Cuba

Ciberseguridad en el entorno cubano este año

Por Omar Pérez Salomón

En Cuba, finaliza el año 2023 con una tendencia creciente en los servicios de la telefonía móvil, internet y la transformación digital. También se consolida el trabajo del Grupo Nacional de Ciberseguridad, que el pasado 12 de noviembre cumplió dos años, con la implementación de acciones para fortalecer la protección del ciberespacio nacional, en los ámbitos jurídico, tecnológico, organizacional, gestión del capital humano, cooperación internacional y comunicación institucional.

Al cierre de este año tendremos más de 1 100 000 computadoras conectadas a la red; más de 8,4 millones de usuarios conectados a internet, de ellos más de 6,8 millones a través de celulares; más de 282 000 hogares conectados por vía alámbrica; más de 50 000 enlaces dedicados en organismos y empresas; un incremento en el consumo de datos y de los trámites en línea, y en el uso de pagos electrónicos mediante las pasarelas Transfermóvil y EnZona.

En este contexto, las redes cubanas son impactadas diariamente por miles de programas malignos y ataques de denegación de servicios, conocidos como DoS/DDoS, que generan una buena cantidad de solicitudes de acceso a un servidor, para que colapsen sus posibilidades de procesamiento. Estos ataques han afectado, en los últimos meses, a varios sitios web gubernamentales, y también de medios de prensa. Algunos de los ciberataques han tenido como propósito tomar el control de las bases de datos de estos, para obtener información de valor, y en los últimos tiempos dirigidos a desconfigurar determinados sitios y colgar letreros contrarrevolucionarios.

En el orden mediático, se trata de dañar la imagen del país y ejercer influencia política sobre la población. Se aprecia una mayor coordinación y organización de los ataques, así como la utilización de cientos de sitios, blogs y colaboradores en internet que, sistemáticamente, mienten sobre la realidad cubana, como base para fabricar informaciones falsas, que muchas veces son replicadas por poderosos medios de comunicación, cuya agenda coincide con la política estadounidense. De más está decir que, en esta operación, se están moviendo millones de dólares.

No olvidemos que el Departamento de Estado creó, el 7 de febrero de 2018, una Fuerza de Tarea en Internet para Cuba, compuesta por funcionarios gubernamentales y no gubernamentales, con el objetivo de «promover el libre flujo de información» y «ampliar el acceso a internet y los medios independientes» en Cuba, en respuesta a lo dispuesto en el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional, de 16 de junio de 2017, emitido por Donald Trump, en la ciudad de Miami.

Las malas prácticas en el uso de estas tecnologías exponen a muchas personas a estafas y robos de identidad por parte de hackers que buscan información personal para utilizarla en estos ciberdelitos. La falta de seguridad y protección de la conexión, y de privacidad, en internet implican otros riesgos y amenazas, relacionadas con la publicación de imágenes, videos y comentarios personales molestos que, una vez en línea, son casi imposibles de borrar.

Si bien es cierto que hay plataformas y herramientas que necesariamente el país tiene que comprar en el mercado internacional, el bloqueo económico, comercial, financiero y tecnológico del Gobierno de EE. UU. nos ha obligado, en algunos casos, a desarrollar nuestras propias tecnologías. En este sentido, todas las plataformas empleadas para el comercio electrónico han sido desarrolladas por especialistas cubanos, libre de la influencia e intereses de las grandes empresas y gobiernos de las potencias imperialistas.

La innovación en el campo de la informática y las comunicaciones exhibe hoy resultados en Cuba, y una muestra de ello son las pasarelas de pago electrónico nacionales Transfermóvil, EnZona y Banca Remota, en las cuales los especialistas han desarrollado tecnologías y productos de avanzada, con lenguajes de desarrollo moderno, sin tener que depender de terceros que ofrezcan estos servicios tecnológicos y software privativos, para los que es necesario el pago de licencias por instalación. Ello posibilita modificar y mejorar los códigos cuando sea necesario, y evita que cualquier empresa extranjera se quede con el conocimiento y las herramientas generadas.

Este escenario recomienda impulsar la creación de entidades en esta materia, formar y capacitar a los especialistas, monitorear y analizar constantemente a los ciberatacantes, teniendo en cuenta que aparecen nuevas formas de ataques. También hay que evaluar las vulnerabilidades que tenemos en la red y las de los usuarios que reciben los servicios.

Crear una cultura en la población en el uso seguro y responsable de las tecnologías de la información y la comunicación es imprescindible para fortalecer la ciberseguridad del país.

Sin duda, la Segunda Jornada Nacional de Ciberseguridad, entre hoy y el 30 de noviembre, será un momento importante para debatir, intercambiar experiencias y fortalecer las bases de este frente, en el camino de la transformación digital de la sociedad cubana.

Tomado de Granma/ Foto de portada: Yaimi Ravelo

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