un enorme grupo de cubanos y cubanas residentes en Europa lo arroparon junto a muchos más amigos del pueblo de Fidel. Una comitiva de compañeros que viajaron desde la Isla le respaldaron. Hombres y mujeres queridos por un pueblo que vive venciendo un bloqueo criminal que fue denunciado en Bruselas.
Porque es sin pedir permiso y con la frente en alto. Sin agachar la cabeza jamás. En las fotos de Jefes de Estado el presidente cubano lució honorable y solemne. Porque Cuba va paseando por Europa, recibida con los brazos abiertos y mostrando su verdad. La que llevan años intentando silenciar. No es que no vayamos a consentir que nadie la ningunee. Es que se abre abre paso orgullosa, allá por donde va. Con sus representantes gubernamentales, sus hijos y sus amigos, en representación de todo un pueblo.
Mientras los que la odian aun habiendo nacido en ella, están abatidos, afónicos y desmoralizados. Mintiendo cual Pinocho de Carlo Colodi. Inventando victorias que ni ellos mismos creen. Formando numeritos y acabando arrinconados como cuando meten a un borracho en un calabozo un viernes en Madrid y no sale hasta el lunes, por escándalo y desorden público.
Para nosotros; para los socialistas, hay muchas maneras de ganar. Vamos sumando victorias.
Piano Piano si va lontano dirían nuestros amigos italianos.
Hacia el frente, sin desviar la mirada.
Tomado de Cubadebate / Foto de portada: @PresidenciaCuba.